Polémica en los servicios

El Síndic de Greuges exculpa a Agbar de los errores en las facturas

Atribuye a la normativa de la AMB los incrementos en los cobros por consumo de agua y basuras tras el confinamiento

grifo-agua-ahorrar

grifo-agua-ahorrar / economia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Síndic de Greuges considera que las quejas generadas por las facturas del agua tras el confinamiento se debió al vacío legal existente ante una situación de este tipo y no a la ineficiencia de Aigües de Barcelona en la gestión del servicio. El organismo mediador reconoce que las compañías suministradoras de agua se acogieron al reglamento a la hora de establecer una facturación estimada en los periodos en los que no se disponía de la lectura real del contador y en el periodo inmediatamente siguiente en la que ya se disponía de la lectura real. La compañía de la que el grupo Agbar tiene el 70% del capital, el Área Metropolitana (AMB), el 15% y Criteria Caixa otro 15%, siempre defendió los procedimientos aplicados frente a las duras críticas difundidas por el Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau.

El consistorio acusó a las compañías de cobrar de más abusando del confinamiento por la pandemia. La propia Colau instó a Agbar a recalcular las facturas emitidas, pero el problema es que la normativa no fue modificada. El Síndic aconseja que esa regulación sea actualizada, así como las herramientas necesarias para que el consumo de agua pueda ser monitorizado a distancia, como ya pasa con los contadores de luz. En este sentido, el Síndic ha convocado a las compañías a una reunión para exigirles más proactividad en la regularización de los cobros a los clientes durante la pandemia, junto con mayor información a los consumidores, para solventar los desajustes de facturación que se generaron por la aplicación de una normativa que se sitúa en el origen del conflicto.

El 93% regularizadas

Aigües de Barcelona ha informado de que se han regularizado el 93% de las facturas erróneas y tiene previsto llegar al 100% a finales de enero. El análisis del Síndic determina que el recibo del agua no subió única y exclusivamente "por la suspensión de la lectura física de los contadores durante el periodo de confinamiento, la facturación en base a lecturas estimadas y la consiguiente acumulación de metros cúbicos a facturar en el momento en que se reprendió la lectura real del contador", sino que subió por "un incremento de consumo en relación a los mismos periodos del año anterior, porque los hábitos de consumo de los usuarios domésticos se vieron alterados por el confinamiento decretado por la emergencia sanitaria y porque dejó de ser aplicable la reducción del 50% del canon del agua que se estableció para el periodo comprendido entre el 1 de abril y el 31 de mayo". La incorporación en la factura del agua de la tasa de recogida de residuos municipales generados en domicilios particulares, en el caso de Barcelona, contribuye además a agrandar la cuantía del recibo, en lo que Àngel Simón, presidente de Agbar, definió la semana pasada como "un problema" y que hace a la compañía "una verdadera recaudadora de impuestos".

Durante el periodo de estado de alarma no fue posible que el personal de las entidades suministradoras se desplazaran a leer los contadores de agua en los inmuebles. En consecuencia de ello, las compañías de agua procedieron a hacer una estimación del consumo en la factura que comprendía el periodo de estado de alarma. Este consumo estimado fue deducido en la siguiente factura emitida por la compañía una vez obtenida la lectura real del contador. Sin embargo, la estimación del consumo que se aplicó en la factura que comprendía el periodo de estado de alarma no se adaptó, en algunos casos, a la situación real del consumo.

La consecuencia ha sido un incremento en el volumen de metros cúbicos facturados y, lógicamente, un aumento en el importe a pagar en concepto de la factura del agua con el agravante de que las tarifas que se aplican, en la mayoría de municipios catalanes, son progresivas atendiendo el consumo que se realiza, es decir, cuanto más consumo más cara se paga el agua y la tarifa haya saltado al tramo siguiente en el momento de la regularización.

TEMAS