sector financiero

La fusión BBVA-Sabadell provocará el cierre de entre 1.200 y 1.500 oficinas

Sabadell Bbva

Sabadell Bbva / DAVID CASTRO

P. Allendesalazar/ M. Jiménez Botías

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La fusión del BBVA y el Sabadell, o más bien la absorción del banco vallesano por el grupo de origen vasco, coge velocidad. Los consejos de administración de las dos entidades prevén analizar la propuesta sobre su integración en diciembre, si las negociaciones avanzan al ritmo esperado y las partes llegan a un acuerdo, según informan fuentes financieras. De confirmarse, la operación conllevará un fuerte ajuste para lograr los ahorros de costes que la justificarán financieramente: el cierre de entre 1.200 y 1.500 oficinas, entre el 28% y el 35% de las 4.240 sucursales con que contaría el nuevo banco en un primer momento, con la consiguiente salida masiva de empleados de la red comercial y los servicios centrales.

Así lo han calculado diferentes casas de análisis como Autonomous Research (35% de solapamiento de redes: 1.484 oficinas), Barclays (1.232) y Bain & Company (1.250). El principal recorte se producirá más que previsiblemente en Catalunya, donde los dos bancos contaban con 1.232 oficinas al cierre del año pasado (687 el BBVA, tras las absorciones de Unnim y Catalunya Banc, y 545 el Sabadell), si bien los sindicatos estiman que actualmente han bajado ya a 1.084. Solo en Barcelona eran 894 oficinas en la provincia y 254 en la ciudad el pasado diciembre. También acumulan un número elevado de sucursales en las provincias de Madrid (545), Alicante (296), Valencia (209), Murcia (183), Asturias (165) y en la comunidad vasca (218).

Las principales firmas de análisis que han hecho estimaciones este martes (Autonomous, Morgan Stanley, Jefferies, Credit Suisse, JP Morgan, Alantra, Société Générale, Mediabanca y UBS) han calculado de promedio que los recortes que conllevará la fusión supondrán un ahorro equivalente al 37% de la base de costes del Sabadell (3.213 millones de euros el año pasado). Según la estimación media, el coste antes de impuestos de la reestructuración (el nuevo grupo contará en un primer momento con 148.028 trabajadores, de los que 46.365 estarán en España) ascenderá a 3.540 millones de euros.

Margen suficiente

El BBVA, en cualquier caso, tiene margen de sobra para afrontarla. La venta de su filial en Estados Unidos, anunciada este lunes, le permitirá ganar 8.500 millones de capital, con lo que su solvencia se elevará hasta el 14,5%. Los costes de la operación la harían bajar al 12,8%, según las estimaciones de los analistas, con lo que todavía tendría margen para remunerar al accionista como ha prometido. Además, al comprar el Sabadell por un precio inferior muy inferior a su valor en libros (entre 0,3 y 0,4 veces este), generará un 'badwill' o fondo de comercio negativo de entre 4.700 (Credit Suisse) y 10.000 millones (Autonomous).

Esta cantidad no entra en caja y por lo tanto no se puede pagar a los accionistas como dividendo, pero refuerza el patrimonio, con lo que se puede cargar contra este el coste de la reestructuración, el previsiblemente aumento de provisiones para elevar las coberturas del Sabadell (52%) al nivel del BBVA (64%), y los pagos por la ruptura de acuerdos con terceros en negocios como los seguros (unos 683 millones, según estimaciones del mercado). Los expertos prevén de promedio que la operación tenga un retorno de la inversión para el banco de origen vasco del 23,3%, con una rentabilidad sobre el capital tangible de la nueva entidad del 7,3% en el 2022.

En semanas

Las dos entidades se vieron obligadas este lunes a confirmar sus conversaciones después de una filtración a 'El Confidencial'. "A estas alturas, en este momento procesal, estamos sujetos a lo que dijimos ayer en el hecho relevante: estamos en el inicio de las conversaciones, no hay decisiones tomadas, están abiertas las 'due diligence', y en las próximas semanas sabremos cuál es el resultado", ha asegurado Jaume Guardiola, consejero delegado del Sabadell, en unas jornadas financieras de Deloitte y ABC. Se espera que el ejecutivo no continúe si se cierra la fusión, pero que Josep Oliu, su presidente, siga vinculado al proyecto con algún cargo no ejecutivo. Las conversaciones, por el momento, han obligado a paralizar sus negociaciones con los sindicatos para recortar 1.800 empleos.

El análisis de estas semanas debe servir para establecer el valor de las dos entidades y definir el precio a pagar por el BBVA (la mayoría de los expertos espera que sea en metálico, aunque Jefferies y Mediobanca creen que será mediante un canje de acciones y Alantra no descarta una fórmula mixta). El consenso de los analistas prevé una prima del 8,8% sobre el valor de cierre de las acciones del Sabadell de ayer, lo que supondría un precio de adquisición de 0,45 euros por cada título de la entidad, si bien hay mucha dispersión (algunos no prevén prima y otros estiman una de hasta el 25%, lo que lleva a precios de entre 0,419 y 0,524 euros por acción). La nueva entidad tendrá una cuota de mercado del 21% en el crédito (entre el 25% de CaixaBank-Bankia y el 14% del Santander) y del 22% en los depósitos (24% y 17% sus competidores, respectivamente).

En suspenso

El banco vallesano había emprendido un proceso de negociación con los sindicatos para llevar a cabo un recorte de de 1.800 empleados. Entidad y sindicatos han realizado ya varias reuniones, pero como consecuencia de las conversaciones para la fusión se ha suspendido el encuentro que debía realizarse este martes, en el que teóricamente se debía cerrar la negociación. CCOO ha planteado a la empresa un periodo de reflexión y suspender de forma momentánea la negociación de las condiciones económicas de esta reestructuración interna.

"La empresa ha aceptado esta solicitud y nos emplaza a una nueva reunión a principios de la semana que viene para retomar la negociación", ha señalado el sindicato. Los trabajadores señalan que el inicio de conversaciones entre el Sabadell y el BBVA no significa que se produzca la fusión, pero "es evidente que se abren variables que, a fecha de hoy, desconocemos cómo pueden afectar a esta negociación. Es por ello que posponer unos días la negociación nos dará, a todas las partes, la perspectiva necesaria para retomarla con las máximas garantías", ha señalado.

Ganar rentabilidad, no solucionar problemas de solvencia

En el mismo foro en el que ha participado Guardiola, Edouard Fernandez Bollo, miembro del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), ha defendido que las fusiones puede ser un instrumento para mejorar la eficiencia (relación entre ingresos y gastos, que en la zona euro está en un nivel "no bueno" del 67%) de las entidades, lo que les permitiría "aumentar la rentabilidad y atraer inversores". No son una vía, ha precisado, para solucionar problemas graves de solvencia, ya que para ello hay otros instrumentos comunitarios de resolución de problemas, que pueden pasar por la cesión de las entidades fallidas a competidores pero condicionado a medidas de reestructuración.

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