MEDIDAS CONTRA LA CRISIS

Pimec pide un rescate empresarial para evitar una ola de cierres sin control

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EFE

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El secretario general de PimecAntoni Cañete, reclama un plan de rescate a las empresas que vaya más allá de los préstamos y contemple créditos participativos y ertes más flexibles, para evitar así asistir a un ciclo de "cierres y despidos sin precedentes", de la mano de la segunda ola de la epidemia. En una entrevista con EFE, Cañete ha alertado de la debilidad con la que el tejido empresarial, en especial las pymes, se enfrenta a los nuevos rebrotes del covid-19 después de lidiar desde el pasado marzo con una caída generalizada de ingresos debido a las restricciones para frenar los contagios.

"No es culpa de nadie. Esto es un tsnunami, un movimiento de placas tectónicas que ya no puedes controlar. Sólo puedes gestionarlo y la ola no daña tanto cuando llega como cuando vuelve al mar", ha advertido, para emplazar a continuación a las administraciones a aplicar cuanto antes medidas diferentes a las utilizadas hasta ahora. El secretario general de la patronal catalana de las pymes ha abogado por aplicar "políticas de rescate", con medidas como la entrada de las administraciones en el capital de las empresas en problemas con créditos participativos para reforzar sus balances.

Fusiones

Esta actuación, que anima a llevar a cabo tanto al Gobierno como a la Generalitat, debería beneficiar a un segmento amplio de compañías, y no solo a las de mayor tamaño, y en especial a las "empresas tractoras". Al tiempo, Cañete es partidario de promover las fusiones y las alianzas empresariales para ganar competitividad.

En el ámbito laboral, una de las medidas que ve más urgente es dotar de más flexibilidad a los erte (los expedientes de regulación de empleo temporal), el instrumento más utilizado hasta ahora para mantener el empleo, de manera que se relaje la obligación de garantizar el puesto de trabajo hasta seis meses después de la activación de esta herramienta.

Cañete cree que si no se flexibiliza esta medida se está "dopando" el mercado de trabajo "de manera artificial", sin que responda a una necesidad real de la empresa y de la demanda, con lo que ese erte acabará convirtiéndose de manera inexorable, a su entender, en un ERE, un proceso de despido colectivo definitivo.

Realismo

En esta segunda ola de la pandemia, y tras meses de aplicación de los erte, el empresario cree que "hay que ser más realista y ajustarnos a la demanda real". "Si hay empresas que ya ven que en dos o tres meses acabarán presentando un ERE porque no pueden aguantar más, no tiene sentido mantener este gasto artificialmente porque sólo contribuirá a que se endeude más", ha señalado.

Pimec también reclama que se apruebe la ampliación del periodo de carencia de los créditos ICO y que el retorno de los préstamos pase de seis a diez años. Todas estas medidas ayudarían, a su juicio, a hacer frente a un escenario económico en España en el que augura se cumplirán las peores expectativas: una caída del PIB de alrededor del 15%, con una mayoría de las empresas (casi el 70%) con falta de liquidez y muy endeudadas. "Tenemos que ser conscientes de que esto ya no va de dar más préstamos, sino de hacer un planteamiento estructural para no asistir a un nivel de cierres y despidos sin precedentes", afirma, tras apuntar que a muchas empresas no les va a quedar más remedio que dejar de pagar facturas.

Cadena de pago

La ruptura de la cadena de pago es, ha subrayado, "lo peor que le puede pasar a la economía" porque actúa como un virus que, como el covid-19, se propaga con mucha rapidez y acaba contaminándolo todo. "Hay que cuidar y salvar a los que pagan los impuestos y crean puestos de trabajo si queremos continuar aplicando políticas sociales y pagar subsidios", ha dicho.

En Catalunya, Cañete recuerda que sectores como la hostelería, que suma 44.000 establecimientos en los que trabajan 210.000 personas, se está haciendo frente a una situación especialmente difícil por el cierre de bares y restaurantes decretado por la Generalitat, que incluso podría durar más de los 15 días previstos inicialmente.