Entrevista

Ros (UGT): "Sin una fiscalidad justa, no puede haber equilibrio entre salud y economía"

El secretario general de UGT de Catalunya acaba de ser reelegido cuatro años más al frente del sindicato

BARCELONA 18 12 2020 Economia Entrevista con el Secretario General de la UGT de Catalunya  Camil Ros    FOTO de RICARD CUGAT

BARCELONA 18 12 2020 Economia Entrevista con el Secretario General de la UGT de Catalunya Camil Ros FOTO de RICARD CUGAT / RICARD CUGAT

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Camil Ros (Vallromanes, 1972) concede su primera entrevista a EL PERIÓDICO tras ser reelegido cuatro años más como secretario general de UGT de Catalunya. El heredero de Pepe Álvarez (26 años al frente del sindicato y hoy como secretario general en toda España) revalida su dupla con Matías Carnero, este como presidente de la central. Como evitar que la crisis del covid sea un mazazo igual o peor que el estallido de la Gran Recesión de hace una década es la principal asignatura del mandato que tiene Ros por delante.

¿Cuáles serán las prioridades de su segundo mandato? El sindicalismo siempre es importante y en un momento de crisis como el que vivimos es imprescindible. Uno de nuestros grandes objetivos es parar cualquier posible destrucción de ocupación. Hay que reforzar mecanismos como los ertes, pero evidentemente cobrando todo el mundo. Y si se pierde su trabajo cobrando el ingreso mínimo vital. Y el otro es hacer que los trabajadores no paguemos esta crisis. Europa ha cambiado sus políticas, pero de ciertos bancos centrales u otras instituciones no nos fiamos. No aceptaremos ningún recorte.

Una de las resoluciones aprobadas en su congreso fue exigir la “tramitación urgente” del indulto para Dolors Bassa. ¿Entiende que todavía no esté resuelto? Llevan ya tres años en la cárcel y no deberían haber entrado. Los indultos deberían estar resueltos y Dolors tendría que pasar estas navidades con su hija y su madre. Si salen será más fácil encontrar soluciones políticas. Hay razones humanitarias y políticas.

Hoy entran en vigor las nuevas restricciones decretadas por el Govern, pero no se han anunciado nuevas compensaciones. ¿Cómo lo valora? Echo en falta un equilibrio entre las medidas sanitarias y económicas. Aunque sin una fiscalidad justa es difícil tener recursos para ese equilibrio. Lo estamos viendo en países como Alemania, con un Estado fuerte y donde han podido cerrar porque había unas ayudas.

Las nuevas restricciones tampoco las han negociado con el sector, ¿le falta diálogo social a este Govern? Sí, algunos no se lo creen y la división entre socios tampoco ayuda. Si se hubieran convocado elecciones antes, como pedíamos organizaciones como UGT… los políticos están con un ojo puesto en la crisis y otro en las elecciones.

Al Govern le falta diálogo con los agentes sociales. Una parte no cree en ello y la división entre socios tampoco ayuda

¿Estas elecciones irán de independencia sí o no o cómo de gestionar la crisis? No lo se, tal vez una mezcla. La decisión del Supremo de revocar el tercer grado a los presos en vez de destensar, tensiona. Pero cada vez le veo más peso a la situación económica y cómo salir de la crisis. De aquí a febrero pueden pasar muchas cosas.

¿Los partidos que priorizan gestionar la crisis deberían pactar entre ellos? Las políticas del ámbito laboral, económico, industrial o social deberían estar por encima de partidismos ante esta crisis. Ha de haber grandes acuerdos para separar debates y encontrar consensos. Lo importante es que la gente pueda vivir dignamente. Hacen falta más políticas de Estado.

¿Hay algún sector que le preocupe especialmente? La política industrial. Ha habido gente que, en momentos de crisis, más que de político ha hecho de administrador de la propiedad. Que cuando cerraba una fábrica iban corriendo a buscar otra sin mirar a qué se dedicaba. ¿Cuántas empresas tenemos en Catalunya que nos puedan garantizar gel hidroalcohólico? ¿O mascarillas? En Alemania ya tenían esa autonomía antes de la crisis. ¿Qué hemos hecho para revertirlo? ¿Hemos pensado que modelo queríamos para la automoción? La transición hacia el coche eléctrico hace años que sabíamos que era inevitable y ahora vamos a prisa y corriendo para buscar un fabricante de baterías que se instale en Zona Franca.

La política industrial me preocupa. Ha habido algunos que han hecho más de administradores de la propiedad que de políticos

Otra de las mociones aprobadas en su congreso es la derogación de la reforma laboral. El PSOE lleva desde el 2018 en el Gobierno y todavía no lo ha hecho… Están incumpliendo lo acordado. Esta primavera ya tendría que estar suprimida la prevalencia de los convenios de empresa y recuperada la ultraactividad. Empezamos a estar cansados de grandes palabras. Para poder negociar en igualdad de condiciones la salida de la crisis y no perder derechos por el camino es imprescindible otra legislación laboral.

¿Qué harán si en el 2021 no se produce esa derogación? Se tendrá que ver en cada momento, pero evidentemente habrá que estudiar movilizaciones.

¿Una huelga general está encima de la mesa? Ahora mismo no está en el debate. Ahora hemos de centrar esfuerzos en conseguir que, mientras continúe la pandemia, no haya destrucción de ocupación. El 2021 será de crisis pandémica y hemos de conseguir que no se pase de los ertes a los eres. Y ahí recuperar algún tipo de autorización administrativa sería clave. Lo vimos en la anterior crisis, que muchas empresas cerraron aquí para irse a ganar dinero a otros países. La calidad de la ocupación de Nissan no se va con ella, lo que se llevarán a Asia o al sitio donde pasen a producir es explotación.

Una huelga general por la derogación de la reforma laboral no está encima de la mesa, hay que priorizar mantener la ocupación

Recuperar esa autorización administrativa no está en el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos… Ese es un acuerdo entre el Gobierno, no con los sindicatos. Es una herramienta clave para la salida de la crisis y tiene que recuperarse este 2021.

Lo inmediato es la subida del salario mínimo. UGT propone llegar a los 1.000 euros. ¿Ve al Gobierno dispuesto? En Europa los salarios mínimos están creciendo en todos los países. Los 50 euros que pueda subir el salario mínimo irá a pagar luz, agua, gas, alquileres, a comprar al comercio local… van a reactivar la economía. Si ese dinero se lo das a las empresas en ayudas no tienes esa garantía. No es solo un tema de justicia, sino que es una política de reactivación económica. La economía española tardará más en recuperarse este 2021 si no sube el SMI. ¿Por qué la gente que está en contra de subir el salario mínimo cobra 10 o 20 veces el salario mínimo? Nosotros queremos gobiernos de izquierdas para que hagan políticas de izquierdas.

Suscríbete para seguir leyendo