Posee el 53% de la empresa audiovisual

Orient Hontai, el enigmático accionista chino de Mediapro

El fondo opera envuelto en la máxima discreción y con intereses eclécticos, que van del juego ‘on line’ a farmacéuticas 

La sede pequinesa de Hontai, que comparte con su matriz, está en el norte de Andingmen

El edificio de Mediapro, esta mañana.

El edificio de Mediapro, esta mañana. / periodico

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Comparecieron gigantes como el grupo francés Vivendi, el estadounidense Liberty Media o el chino Dalian Wanda, pero la venta de un paquete accionarial mayoritario de Imagina Media Audiovisual, surgida de la fusión de Mediapro y Globomedia, se acordó en 2018 con un ignoto fondo de inversión chino.

Más de 1.000 millones de euros destinó OrientHontai para hacerse con el 53% de la compañía audiovisual española. Y, cuatro meses después, obtuvo la preceptiva luz verde de Pekín. La operación se firmó cuando solo faltaban tres días para que venciera el plazo. Por aquel entonces, Mediapro aspiraba a liderar el mercado de derechos del fútbol en Europa y preveía salir a bolsa, cuestiones que con el tiempo y la pandemia se han ido diluyendo, ya que la compañía atraviesa dificultades financieras y Moody’s le ha rebajado la nota de solvencia hasta niveles de valor especulativo.

Pero ¿quién está detrás del fondo de inversión privado chino que tiene la mayoría del capital del grupo catalán, en cuyo capital también están la británica WPP, con el 22,5% y los fundadores 'Tatxo' Benet y Jaume Roures, con el 12% cada uno?Para hacerse una idea hay que recurrir  aun ‘collage’ de retales pescados de la prensa china, escasos y frecuentemente contradictorios, que obliga a orientarse entre una madeja de subsidiarias y matrices de nombres similares, cargos solapados y cambios de denominaciones.

Fondo tecnológico

Oriental Hontai nació en 2014 y se presenta en las páginas especializadas como un fondo volcado en los sectores de tecnología, medios de comunicación y biotecnología y experiencia en importantes compras y fusiones en China y el extranjero. Es uno de los brazos inversores de OrientSecurities, creada 20 años atrás y erigida ya en uno de los pesos pesados del gigante asiático, que posee el 51% de su capital.

Entre los inversores de la empresa madre figuran eléctricas y otras compañías de la municipalidad de Shanghái, una evidencia de la imbricación entre los sectores públicos y privados en China. Cotiza en Shanghái y Hong Kong, con una capitalización superior a los 10.000 millones de eurosEl 49 % restante de Hontai Capital pertenece al fondo de inversión Yunzhuo Capital. MaYuntao relevó a Chen Bo al frente de la compañía, según informaciones periodísticas, y la web investsize.com asegura que registró 11 millones de dólares de beneficios anuales en 2018. 

Cuesta encontrar un teléfono, un email, una web o una sede de OrientHontai. “No es raro, muchos fondos carecen de web o tienen una de aficionados. Son gente que hacen negocios y eluden la exposición pública”, desdramatiza un experto del sector financiero. La reciente cancelación de la salida a bolsa de AntGroup, tras las críticas del mediático y riquísimo Jack Ma, cofundador de Alibaba, al sistema financiero chino, recordó que conviene un perfil bajo como estrategia de éxito.

OrientHontai sublima la discreción. Sus responsables no responden a los mensajes por redes sociales y su cuenta oficial de Wechat es una anodina sucesión de ofertas laborales y notas sobre actos públicos. Fuentes de la Liga de Fútbol Profesional recuerdan que la compañía rehusó educadamente que su nombre figurase en los actos por el acuerdo con Mediapro

Fondo solvente

La sede pequinesa de Hontai, que comparte con su matriz, está en el norte de Andingmen, una de las zonas remozadas durante el frenesí preolímpico y que rivaliza con tradicionales distritos financieros como Guomao. La alberga un arrogante y estilizado rascacielos de fachada de cristal y suelos de noble mármol que domina el horizonte. Las oficinas están situadas en uno de los pisos más altos. Es necesaria una llave magnética en el ascensor así que el periodista previsiblemente indeseado requiere de varias artimañas para alcanzar su puerta. Abundan los jóvenes con ese inglés sin acento que revela estudios universitarios en el extranjero. Todo remite a la solvencia.

El asistente del director ejecutivo me invita a entrar en una sala y a salir tras la segunda pregunta. También a enviarle a su jefe las preguntas por email que no contestará. Me intereso por las causas de la odisea que exige contactar con ellos y que deben sufrir también los millonarios con interés por invertir con ellos. “No funcionamos así, los potenciales inversores no vienen aquí sino que tienen que pasar por unos rigurosos exámenes bancarios previos”, contesta.  

Los problemas de PPTV, la plataforma china que había dominado los derechos deportivos europeos, ha abierto la puerta a nuevos competidores. En la apuesta de OrientHontai convergen dos intereses oficiales: el de Pekín, que anima a invertir en sectores estratégicos globales, y el del presidente, Xi Jinping, resuelto a convertir de una vez a su país en una potencia futbolística tras décadas oprobiosas.

Un vistazo a la hemeroteca revela una cartera ecléctica y periódicas adquisiciones de prometedoras ‘start ups’. Figuran ShandaGames, FunPlusGames y China Mobile GameEntertainment, del sector de los juegos ‘online’. También participa en la consultora Tiger Brokers y este año adquirió por 34 millones de euros la farmacéutica XWPharma, con sede en Wuhan. En el mercado internacional tropezó con las tensiones geopolíticas cuando en el 2016, en los albores de la guerra comercial, Washington frenó la compra de la plataforma de análisis de márketingAppLovin apelando a la seguridad nacional.  

Suscríbete para seguir leyendo