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La doble autentificación llega al comercio electrónico a partir del 1 de enero

Resumen del webinar 'La nueva era de las compras y ventas online'

Resumen del webinar 'La nueva era de las compras y ventas online'. / El Periódico

Guillem Tapia

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Justo cuando nos encontramos en el momento de mayor auge de la historia del comercio electrónico se avecina un cambio regulatorio que afectará a usuarios finales, vendedores y proveedores de servicios de intermediación de pago. Se trata de la Normativa Europea PSD2, que fue aprobada en el 2015 pero que entrará en vigor, en el caso de España, el 1 de enero de 2021.

El objetivo de la nueva regulación es muy claro: hacer que el proceso de compra-venta por internet sean más seguro. Conseguir transacciones online de menos riesgo es algo que beneficia a todos los actores que participan en la operación. Para el usuario final, el provecho es evidente, ya que se reducirá drásticamente el fraude. Este incremento de la seguridad también ayudará a que se supere uno de los principales escollos que todavía lastran al e-commerce: el miedo que aun tienen muchas personas a ser estafadas.

Superar este temor se traduciría en más ventas, por lo que la nueva ley es saludada por el sector. Sin embargo, se pone en cuestión la idoneidad del momento, ya que la PSD2 entrará en vigor en la recta final de la campaña de Navidad y traerá consigo pequeñas novedades que pueden afectar a las conversiones de las tiendas virtuales. EL PERIÓDICO y BBVA han reunido a expertos y responsables de negocios online en el 'webinar' “La nueva era de las compras y las ventas online” para explicar el funcionamiento de la nueva normativa y exponer cómo les afecará.

Los cambios para los usuarios

Sin duda alguna la gran novedad para el usuario a partir del próximo 1 de enero será la doble autentificación. “Hasta ahora el 75% de las operaciones se podían llevar a cabo simplemente con los datos que aparecen impresos en la tarjeta -esto es, número de la tarjeta, nombre y apellidos del titular, fecha de caducidad y el CVV- y solo en el 25% de los casos se pedía una segunda comprobación como, por ejemplo, un código enviado por SMS. Ahora los porcentajes se invertirán, y en 3 de cada 4 operaciones será necesaria esta doble autentificación”, expuso Manel Becerra, responsable de e-commerce de BBVA.

A partir del próximo año estas “segundas comprobaciones” -que se añadirán a la habitual de insertar los datos de la tarjeta- podrán ser de tres tipos. Es decir, para asegurar la operación el usuario deberá aportar “algo que sepa” (por ejemplo, un pin facilitado por su entidad bancaria), “algo que tenga” (el método del código que se recibe por SMS entra en esta categoría) o algo que sea (a partir de datos de identificación biométrica como la huella dactilar o el iris). Si bien en la actualidad los casos de estafa ya son escasos, este nuevo sistema reforzará todavía más la seguridad. “Por ejemplo, si alguien consiguiera la información que aparece en una tarjeta bancaria, estos datos no serían suficientes para cometer el fraude”, señala Becerra.

Los cambios para las tiendas virtuales

La mayoría de empresas que venden por internet tienen delegada la gestión de la pasarela de pagos en un tercero. En estos casos será el proveedor el que se encargará de implementar los cambios. De modo que la gran preocupación para las tiendas virtuales será no perder ventas como consecuencia del paso que se añadirá al proceso de compra-venta.

“Hay mucha gente a la que le sorprenderá el cambio y somos conscientes de que se perderán algunas transacciones a corto plazo”, señaló Joaquim Esteve, director general y fundador de Aladinia, una web centrada en los regalos de experiencia. En este sentido, las empresas pondrán especial atención en que la doble comprobación no afecte a sus ratios de conversión -porcentaje de personas compran en la web sobre el total de de visitas- y, en caso de detectar desviaciones importantes, tratar de corregirlas.

“El objetivo es bueno: que cualquier persona que realice una compra online pueda tener la confianza de que no tendrá ningún problema”, valoró Luis Alonso, director financiero de la plataforma de venta de ofertas de ocio Atrápalo. Más allá del potencial para aumentar las compras que puede tener la seguridad añadida, Alonso también le encuentra otro beneficio para los comercios online. “Al final los e-commerce tenemos que hacernos responsables de la mayoría de fraudes que se producen en nuestras plataformas, por lo que si se reduce también registraremos menos pérdidas en este apartado”, señala el directivo.

