Pacheco (CCOO): "Este Govern solo ha trabajado para su clientela"

El secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco Serradilla (Barcelona, 1970), ve con preocupación la pobre participación de los sindicatos en la gestión de los fondos europeos. Unos fondos donde los trabajadores "se juegan las lentejas", según dice, pues a través de los mismos se definirá el nuevo modelo productivo de la economía catalana. Y del cual dependerá un mercado laboral con mejores o peores condiciones.

Falta un año para que Nissan cierre definitivamente sus fábricas en Catalunya. ¿En qué punto se encuentra la mesa de reindustrialización? ¿Avanza a buen ritmo? Ha empezado más lento de lo que hacía falta por un conflicto laboral en una de las subcontratatas [Acciona]. Hace menos de un mes que han empezado los trabajos de prospección para encontrar futuros inversores. Sí que hay gente interesada, pero todavía no ha empezado el trabajo de ver al detalle esos proyectos.

¿Hay tiempo suficiente para tenerlo todo cerrado y con el nuevo inversor para el 31 de diciembre del 2021? No se parte de cero, la Administración ya llega con un trabajo hecho. Hay un proyecto estratégico relacionado con la electrificación que están intentando poner encima de la mesa y ligarlo con las inversiones europeas. En ese proyecto participa Extremadura, algún 'partner' constructor y donde quieren colocar una planta de baterías. Y ahí es donde tenemos que incorporar los terrenos de Zona Franca.

En enero veremos si LG puede ser un sucesor para Nissan

¿Hay proyectos maduros para ello? Sí, hay un proyecto que ya se ha filtrado, que es LG. No creo que pase del mes de enero sin que tome una decisión. Tiene proyectos posibles en Francia y en España. En enero veremos si LG puede ser un sucesor para Nissan.

¿Tienen garantías de que en Zona Franca se instale un fabricante de baterías y no un centro logístico? No, pero desde el sindicato lo tenemos claro. Del puerto de Barcelona no puede desaparecer todo el aparato productivo. Si dejamos esos terrenos solo para proyectos logísticos estaremos perdiendo valor añadido como ciudad y como país. Esta pandemia nos ha enseñado que la pérdida de soberanía industrial debilita poder hacer frente a algunos aspectos básicos de la vida de la gente.

Donde sí se ha cambiado una fábrica por un centro logístico es en Montcada. Donde antes estaba General Cable ahora está Amazon. ¿Ese es el futuro de la industria catalana? Si no se actúa, sí. Y ahí hay que dar un giro copernicano con los fondos europeos. La asignación de los fondos no pueden convertirse en un sorteo de adjudicación de subvenciones, como está ocurriendo ahora en Catalunya. Tiene que haber una política industrial planificada y orientada. Sino Catalunya corre el riesgo de convertirse en un almacén.

Sin una política industrial planificada, Catalunya corre el riesgo de convertirse en un almacén

Con el Govern no han conseguido reeditar, por el momento, el Pacte Nacional per a la Indústria. ¿Por qué? Es por la falta de lógica del Govern. Lo que no puede ser es plantear un plan de choque para el 2021 sin presupuesto. No se lo vamos a aceptar, nosotros estamos aquí para concertar políticas que cambien el modelo productivo.

¿Son suficientes los 360 millones de euros que plantea el Govern? Para las ayudas a los autónomos habilitó 264 millones. ¿Es una proporción adecuada? No, da para dos grandes proyectos como mucho. Es un presupuesto para que funcione la propia dirección general de Indústria. No se le puede ni llamar plan de choque.

¿Por qué no ha habilitado más el Govern? Porque están en elecciones y cada uno necesita su fotografía electoral.

¿Cree que este Govern se ha quedado en la foto con el diálogo social? Desgraciadamente no ha hecho esfuerzo ni para las fotografías. Ha renunciado totalmente a definir un modelo para afrontar la crisis. Y lo que ha hecho es, continuamente, fruto de sus tensiones internas y sus perceptivas electorales, trabajar para su clientela.

Este Govern ha hecho una renuncia absoluta de participar de la concertación social

En eso coinciden plenamente con las patronales. Totalmente, porque es una renuncia absoluta de participar de la concertación. El único ámbito donde se han sentido necesitados de nuestra participación ha sido para asegurar la salud en las empresas. Porque sabían que no tenían ni idea. Y en el resto han dicho ‘De la economía ya entiendo yo’… Y así estamos.

¿Ven la misma actitud del Gobierno central? Comparativamente no, evidentemente. En aquellas medidas para proteger a la gente en plena pandemia hemos vivido un idilio del diálogo social. Pero para sacarla de la crisis vemos que el Gobierno está flojo. Lo hemos empezado a ver en el real decreto de los fondos 'Next Generation EU', donde el diálogo social ha tenido un papel muy relegado. Y ahí nos jugamos las lentejas de cómo será el nuevo modelo productivo y el nuevo mercado de trabajo.

Con el Gobierno central tienen pendiente volver a abordar la derogación de la reforma laboral. Hasta el año que viene no parece que puedan volver a negociar. ¿Ve al Gobierno poco presionado? La pandemia ha sido la que ha cambiado el calendario, no el grado de presión que pueda sentir el Gobierno. Nosotros cuando vemos un país parado por el covid, evidentemente, priorizamos proteger a la gente. Ahora que ya empezamos a saber convivir con el virus, empezamos a plantearnos movilizaciones si el Gobierno sigue comprando esta estrategia dilatoria de la CEOE. Hemos de empezar a cambiar el tono de la presión.

Nos planteamos movilizaciones si el Gobierno sigue comprando esta estrategia dilatoria de la CEOE [con la reforma laboral]

El Govern ha vuelto a aplicar restricciones, pero no ha anunciado muchas ayudas. ¿Es viable gestionar una crisis como la actual con el modelo fiscal que tenemos? No, ese es el meollo del asunto. Otra cosa que ha evidenciado la pandemia es que para garantizar la protección de toda la ciudadanía necesita una fuerte estructura pública. Cuando los empresarios piden todos las ayudas posibles y a su vez plantean ser eximidos de impuestos plantean un imposible. Es como soplar y sorber, las dos cosas a la vez no se pueden.

A corto plazo, ¿ve margen al Govern para incrementar las ayudas? Hay margen. No es de recibo, con la que está cayendo, que el Govern se plantee cerrar el ejercicio con un déficit público del 0,7%. Tiene margen para endeudarse y aumentar el déficit. Y cuando la economía vuelva a crecer es el momento de una reforma fiscal. No momento de recortes. Y entonces veremos si los empresarios se solidarizan con la economía pública como ahora se está solidarizando la economía pública con ellos. Y ahí también se demostrará si los gobiernos son de izquierdas o no. Si priman las ‘Nadias Calviño’ o la recuperación de derechos.

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