EL PODER DE LOS DATOS

Transformar el dato en conocimiento: el gran reto para las organizaciones

Ser capaz de recopilar datos relevantes sobre los que basar la toma de decisiones es una de las claves para el éxito de las compañías en el futuro más próximo.

Ser capaz de recopilar datos relevantes sobre los que basar la toma de decisiones es una de las claves para el éxito de las compañías en el futuro más próximo

pixabay

pixabay / economia

Fran Leal

Fran Leal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Más allá de una cuestión cuantitativa, la recopilación ý manejo de datos en las organizaciones debe tener muy en cuenta la calidad de los mismos. Y es que, en la identificación de los datos que realmente necesitamos para poder tomar mejores decisiones está la clave.

En definitiva, se trata de convertir el dato en información útil para, posteriormente, poder transformar esa información en conocimiento para nuestras organizaciones. Algo que secundan desde el Modelo EFQM añadiendo el tratamiento ético a esta determinante ecuación.

Del dato al conocimiento

Entre las sesiones formativas que lleva a cabo el Club Excelencia en Gestión, la pasada semana tuvo lugar un webinar en el que Alfonso Ramos, director de Estrategias en Grupo Seidor, aportó las claves para que la comentada conversión de datos en conocimiento sea efectiva y permita alcanzar y mantener el éxito de las organizaciones.

Ante la relevancia que ha alcanzado la información en nuestros días, es fundamental entenderla y saber leerla, con vistas a anticiparnos. Así, “todo conocimiento nos debe sacar de nuestro estado habitual anterior”, llevarnos a la búsqueda de nuevo conocimiento allá donde aún no tenemos y, por ende, obligarnos a obtener nuevos datos. A fin de cuentas, como afirmó Ramos, el presente nos exige un análisis concienzudo, pero también una exploración en búsqueda de lo que nos puede deparar el día de mañana, dado que “los datos de hoy nos demuestran que hay mucha variabilidad, dispersión e incertidumbre”. De ahí la importancia de disponer de la información adecuada, “para poder extrapolar y anticiparnos”, sostuvo.

¿Cuáles son las claves?

Llegados a este punto, cabría preguntarse: ¿cuáles son entonces las claves a tener en cuenta para llevar a cabo este proceso de forma exitosa? En opinión de Ramos, existen dos pilares fundamentales: las personas, con nuevos perfiles formados a tal efecto, y la tecnología, que nos ayudará a acelerar el proceso y que llegue a buen puerto. En cualquier caso, según expuso el experto en la sesión, en torno al dato hay cuatro dimensiones que resultan determinante en este proceso de conversión en conocimiento:

  • Las personas. Debemos potenciar el desempeño y formar a la gente para un uso adecuado del dato.
  • Herramientas innovadoras que nos permitan obtener resultados diferentes a los que tenemos hasta el momento. Para ello, sería vital una inversión real (más allá de la palabrería) en Inteligencia Artificial, Machine Learning e IoT.
  • Una plataforma tecnológica que me ayude a trabajar el dato como es debido. Porque es importante hablar de datos, “pero lo es más hablar de calidad del dato”.
  • Eficiencia y agilización de la visualización del dato único, de calidad y en tiempo real. En este sentido, Ramos destacó que si somos capaces de hacer un proceso de integración de la información real, estaremos en el camino de lo que denominó como “eficiencia invisible”, algo de valor incalculable para las organizaciones.

Ahora bien, todo esto serviría de poco si, como apuntó Ramos, no damos respuesta a todos y cada uno de nuestros stakeholders (lo que vendría a ser el data driven). Y en torno a esto, resaltó la necesidad de contextualizar el dato para que pueda ser relevante. Porque el dato en sí mismo, no tiene sentido ni se entiende sin contexto. Además, no es atemporal y sin comparación con algo no puede ser un referente ni relevante. De hecho, un dato descontextualizado podría llevar a la confusión y a una toma de decisiones errónea. A fin de cuentas, “no se busca un modelo perfecto, sino útil; por eso, los datos tienen que ir de la mano del negocio”, afirmó.

Impulsar la cultura del dato

Por otra parte, otra de las asignaturas pendientes que tienen las organizaciones es la de fomentar una cultura del dato férrea. Al respecto, como compartió Ramos, solo el 24% de la toma de decisiones se toman en nuestras organizaciones en base a datos relevantes y, aunque quizás sorprenda, solo el 21% de los jóvenes de entre 16 y 24 años entiende la relevancia del dato. Estas cifras demostrarían que “aún estamos muy lejos de entrar en la sociedad del conocimiento”, por lo que resulta acuciante crear esa cultura del dato en las compañías. Para conseguirlo, Ramos citó una serie de aspectos a incorporar, como el hecho de entender de verdad la importancia que tiene el dato (y por tanto el conocimiento) como palanca de cambio. Del mismo modo, resulta fundamental la formación, con capacidad para enseñar y aprender, con especial mención a la mentorización. Por último, disponer de conocimiento estadístico sería igualmente imprescindible.