nuevas contrataciones

El empleo 'se reparte' en la primera Navidad covid

El sector de la logística será el único que genere nuevas contrataciones, mientras el comercio y la hostelería se ven lastrados por las restricciones a la movilidad

Coronavirus. Trabajadores ejerciendo en Barcelona a pesar del estado de alarma

Coronavirus. Trabajadores ejerciendo en Barcelona a pesar del estado de alarma / periodico

Gabriel Ubieto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tiendas con restricciones de aforo, centros comerciales semidesiertos, restaurantes sin cenas de empresa y discotecas sin fiestas de Noche Vieja. El coronavirus plantea una campaña de Navidad totalmente atípica y ello tendrá un efecto directo en el número (y el tipo) de contrataciones que se realizarán en esta recta final del año. Esta acumula números para ser la más discreta en los últimos cinco años y con un componente fuertemente digital.

La primera estación del maratón navideño de fechas abonadas para el consumo masivo es este Black Friday, en su versión más ‘on line’. Las previsiones de las empresas de trabajo temporal son que la logística va a necesitar más manos, mientras que el resto de sectores apenas generará nuevas contrataciones. Si ponemos el foco únicamente en la semana del Black Friday, la consultora Adecco prevé un total de 184.000 nuevos contratos; una cifra parecida a la del año pasado. Estos días lo que dejarán de contratar las tiendas físicas lo compensarán las cadenas logísticas.

No obstante, si se amplía el foco a toda la campaña de Navidad, donde la restauración gana peso (cenas de empresa, celebraciones familiares y otros atracones típicos antes del virus), la contratación bajará. En términos absolutos habrá un tercio menos de contrataciones que la campaña del año pasado; según cifras recopiladas por la consultora Randstad. Pues si el año pasado se firmaron desde noviembre hasta enero 441.554 contratos, este año se prevén unos 289.280. La campaña más discreta desde el 2015, en plena salida de la crisis financiera.

Menos dependientes, más repartidores

El gabinete de esta empresa de trabajo temporal anticipa una caída generalizada de la nueva contratación de cerca del 40% en Catalunya, con importantes matices por sectores. En un lado está la cruz: el comercio y la hostelería apenas ficharán a temporales para cubrir el aumento de la demanda y buscarán esas manos reactivando a trabajadores del erte; pues las actuales cláusulas para acceder a las ayudas para los ertes de la covid impiden realizar nuevas contrataciones, externalizar servicios o pagar horas extras a todas aquellas firmas que tengan a empleados en suspensión. Y en el otro la cara, pues el sector de la logística, especialmente el de la paquetería, sí crecerá en ocupación.

"Hemos ampliado tanto el espectro de consumidores de compra ‘on line’, como el espectro de productos que compramos 'on line'", apunta el director de Randstad Research, Valentín Bote. Lo que se traduce directamente en nuevas contrataciones para cubrir el vacío (obligado en muchos casos) del consumo en tienda física, algo que ya se viene evidenciando desde el inicio de la pandemia. Los datos de la última encuesta de Población Activa (EPA) del INE así lo constatan, pues en el último trimestre los ocupados en actividades postales han aumentado el 24,1%.

Consumo mermado, contratación paralizada

Los datos de Randstad apuntan en la misma dirección que los de otras casas de estudios, como la de la patronal de las empresas de empleo temporal Asempleo. Según explica el director de su gabinete técnico, Alejandro Costanzo, las ETTs cerrarán el año por debajo de la cota de un millón de contratos firmados, lo que representa una caída de entre el 10 y el 12% respecto al año anterior. Perfiles como dependientes comerciales, promotores, reponedores o personal para la atención al cliente apenas firmarán contratos este año, según cuenta.

Los trabajadores en erte han visto reducido su poder adquisitivo el 30%, como mínimo

La falta de contrataciones tiene un efecto sobre parte del consumo y la falta de consumo tiene un efecto sobre las contrataciones. Un pez que se muerde la cola y que pronostica unas navidades austeras para algunos. "Sectores como el comercio o la restauración llevan muchos meses con la lengua fuera y la gente en erte ha perdido mucho poder adquisitivo. Con la prestación [de paro] da para poco más que para pagar facturas", apunta el responsable de servicios de CCOO de Catalunya, Ramón González.

En España hay actualmente 707.000 personas en erte y en el momento de máximo confinamiento se alcanzó la cifra de 3,4 millones de afectados. Es decir, uno de cada cinco asalariados en España ha visto mermar, durante más o menos tiempo, su poder adquisitivo desde que comenzó la pandemia. Lo que tiene un efecto directo, si bien de momento transitorio, sobre la renta de estos trabajadores. Hasta el punto que un reciente informe de Adecco el poder adquisitivo medio en España retrocedió, en términos relativos, a niveles del 1989.

Suscríbete para seguir leyendo