GOBERNANZA EUROPEA

Bruselas avala el plan presupuestario español pero alerta de la elevada deuda

Silvia Martinez

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La Comisión Europea considera que el plan presupuestario del 2021 relativo al conjunto de las administraciones presentado por el Gobierno de España “se ajusta globalmente” a las recomendaciones europeas y que la mayoría de las medidas incluidas en el borrador sirven para apoyar la actividad económica en el contexto actual de máxima incertidumbre debido a la pandemia de coronavirus. Bruselas alerta, no obstante, de que, dado el elevado nivel de deuda pública y los desafíos a la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio plazo, España debe asegurarse de que “las medidas presupuestarias preservarán la sostenibilidad” de las finanzas públicas “a medio plazo”.

Es el mensaje que ha trasladado este miércoles el Ejecutivo comunitario al Gobierno de Pedro Sánchez en una evaluación económica y fiscal “cualitativa” del Semestre europeo un poco especial. Más allá de un primer análisis sobre el paquete de medidas remitido el pasado 15 de octubre, Bruselas ha tenido en cuenta el elevado nivel de incertidumbre y la desaceleración económica provocada por el coronavirus pero también la suspensión de las reglas de déficit y deuda pública del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, como consecuencia de la pandemia y que seguirá suspendido al menos hasta finales de 2021.

La conclusión es que los gobiernos, incluido el de España, deben seguir aplicando las mismas recetas: mantener las políticas de estímulo a la economía, apoyar la recuperación a corto plazo y preparar los planes de reforma e inversiones para cuando se ponga en marcha el Fondo de recuperación de 750.000 millones, bloqueado por Hungría y Polonia, y que una vez en funcionamiento permitirá a España acceder a un adelanto de 6.400 millones en 2021. Todo ello, sin embargo, sin dejar de mirar al futuro. "Hay que garantizar que las medidas no se retiran prematuramente pero hay que mirar más allá", ha recordado el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis

Revisión "periódica" de las medidas

Bruselas invita a España a “revisar periódicamente” el uso y la eficacia de las medidas de apoyo a la economía adoptadas estos últimos meses, a comprobar que siguen siendo adecuadas y a “adaptarlas” si las circunstancias cambian. "Los niveles de deuda van a aumentar de forma inevitable y por eso los Estados miembros deben adoptar medidas que no supongan una carga permanente para las cuentas publicas", ha recordado Domvrovskis alegando que "eso solo haría más difícil regresar a una posición fiscal prudente" cuando la crisis del covid19 quede atrás.

Se trata de un terreno en el que España juega con mucha desventaja. Según las últimas previsiones de otoño de la Comisión, la deuda pública española se disparará este año -al 120,3%, al 122% en 2021 y al 123,9% en 2022- lo mismo que el déficit que a finales de 2022 seguirá todavía en el 8,6% del PIB. Aún así, España es, junto a Chipre, Bélgica y Luxemburgo, el país de la Eurozona que menos medidas de emergencia planea adoptar en 2021, por debajo del 1% del PIB, y muy lejos del casi el 5% que destinarán Eslovaquia y Austria o el 4% de Lituania, Irlanda e Italia. Un porcentaje que Bruselas achaca a que el presupuesto no incluye la extensión de medidas de protección como los ERTE.

Menos ingresos

El documento de trabajo que acompaña al dictamen también subraya que muchos de los planes sectoriales del gobierno español no han sido detallados en el borrador presupuestario y rebaja las previsiones de ingresos del Gobierno en relación a la tasa a las transacciones financieras -de 850 a 425 millones-, a los servicios digitales -de 968 a 800 millones así como el impacto de las medidas de la lucha contra el fraude que Bruselas cifra en 425 millones frente a los 828 millones previstos por el gobierno. Aunque la Comisión tampoco ha tenido en cuenta en su impacto algunas previsiones de ingresos proyectadas por el Gobierno en materia de impuestos indirectos, aumento por IVA, tasa al plástico o fiscalidad verde, los expertos europeos señalan que el gasto público también se verá impactado por la revinculación de las pensiones a la inflación. 

La misma recomendación que España respecto a la sostenibilidad a medio plazo también han recibido Bélgica, Grecia, Italia y Portugal. El Ejecutivo comunitario destaca que el grueso de los planes presupuestarios nacionales contienen medidas de carácter temporal con algunas excepciones como es el caso de Francia, Italia Lituania y Eslovaquia que, según el análisis preliminar, “no parecen ser temporales”. Las recomendaciones no incluyen, sin embargo, deberes ni petición de ajustes concretos dada la suspensión de las reglas del pacto. "Todos los proyectos están en general en línea con las recomendaciones”, concluyen.

Desequilibrios macroeconómicos

La evaluación de los planes presupuestarios coincide con la presentación del informe de alerta temprana sobre desequilibrios macroeconómicos, un ejercicio instaurado en 2011 para identificar potenciales riesgos como una caída de la competitividad o la creación de burbujas inmobiliarias. El Ejecutivo comunitario considera que la crisis provocada por el coronavirus ha creado nuevos riesgos y que la docena de países en los que ya se identificaron riesgos en febrero de 2020, entre ellos Francia, Italia, Portugal, Holanda o España, deben ser objeto de un análisis en profundidad que se publicará junto a la evaluación de los programas de estabilidad y convergencia en primavera de 2021. 

El ejercicio se completa con informes de supervisión sobre los rescates a Irlanda, Chipre, Portugal y España. En el caso español, los expertos de la Comisión y el BCE concluyen que las medidas de estímulo han "mitigado" el impacto de la pandemia y el riesgo crediticio y que pese al brote de coronavirus mantiene la confianza de los mercados. No obstante, alertan de que los desafíos para la economía real han aumentado y que el impacto de la crisis sobre el sector financiero sigue siendo "incierta" aunque se ha mantenido la estabilidad gracias a las medidas de apoyo introducidas por las autoridades y la resiliencia construida durante la última década.