Crisis industrial

Las protestas en cadena entre los proveedores de Nissan complican su salida ordenada

El acuerdo de Nissan para cerrar sus plantas en BCN

El acuerdo de Nissan para cerrar sus plantas en BCN

Gabriel Ubieto

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La paz social se le resiste a Nissan en Catalunya. Tras alcanzar un acuerdo con la Administración y los sindicatos para un cierre ordenado de sus factorías no ha vuelto a producir con normalidad. Ya no lo hacía antes por el propio conflicto de Nissan (94 días de huelga) y los efectos de la pandemia. La ruptura con Acciona, su principal subcontrata, ha tenido prácticamente paradas las líneas de montaje de la firma nipona desde agosto y después de este han llegado otros.

Este pasado miércoles los trabajadores de Magna, la empresa que le fabrica las fundas para los asientos, han iniciado una huelga en contra del ere planteado por la dirección. Tras estos está la posibilidad de que se sumen la plantilla de Tachi-S, que fabrican los bastidores de los asientos y a los que la dirección ya les ha sondeado con un despido colectivo. Conflictos laborales que se suceden en cadena y que complican el calendario de retirada pactado.

Unos 200 vehículos consigue ensamblar Nissan a la semana actualmente, según confirman desde la empresa. La ruptura del vínculo con Acciona y sus 556 trabajadores, que desempeñaba servicios logísticos, ha dejado muy mermada la cadena de producción de la fábrica de Zona Franca. Hasta el 31 de diciembre del 2021 la dirección local dejó firmado que garantizaría producciones para la multinacional y, de momento, el ritmo no es el esperado. Las subcontratas de Nissan se quedarán sin trabajo a partir de entonces y todas buscan pactar con sus trabajadores y su socios cómo romper ese vínculo en las mejores condiciones. O en las menos malas.

En Manga la firma ya ha planteado un ere a sus 60 empleados, los 42 de Tachi-S se temen una secuencia parecida a partir de la semana que viene y otros como los 130 trabajadores de ISS, encargados del mantenimiento y la limpieza de las factorías de Nissan, ya han buscado el asesoramiento jurídico del Col·lectiu Ronda ante posibles futuras restructuraciones. Otras firmas del ecosistema de subcontratas, como Tetry o Magneti Marelli, ya anticiparon sus reestructuraciones antes incluso de que se cerrará el calendario de salida de Nissan. Unos 15.000 puestos de trabajo dependen indirectamente de las factorías de la marca nipona en Catalunya.

La incógnita de la reindustrialización

Este jueves al mediodía está prevista la segunda reunión de la mesa de reindustrialización de Nissan. Una vez superado el formalismo de la primera, de esta se espera que las partes entren en materia. Y el principal escollo ahora mismo para mirar más allá del 31 de diciembre del 2021 es como llegar hasta dicha fecha. Y ahí entra Acciona. Los sindicatos ya han llevado al TSJC la impugnación del ere que presentó la multinacional en agosto y ejecutó a finales de septiembre.

Desde entonces Nissan y Acciona han mantenido contactos, según reconocen desde las empresas, pero de momento no ha habido acuerdo. El Ministerio de Industria ha tratado de mediar en ese conflicto para desencallar el asunto y poder comenzar, ya con paz social y sin huelgas en el polígono de Zona Franca, ha trabajar en el día después de Nissan. “El ruido no beneficia a nadie”, reconocen fuentes presentes en esa mesa de reindustrialización.

Especialmente para atraer a ese fabricante de baterías que ansía el sector de la automoción, que probablemente no podrá sostener toda la mano de obra que ocupaba Nissan, pero que sí permitirá de "mantener capacidades industriales", tal como gusta hacer referencia a la ministra de Industria, Reyes Maroto. Ya generó un notable enfado las filtraciones, un día después del cese de la ex 'consellera' de Empresa, Àngels Chacón, del nombre dos empresas que sondeaban la posibilidad de instalarse en Zona Franca: LG Chem y Schneider Electrics.

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