Un momento poco oportuno

Si bien los comercios online alaban el fondo de la PSD2, lo que sí discuten es el momento en que entrará en vigor. “La doble verificación requerirá una curva de aprendizaje por parte del usuario. Que se comience a aplicar el 1 de enero, que es una época de compras importante, supone un problema”, lamenta Alonso.

Esto se añade al momento delicado por el que pasan plataformas como Aladinia y Atrápalo, que han visto como las restricciones de movilidad y de actividades económicas han afectado muy duramente a sus negocios. “Para nosotros ha sido un año muy difícil. Durante el confinamiento las ventas se nos fueron a cero. En verano la gente tenía ganas de hacer actividades y se recuperó un poco el regalo de experiencias, pero sin ni siquiera acercarnos a los números de años anteriores”, relata Joaquim Esteve.

Una situación similar a la que está pasando Atrápalo, aunque Luis Alonso afirma que se comienza a ver la luz al final del túnel. “Hace un mes éramos más pesimistas. Ahora al menos sabemos que hay una vacuna y esto nos da la esperanza de que 2021 sea un año mejor que 2020”. De cara a las tendencias para el próximo ejercicio, Alonso pronostica que la situación no estará lo suficientemente normalizada como para viajar a cualquier parte del mundo. “El turismo nacional seguirá prevaleciendo y, más allá de esto, las zonas de Europa y América del Norte donde haya más seguridad sanitaria serán las opciones preferidas para los usuarios”.

Bizum para pagar online

En los últimos años Bizum ha alcanzado una gran popularidad como servicio de pago móvil e inmediato entre particulares. Tras consolidarse como método de pago interpersonal, ahora el foco de la plataforma está puesto en crecer como herramienta de pago online. No obstante, el funcionamiento de Bizum cuando pagamos a un negocio es algo diferente a cuando pagamos a un amigo o familiar. La tienda online solicita el número de teléfono y el pin Bizum y, acto seguido, la entidad bancaria del usuario le manda un mensaje que sirve para confirmar la compra.

“Creemos que tiene mucho recorrido como método de pago en el entorno móvil por su comodidad, ya que se evita que tener que consultar la tarjeta cada vez que hay que efectuar una compra”, señala Becerra del BBVA. Bizum es la marca del servicio que presta Sociedad de Procedimientos de Pago, una empresa que está participada por las principales entidades financieras de España.

Bizum ha experimentado un crecimiento espectacular durante el último año: ha doblado su número de usuarios hasta los 12 millones con una media de 20.000 nuevas altas diarias. Entre los clientes de banca digital ya presenta una penetración del 70% y, entre estos, más del 90% han hecho como mínimo algún envío de dinero en el último mes. En el año que Bizum lleva activo como solución para comprar en tiendas virtuales, más de 4.200 comercios online lo han incorporado como una opción de pago más, y ya ha alcanzado el medio millón de operaciones por un importe superior a los 30 millones de euros.

Una tarjeta lisa para prevenir los fraudes

La Normativa PSD2 tiene por objetivo reforzar la seguridad en los pagos online y, en esta misma línea, BBVA ha lanzado Aqua. “Se trata de una tarjeta que pondrá las cosas más difíciles a los delincuentes”, asegura Manel Becerra, responsable de e-commerce del BBVA. La tarjeta es completamente lisa, por lo que "se evita el riesgo de que alguien nos la robe o se anote los datos para utilizarlos posteriormente". También dispone de un CVV -el pequeño número que aparece en la parte posterior de la tarjeta- dinámico que cambia en cada transacción. Esto sirve para que, si en el peor de los casos alguien capturara los datos al introducirlos en una web con el objetivo de hacer un uso malicioso, no podría utilizarlos porque el CVV ya no sería el mismo.

A pesar de estas novedades y la capa extra de seguridad, la experiencia de compra en el entorno presencial no cambia. “El único cambio es en la estampación, pero a nivel electrónico tiene las mismas características que cualquier otra tarjeta. El pago en los comercios, ya sea a través de contactless o introduciéndola en el TPV, es igual”, señala Becerra. “Se trata de una herramienta que ha nacido por y para el mundo digital pero sin olvidarnos que debe funcionar en el entorno físico”, resume el directivo.