Testimonios

Negocios que se reinventan para sobrevivir al virus: "Llevamos más de 30 años y esto no acaba aquí"

Tres autónomos explican sus peripecias para adaptarse a las nuevas exigencias de la pandemia

Nuria Font, propietaria de Can Mas

Nuria Font, propietaria de Can Mas / Ferran Nadeu

Gabriel Ubieto

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Una terapeuta que ha trasladado sus consultas a la webcam, una casa de colonias que estudia empezar a celebrar bodas y dos diseñadoras que vivirán su primera campaña de Navidad a través del comercio digital. Esta es la historia de tres autónomas (o emprendedoras, en la jerga actual) que se han visto obligados a reinventarse para sobrevivir al tsunami económico que está suponiendo el coronavirus. Pues la crisis originada por el coronavirus lleva meses golpeando y, en muchos casos, golpeando duro. 

Muchos negocios que hasta ahora funcionaban con buenos resultados han visto como en cuestión de meses todo su modelo empresarial quedaba en jaque, especialmente entre los más pequeños. No por una mala decisión, sino por un virus. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo, España perdió 91.240 empresas en los dos primeros meses de pandemia. Y, a la espera de vacuna, iniciativas como la de SOS Mentoring tratan de echarle un capote a microempresarios para adaptar sus esquemas a las urgencias de la pandemia.

SOS Mentoring es un proyecto realizado desde la Fundació Autoocupació, y en colaboración con la Fundació La Caixa, que ayuda a pequeños negocios con trayectoria a sus espaldas a transformar su modelo. Restaurantes de toda la vida que han incorporado servicio de entrega y recogida a domicilio, servicios que han dado el salto al ‘on line’ o comercios que han comenzado a vender por internet y a promocionarse vía redes sociales. 

Àngels Xena: "Necesitaba digitalizarme"

Àngels Xena

Àngels Xena / Anna Mas

Àngels Xena lleva 15 años como terapeuta y pedagoga dedicada a la kinesiología. Esta disciplina, con influencias de la medicina tradicional china y enfocada a estudiar la actividad muscular del cuerpo, la aplica Xena para ayudar a personas con dificultades de aprendizaje. Esta autónoma imparte tanto terapia a pacientes, desde los seis años hacia adelante, como formación para profesionales. Una disciplina que trabaja los músculos puede parecer indisociable de la presencia del instructor y hasta el covid lo había sido para Xena. Pero el primer confinamiento le obligó a reinventarse. 

El salto al digital era algo que esta pedagoga hacia tiempo que meditaba para expandir su cartera de clientes y la pandemia lo aceleró forzosamente. "Era el momento", cuenta. Redes sociales, Linkedin, un rediseño de la página web y poner en marcha la infraestructura para impartir sesiones y formaciones 'on line' ha sido la vuelta de tuerca que ha tenido que dar Xena a su negocio. 

"Inicialmente pensaba que sería algo muy complejo y que perdería mucha calidad humana, por la falta de interacción directa, y no. Evidentemente no es lo mismo, pero el gran descubrimiento fue que funciona igual. La gente aprende, hay mucha interacción, se generan vínculos… ha sido una sorpresa", explica. La aceleración de los procesos digitales ha sido una de las salidas que han encontrado las pymes para tratar de capear el covid. Según un reciente estudio de la patronal Foment del Treball, una de cada tres ha invertido en dicho sentido.  

Esta terapeuta cuenta que con la presencia virtual llega a clientes que antes no llegaba y ello le ha conseguido mantener a clientes que, debido a la pandemia, hubiera perdido si no se hubiera digitalizado. El volumen de negocio que tiene ahora es el mismo que el de hace un año, con lo que ha compensado las pérdidas de la esfera tradicional con los ingresos de su nueva vida digital. "El objetivo es seguir creciendo a partir de este año", explica, optimista. 

Núria Font: "Sin poder abrir he tenido que buscarme otro trabajo"

Los padres de Núria Font inauguraron en el 1987 la casa de colonias Can Mas y la intención de su hija, hoy al frente del negocio, es que este sobreviva muchos más. El confinamiento y el cierre de colegios casi deja sin temporada de verano a esta 'masovera', que ha visto caer su facturación en el 2020 cerca del 85%. "El negocio ha funcionado muy bien hasta ahora. Tenemos un modelo ya muy especializado que son escuelas y esplais, con clientes fijos que vuelven año tras año. Todavía conservamos unos clientes que inauguraron el mas", cuenta. 

La principal cuestión que ha tenido que plantearse hasta ahora esta ‘masovera’ es cuánta financiación pedía para poder resistir. Tejer el complicado equilibrio entre la necesidad presente de liquidez y el lastre a futuro que puede suponer un exceso de crédito. "Si no trabajas, una estructura tan grande como una casa de colonias cuesta mucho de mantener", cuenta Font. Esa primera inyección para mantenerse a flote la encontró en un crédito ICO, habilitados por el Gobierno para garantizar un mínimo de liquidez durante la pandemia.

En paralelo, Font ha estado pergeñaron varias opciones para encontrar nuevos ingresos, como aprovechar el paraje rural y las instalaciones de la masía para organizar bodas y banquetes. De momento ese ‘plan B’ está en un cajón, ante los anuncios de una pronta vacuna y la expectativa de recuperar ya para el próximo verano una cierta actividad. Pues para grandes reconversiones hace falta capital y de momento prefiere ser prudente. “No hemos tenido que devolver ningún pago y señal y todos los clientes volverán, en principio, este 2021”, cuenta. “Será un año durillo, pero este negocio lo empezaron mis padres hace 33 años y no acaba aquí”, añade. Sin poder abrir, es decir, sin ingresos, a Font no le ha quedado otra que buscarse otro empleo para salir adelante estos meses de impás.

Maria Prats: "La inversión es mínima y la motivación máxima"

A diferencia de Xena y la "masovera" Font, Maria Prats ha decidido diversificar su negocio en plena pandemia. Maria empezó su aventura profesional con un proyecto solidario para el Hospital Sant Joan de Déu. Ha hecho diseños para fundaciones, empresas jugueteras y discográficas, entre otros. Y este pasado otoño diseñó un cuaderno para Òmnium Cultural.

Esta joven ha decidido abrir una nueva línea de negocio a través del comercio digital. En su web se pueden encontrar artículos de decoración, papelería, textil hogar y series limitadas de algunos artículos, todos diseñados por Maria. "No es un proyecto cualquiera, es también mi sueño" , explica esta joven de 20 años con diversidad funcional. 

En Colors Disseny son artesanos del diseño, pues su modelo de negocio se basa en que la mayoría de productos son únicos, no reeditan ediciones. Así no se cargan de existencias y centran su apuesta de mercado en la diferenciación. Asumen el diseño y la comercialización y encargan los materiales siempre a proveedores locales. “No es un buen momento para arrancar un negocio, es verdad, pero la inversión inicial es mínima y la motivación máxima", cuenta. 

SOS Mentoring les está ayudando con la estrategia del marketing a través de redes sociales y la promoción de la marca. La campaña de Navidad ha sido la primera prueba de fuego de este nuevo proyecto, de la que sale contenta. Los diseños se elaboran desde una antigua masía restaurada del Maresme para "llenar el mundo de colores", según explica Maria.

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