política monetaria

El BCE amplía las compras de deuda en medio billón hasta marzo del 2022

El banco central también ha aumentado y flexibilizado las inyecciones de liquidez barata y masiva a la banca

Lagarde lo plantea como un "puente" hasta que se alcance la inmunidad de rebaño a finales del 2021

El organismo prevé contracción del PIB del euro en el cuarto trimestre y una recuperación más lenta de lo esperado

Presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde

Presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde / Neil Hall

Pablo Allendesalazar

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El Banco Central Europeo (BCE) se ciñe al guión: más adquisiciones de deuda pública y privada para facilitar la financiación de los Gobiernos y más liquidez a los bancos para que den créditos. Y todo ello durante más tiempo, hasta pasados lo dos años del estallido de la pandemia, con el objetivo de reactivar una economía de la zona euro tumbada por el coronavirus y noqueada por su segunda ola.

La inmensa mayoría de las previsiones estiman que el PIB de la unión monetaria no volverá al nivel previo al covid-19 antes del 2022, con lo que el nuevo paquete de medidas del BCE busca hacer de "puente" para las empresas y los hogares hasta que se alcance una "suficiente inmunidad de rebaño" a finales del 2021 que permita que la actividad, particularmente la del sector servicios, "empiece a funcionar bajo circunstancias más normales". Así lo ha asegurado este jueves su presidenta, Christine Lagarde, que también ha urgido a los líderes políticos de la UE a desbloquear el plan comunitario de reestructuración, que una vez desplegado dará aire al BCE para ir retirando sus apoyos.

El banco central ha cumplido las expectativas que generó en el mercado tras su reunión de octubre. Como se esperaba, su consejo de gobierno ha ampliado el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) desde finales de junio del 2021 hasta "al menos" el cierre de marzo del 2022, al tiempo que ha incrementado su dotación en 500.000 millones de euros, desde los 1,35 billones de euros -de los que aún quedan unos 630.000 millones por utilizar- a los 1,85 billones. Además, ha extendido la tercera ronda de subastas de liquidez masiva y barata a las entidades financieras, así como flexibilizado las condiciones para acceder a las mismas.

Recuperación más lenta

El enésimo impulso a las medidas excepcionales de política monetaria en los últimos años se basa en las nuevas previsiones macroeconómicas del banco central. En septiembre mejoró las que había emitido en junio, tras constatar un "fuerte repunte" de la actividad en el tercer trimestre (12,5% frente al segundo), pero ahora ha vuelto a aumentar su pesimismo sobre la velocidad de la recuperación como consecuencia de la segunda ola del coronavirus, que ha resultado más dura de lo que se esperaba, con las consiguientes medidas de contención por parte de los Gobiernos. Lagarde ya advirtió hace unas semanas de que las vacunas son una buena noticia, pero no tendrán un efecto positivo en la economía a corto plazo.

El BCE, así, estima que el PIB del euro caerá el cuarto trimestre frente al tercero un 2,2%, frente al crecimiento del 3,1% previsto anteriormente. El desplome de la economía de este año será del 7,3%, menos pronunciado de lo esperado hace tres meses (8%) y hace seis (8,7%) gracias al fuerte rebote del verano. Pero la recuperación será más lenta de la prevista: 3,9% el año que viene (frente al 5,2% esperado en junio y el 5% augurado en septiembre), 4,2% en el 2022 (3,3% y 3,2%, respectivamente) y 2,1% en el 2023. La institución también ha revisado a la baja ligeramente sus expectativas sobre la inflación, actualmente en el -0,3% y que seguirá lejos de su objetivo de que se sitúe cerca pero por debajo del 2%: 0,2% este año, 1% el próximo, 1,1% en el 2022 y 1,4% en el 2023.

Medidas ampliadas

El programa de compras de deuda -lanzado en marzo y ampliado ya por primera vez en junio- busca contener las primas de riesgo para facilitar que los Gobiernos puedan financiar a bajo coste sus medidas mitigadoras de los impactos del coronavirus. El 93% de las adquisiciones se han centrado en deuda pública hasta ahora, frente al 71% de los programas anteriores.

En consecuencia, el Tesoro español ha subastado este jueves por primera vez bonos a 10 años con interés negativo. Es decir, que en una década devolverá un 0,016% menos dinero del recibido. Lagarde, eso sí, ha precisado que el BCE no se gastará toda la cantidad prevista si no lo considera necesario, si bien también ha dejado la puerta abierta a aumentar la dotación y extender la duración del programa si es preciso.

Aumentar el crédito

La inyección de liquidez a los bancos, por su parte, trata de fomentar que estos presten a empresas y familias, al contrario que en la crisis del 2008-2012. En concreto, el BCE ha aumentado en doce meses, hasta junio del 2022, las condiciones favorables de las subastas (las entidades pueden devolverle hasta un 1% menos de lo que reciban si al cierre del 2021 han mantenido o aumentado el volumen de créditos con que iniciaron el pasado octubre). Además, el banco central realizará siete subastas adicionales el año que viene y ha ampliado tanto las cantidades que pueden pedir los bancos como las medidas de flexibilidad respecto a los activos que pueden presentarle como garantía.

Pese a que algunos analistas no descartaban que el BCE redujese aún más los tipos de interés desde los niveles mínimos históricos en que llevan instalados desde marzo del 2016, su consejo los ha dejado intactos. El precio oficial del dinero, así, seguirá en el 0%, mientras que la facilidad marginal de crédito (el dinero que cobra a los bancos por prestarles) se mantendrá el 0,25% y la facilidad de depósito (el dinero con que remunera a los bancos por guardarles el dinero) permanecerá en el -0,50% (es decir, que les cobra en lugar de pagarles). Algunos expertos no excluyen la posibilidad de que termine por rebajar esta última referencia hasta el -0,6% y el banco central dice tener margen para hacerlo, si bien hay discrepancias internas al respecto por su impacto negativo en la rentabilidad de los bancos.

El consejo de gobierno insta a desbloquear el plan de reconstrucción

El consejo de gobierno del BCE ha reclamado este jueves a los estados miembros de la Unión Europea que "entre en funcionamiento sin demora" el plan de reconstrucción Next Generation EU, bloqueado por Hungría y Polonia.

"Una orientación presupuestaria ambiciosa y coordinada sigue siendo fundamental, habida cuenta de la fuerte contracción de la economía de la zona del euro. Las medidas fiscales que se tomen en respuesta a la emergencia pandémica deben, en la medida de lo posible, ser específicas y de carácter temporal. Al mismo tiempo, la débil demanda de las empresas y los hogares y el mayor riesgo de retraso en la recuperación a la luz de los nuevos confinamientos debidos a la segunda ola de la pandemia justifican el apoyo continuo de las políticas fiscales nacionales", ha añadido.