Automoción

El precio del 40% de los coches nuevos subirá el 5% en 2021 por la normativa de gases

La entrada en vigor de la norma europea de emisiones WLTP hará que varios modelos nuevos estén obligados a pagar impuesto de matriculación 

La venta de coches a particulares se ha recuperado en diciembre para esquivar la subida de precios

Hasta ahora el 60% del mercado estaba exento fiscalmente, pero la nueva normativa hace que la medición incremente entre un 15 y un 20% las emisiones reales

Un trabajador, en la cadena de montaje del Seat León en Martorell.

Un trabajador, en la cadena de montaje del Seat León en Martorell. / periodico

Xavier Pérez

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Era un problema aplazado que tarde o temprano iba a llegar. De hecho, tenía fecha: 1 de enero de 2021. El próximo viernes entra en vigor para toda Europa la nueva normativa de homologación de medición de emisiones para vehículos nuevos, conocida como Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros, WLTP, por sus siglas en inglés (World Harmonized Light-duty Vehicle Test Procedure). Se acabó la prórroga decretada en 2018. Este cambio normativo hará que el precio de casi el 40% de los vehículos nuevos que se venderán en España suba en torno a un 5%.

El motivo no es otro que, con el cambio a la nueva reglamentación, muchos coches saltarán de tramo fiscal en el impuesto de matriculación. Un 60% del mercado actual está exento. Con el cambio solo el 7% seguirá por debajo del tope. Un ejemplo: coche cuyo precio sin impuestos es de 14.000 euros, con 98 gramos declarados, no pagaba impuesto al estar por debajo de la norma. Con la nueva medición pasará a tener 127 gramos, con lo que se encarecerá unos 665 euros.

Para esquivar esta subida de precios, algunos compradores han adelantado a diciembre la compra de su vehículo. Las ventas de vehículos a particulares, que venían cayendo el 28% hasta noviembre, se han recuperado en diciembre. En este mes, las ventas a particulares no solo no caen respecto a diciembre del 2019, sino que, además, anotan un ligero aumento.

En el caso de las automatriculaciones por parte de marcas y concesionarios, que venían cayendo el 34% hasta noviembre, se ha producido un aumento del 37% en diciembre respecto al mismo mes del año pasado.

Nuevo sistema de medición

Este aumento de precio llega porque la WLTP sustituye al actual valor, un parche colocado en 2018 (le llamaron valor 'correlado') a través de un programa informático creado por la Comisión Europea, que maquilló las emisiones de los vehículos para facilitar la venta de modelos que desde 1992 aplicaban la antigua norma vigente, la NEDC. El ‘dieselgate’ y las artimañas de los fabricantes para obtener resultados más favorables acabaron provocando la aceleración del cambio de norma. Los datos de CO2 se incrementarán entre un 15 y un 20% con el nuevo sistema de medición.

La diferencia entre WLTP y NEDC estriba, básicamente, en que la nueva norma realiza mediciones más precisas para controlar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) abrazando todas las configuraciones, acabados y niveles de equipamiento. Algo que con el NEDC no sucedía ya que sólo se aplicaba a un modelo por cada motorización, sin tener en cuenta equipamientos que, en realidad, modifican el nivel de emisiones al incrementar el peso de los vehículos.

Qué es la WLTP

La WLTP quiere simular situaciones reales de tráfico para acercarse lo máximo posible a la realidad. De este modo, sus pruebas no solo son más largas, sino que, además, se llega a velocidades más elevadas y se acelera y frena repetidamente durante cada uno de los cuatro intervalos de velocidades. Los test se realizan a 60, 80, 100 y más de 130 km/h. Así, la velocidad media pasará de los 33 actuales a, aproximadamente, 47 km/h y la temperatura ambiente será de 23 grados. Durante las pruebas bajo la normativa NEDC, se podían realizar entre los 20 y 30 grados. El tiempo de prueba será de unos 30 minutos y se recorre una distancia de 23 kilómetros, 12 más que antes.

A diferencia de la normativa a la que sustituye, los fabricantes no podrán medir el consumo de sus vehículos con la versión menos pesada y sin los extras que influyen en el mismo, sino que la WLTP estipula que deben pasar la prueba todos los niveles de acabado y equipamiento de cada coche para ofrecer al comprador datos precisos sobre el vehículo que se van a comprar. Con la anterior norma NEDC un coche diésel pequeño declaraba 85 gramos y uno de gasolina 95. Con el valor 'correlado' pasó a declarar 95 y 106 gramos, respectivamente, por lo que seguían sin pagar. Ahora el diésel tendrá 116 gramos por 127 el de gasolina, que sí deberá pagar.

El problema de España

El problema que enfrentan los consumidores españoles con la nueva norma es notable, ya que aquí el impuesto de matriculación está basado en las emisiones de CO2 por kilómetro: exentos hasta 120 gr/km, el 4,75% de 121 a 160 gr/km, el 9,75% de 161 a 200 gr/km, y el 14,75% por encima. En algunas comunidades autónomas el tramo superior alcanza el 16,75%. Con WLTP las emisiones de CO2 suben, ya que se acercan más a las reales. En Francia, Italia y Portugal han modificado el equivalente al impuesto de matriculación a lo largo del último mes para evitar el impacto sobre los consumidores. En España esto no ha sucedido.

Por ese motivo, tras observar la oferta de la mayoría de los fabricantes en todos los segmentos del mercado, los vehículos más pequeños son los que estarán más afectados, según un estudio de Arval: del 77% de exentos con NEDC-C se pasará solo al 15% con WLTP. En el segmento de los compactos (el mayor en España), el 33% está exento actualmente, mientras que con la norma WLTP solo lo estará el 6%. En los vehículos de mayor tamaño los cambios también se notarán. En estos momentos están exentos el 28%, y a partir del viernes solo lo estarán el 6%. En cuanto a los vehículos de lujo, solo el 6% estará exento de pagar frente al 13% actual.

Todo ello llega en un momento muy delicado para el sector, sumido como todos, en la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. El Plan de Impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción que puso en marcha el Gobierno con los planes Moves y Renove no ha acabado de cuajar, el sector sigue dando cifras negativas, el caos a la hora de aplicar los planes ha sido considerable. Y ahora llega la WLTP, una nueva vara de medir que impactará sobre el consumidor.

Pero la película no acabará ahí. El 1 de enero de 2021 también entra en vigor la nueva norma europea CAFE (Corporate Average Fuel Emissions) que fija una media de emisiones para los automóviles de cada fabricante debe ser de 95 gramos de CO2. Los que supere esa cifra deberán pagar cuantiosas multas (95 euros por cada gramo que supere la media, multiplicado por el número de coches que la marca haya vendido el año anterior). Es posible que todo el peso de la multa no sea asumido por el fabricante y que muchos lo acaben taraslando, tarde o temprano, también al consumidor.

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