Resultados del 2020

El BBVA gana un 63% menos y prepara un nuevo ajuste de plantilla en España

El banco anuncia que premiará a los accionistas con unos 3.000 millones con la recompra del 10% de las acciones a partir de finales de año

El beneficio bajó a 1.305 millones tras aflorar un agujero de 2.084 millones en la filial estadounidense y dotar 2.200 millones por la pandemia

El resultado hubiera caído el 32% sin las pérdidas en EEUU ni las plusvalías por la venta de la mitad del negocio de seguros a Allianz

El presidente descarta valorar si podría retomar una fusión con Sabadell y niega que tenga presión para realizar una compra

El consejero delegado explica que la entidad "explora todas las opciones" para recortar sus gastos, con lo que ya no descarta un ere

La entidad anuncia un dividendo equivalente al 15% del resultado recurrente y su intención de volver al 35%-40% cuando lo permita el BCE

El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila

El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila / BBVA

Pablo Allendesalazar

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El BBVA ganó 1.305 millones de euros el año pasado, un 62,9% menos que los 3.512 millones del 2019. El fuerte descenso se debe en parte a que en el primer trimestre tuvo que aflorar unas pérdidas de 2.084 millones por la devaluación de en torno a un 55% del fondo de comercio de su filial estadounidense (la segunda en pocos meses del valor de los activos intangibles de dicha unidad), lo que solo se vio compensado en parte por los 304 millones de plusvalías por la venta de la mitad de su negocio de seguros a Allianz. Sin estos efectos, el descenso hubiera sido del 32,2%.

La otra causa del fuerte retroceso del beneficio son las provisiones extraordinarias que ha realizado para protegerse de las futuras pérdidas que le provocará la crisis del coronavirus cuando comience a aumentar la morosidad. En el ejercicio han ascendido a unos 2.200 millones, si bien en el cuarto trimestre no realizó dotaciones adicionales, a pesar de las advertencias del Banco de España al sector. La entidad ha venido argumentado que ya realizó la mayor parte del esfuerzo necesario en el primer semestre.

Su consejero delegado, Onur Genç, ha aprovechado la presentación de los resultados este viernes para anunciar que el banco está estudiando un nuevo recorte sustancial de gastos en su red en España y en los servicios centrales que decidirá y comenzará a aplicar en el primer semestre de este año. "Estamos explorando todas las alternativas", ha afirmado. Se trata de un cambio de discurso, ya que hace tres meses descartó realizar un ere y aseguró que tenía previsto mantener el ritmo habitual de unas 3.800 salidas de empleados al año en el grupo.

Remuneración extraordinaria

El segundo banco español también ha concretado la recompra de acciones que anunció que planeaba hacer gracias a la fuerte ganancia de capital que le supondrá la anunciada venta de su filial estadounidense. Ascenderá al 10% de los títulos, un porcentaje similar a la aportación de la unidad norteamericana al beneficio del grupo. Su presidente, Carlos Torres Vila, ha indicado que se le podrían destinar unos 3.000 millones de euros, con una horquilla de entre 2.500 y 3.200 millones en función de la cotización de la acción a partir de finales de año.

Es entonces cuando la entidad espera que el Banco Central Europeo (BCE) apruebe la operación, que se ejecutaría progresivamente a lo largo de los siguientes meses. De las cantidades apuntadas por el ejecutivo se desprende un precio medio de las recompras de entre 3,75 y 4,8 euros por título, frente a los 3,77 euros en que cerraron este viernes tras caer un 4,42% en la sesión.

Colchón de capital

Torres Vila ha destacado que, tras el cierre de la venta de la filial en junio o julio, el BBVA tendrá un colchón de unos 8.000 millones sobre su objetivo de tener un capital de entre el 11,5% y el 12% al que el banco prevé dar uso en los próximos "dos o tres años", según Genç. Además de la primera recompra anunciada (operación que beneficia al accionista al aumentar el valor del resto de títulos), el presidente ha dejado la puerta abierta a nuevas recompras o dividendos extraordinarios más adelante, pero también a usar el capital para financiar compras, crecer por sus propios medios y pagar las reducciones de gastos.

El primer ejecutivo del banco, eso sí, ha querido dejar claro que siente "presión cero" de los supervisores para realizar alguna compra o fusión y ha negado que se daba dar por sentado que vaya a producirse alguna de estas operaciones: "Esta oportunidad histórica de tener 8.000 millones de capital no significa que tengamos derecho a malgastarlo". Asimismo, ha evitado repetidas veces valorar si podría retomar las negociaciones para la integración del Sabadell, tras la ruptura entre los dos bancos que se produjo hace unas semanas.

Dividendo ordinario

El BBVA también ha anunciado que tiene la intención pagar 0,059 euros por acción como dividendo a cargo de los resultados del 2020, es decir, el 15% del beneficio recurrente fijado como máximo por el BCE (unos 393 millones), que se abonaría en efectivo en abril. Respecto a la remuneración a los propietarios con cargo a los resultados que vaya obteniendo en el 2021, ha apuntado que su plan es volver a su política anterior: pagarles entre el 35% y el 40% del resultado recurrente (el propio de la actividad del negocio, sin extraordinarios positivos ni negativos) en el próximo octubre y en abril del año que viene.

Los ingresos básicos del grupo por intereses del crédito y los depósitos cayeron un 7,3% el año pasado. El descenso de las comisiones (8,3%) se vio compensado con la mayor aportación de las operaciones con carteras de deuda (22,3%), con lo que la bajada de los ingresos totales del negocio se moderó al 6,1%. El descenso de los gastos fue más pronunciado (9,6%), de manera que la caída del resultado antes de provisiones fue de solo el 2,7%.

El banco ha destacado que su capital se situó en el 11,73% al cierre del ejercicio, nivel similar al de un año antes, y que la venta de su filial estadounidense lo elevaría en el 14,58% de haberse producido ya. La morosidad creció ligeramente del 3,8% al 4%, como también el peso de las provisiones sobre los activos de dudoso cobro (del 77% al 81%).