sector financiero

Los bancos hacen cuentas para retomar el pago de dividendos a los accionistas

Sede del Banco Central Europeo, en Fráncfort.

Sede del Banco Central Europeo, en Fráncfort. / bc

P. Allendesalazar

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los bancos españoles son conscientes de que las autoridades europeas se inclinan hoy por hoy por no prologar a partir de enero la prohibición 'de facto' de remunerar a sus accionistas vía dividendos o recompra de acciones. Pese a que saben también que la decisión no está tomada y que dependerá de que la economía no se deteriore aún más de lo previsto, las entidades están haciendo cuentas para poder retomar los pagos cuando sea posible. El sector confía en que el Banco Central Europeo (BCE) permita repartir a los propietarios entre el 20% y el 30% de los beneficios ordinarios, frente al entre 40-50% medio de antes de la pandemia.

Diversas fuentes bancarias creen improbable que el BCE fije otro tipo de límites, como un porcentaje de capital a partir del cuál se podría retribuir al accionista o que solo puedan hacerlo las entidades que tengan beneficios finales (incluyendo los impactos extraordinarios). Ello se debe, sostienen, a que al banco central le preocupa especialmente estigmatizar a las entidades más débiles. De hecho, no se descarta que el organismo prolongue unos meses el veto para evitar señalarlas. Pero su escenario central es que la institución fije el criterio de 'pay out' (porcentaje del resultado ordinario distribuible) y luego comunique discretamente a cada banco si le permite pagar dividendos o no.

Los supervisores, así, barajan que en la práctica la recuperación de los pagos se limite a las entidades más sólidas. Los 12 bancos españoles bajo control del BCE tienen amplios colchones de capital sobre los requisitos individualizados impuestos a cada uno, pero unos más que otros. A la cabeza están Kutxabank (932 puntos básicos: 17,52% de capital frente a una exigencia del 8,2%), Unicaja (755), Bankia (641) y Liberbank (590). Por detrás se sitúan CaixaBank (458), Abanca (455), Ibercaja (450) y Bankinter (427). Y a la cola aparecen Cajamar (356), Sabadell (348), Santander (312) y BBVA (293, que ganará otros 300 cuando cierre la venta de su filial estadounidense).

Diferente solidez

Ello no implica necesariamente que las primeras tengan más posibilidades de pagar dividendos que las últimas porque otros factores también juegan un papel fundamental: la capacidad de generar capital reteniendo beneficios, la de absorber el incremento previsto de la morosidad con los resultados, y el nivel de provisiones actual para afrontar futuras pérdidas por impagos y devaluaciones de activos.

Además, el Banco de España ha calculado que la solvencia del sector bajará del 12,4% del cierre del año pasado al 10,8% y el 8,5% en el 2022 si la economía sufre una caída acumulada hasta entonces del 1,6% (escenario central) y del 5,7% (escenario adverso). El sector, apuntó hace unas semanas, es "capaz de resistir el elevado impacto económico" de la pandemia, pero persisten "incertidumbres notables" y no se puede descartar que alguna entidad sufra "alguna perturbación específica". Es decir, que la situación general es sólida, pero no todos los bancos son igual de solventes.

Sea como fuere, los expertos confían también en que la restricción se levante parcialmente, como han señalado recientemente los analistas de Goldman Sachs. "Si se mantiene la prohibición total, esperamos una reacción severamente negativa del mercado", advirtieron. Los de Morgan Stanley, sin embargo, han destacado que el BCE parece más reaccio que sus homólogos de Inglaterra, Suiza y los Países Nórdicos, y no descartan que prolongue la prohibición hasta las pruebas de resistencia de julio.  

Suscríbete para seguir leyendo