Coronavirus
50 industrias reciben subvenciones por transformarse por el virus
Rosa María Sánchez
Redactora jefe
Premio Carlos Humanes de Periodismo Económico 2020. Máster Universitario en Investigación en Periodismo por la Universidad Complutense, en 2023. Profesora en el Título de Postgrado Especialista en Información Económica de la Universidad Nebrija. Colaboradora en RNE.
Sara Ledo
Periodista
Sara Ledo / Rosa María Sánchez
España llegó a la crisis del coronavirus sin material sanitario suficiente para hacerle frente. Durante el confinamiento, faltaban mascarillas, respiradores y todo tipo de material de protección. La especulación del mercado chino, el único que disponía de estos productos en masa, y la gigantesca demanda, llevó a cientos de empresas españolas, comandadas por el Gobierno, a aumentar su producción o reorientar su actividad. Gran parte de ese esfuerzo ha quedado arraigado en muchas de ellas.
Un ejemplo fue la empresa Mondragón que puso en marcha una nueva línea de producción gracias a un contrato con el Ejecutivo para poner a disposición de las autoridades sanitarias 60 millones de mascarillas durante seis meses, a razón de 10 millones de mascarillas por mes.
De la artillería a los respiradores
Pero no fue la única, también la madrileña Escribano reconvirtió en el peor momento de la pandemia su producción de artillería y sensores balísticos para ayudar a Hersill a elaborar respiradores y la catalana <strong>Antonio Puig</strong> y la murciana Tahe han pasado de fabricar perfumes a hacer geles hidroalcohólicos. La firma textil <strong>Gari Gimeno</strong> cambió las batas y los camisones por la fabricación de mascarillas, igual que la multinacional de fabricación de productos absorbentes de higiene íntima con sede en Segovia, Drylock, o la empresa cordobesa de soluciones para el sector del frío, Efficold.
Otras compañías optaron por aumentar su producción ante la gigantesca demanda, como la granadina Vircell, que se dedica al desarrollo y fabricación de kits para el diagnóstico in vitro de distintas enfermedades, que incrementó la fabricación de kits PCR para la detección del covid. En la Comunidad Valenciana, una docena de firmas de Valencia y de Alicante se han beneficiado del del apoyo por emprender proyectos relacionados con el covid.
De animales a humanos
La reconversión sigue en pie ante la inminente necesidad de producir una vacuna. El mejor ejemplo es la pontevedresa Cz Veterinaria. Dedicada principalmente a la fabricación de vacunas y productos farmacológicos para animales, ha decidido destinar parte de su inversión en I+D para optar a la fabricación de lotes clínicos de la futura vacuna del coronavirus.
El Ministerio de Industria ha seleccionado a un total de 50 compañías –entre ellas las citadas-- a las que ha otorgado una subvención que, en conjunto, alcanza los 11 millones de euros.
El departamento que dirige Reyes Maroto recibió más de 350 solicitudes a esta convocatoria de estas ayudas por valor de 101 millones de euros. Finalmente seleccionó a 50 por un total de 10,9 millones de euros. La mayoría han sido empresas que recondujeron su fabricación hacia la producción de mascarillas y soluciones hidroalcohólicas, productos hoy de consumo diario masivo.
Solo en Catalunya hay 10 de estas compañías, de las que 9 están en la provincia de Barcelona (Air Val International, Puig, Cinteria Hispano Ítalo Americana, Confecciones Gari Gimeno, Laboratorios Cosméticos Lamarvi, Redfluid, Salló Kyra y Stat-Dx Life), una de Girona (Garcia de Pou) y otra en Lleida (Tecymain).
Toallitas con solución hidroalcohólica
Un ejemplo es la centenaria empresa familiar gerundense García de Pou (desde 1884), dedicada a la fabricación de productos no alimentarios de un solo uso, que ha apostado por reforzar su línea de producción de toallitas con solución hidroalcohólica en envases individuales. La inversión de unos 320.000 euros en nueva maquinaria ha sido subvencionada en un 80% por Industria y ha ido acompañada de nuevos puestos de trabajo y su consiguiente formación. «Esta inversión nos permitirá atender todos los pedidos», augura Aleix Palau, director financiero de García de Pou, que abastece a hoteles, restaurantes, bares y clientes mayoristas.
La existosa respuesta de las empresas permitirá disponer de suficiente material para abastecer «al sistema nacional de salud y al conjunto de la población, aumentar la capacidad exportadora y la generación de empleo y estar mejor preparados para hacer frente a la pandemia», indicó la ministra de Industria, Comercio y Turismo cuando se anunciaron los resultados preeliminares de estas ayudas. Para hacerse una idea, España antes de la pandemia fabricaba menos de 100.000 unidades de mascarillas al mes, en la actualidad esta cifra asciende a 110 millones.
Las 50 beneficiarias de subvención
En Barcelona: Air Val International, Puig, Cinteria Hispano Ítalo Americana, Confecciones Gari Gimeno, Laboratorios Cosméticos Lamarvi, Redfluid, Salló Kyra y Stat-Dx Life
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