derechos laborales

Las trabajadoras del hogar se sindican

El sindicato Sindillar celebra su primer congreso estatal, cuidadoras municipales crean el SAD y CCOO de Catalunya constituye una área sindical propia para este colectivo

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Gabriel Ubieto

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Las trabajadoras del hogar comienzan a tener sus propias organizaciones sindicales. Años de picar piedra bajo fórmulas más asociadas con el activismo van eclosionando en aparatos más diseñados para la defensa de los derechos laborales. Este sábado se ha celebrado en Barcelona el primer encuentro estatal de trabajadoras del hogar y los cuidados, organizado desde el sindicato Sindillar. El mismo día que se ha creado el sindicato SAD, para cuidadoras de los servicios municipales, y la misma semana que CCOO de Catalunya ha constituido una área sindical específica para trabajadoras del hogar.

En el siglo XXI los sindicatos no son cuestión solo de hombres blancos con mono azul y las manos grasientas de trabajar en la linea de montaje de una fábrica. Así lo han dejado claro las militantes de Sindillar, arropadas por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. O las del SAD, codo con codo con el sindicato Las Kellys y bajo el busto de la pintora Pepita Teixidor, el primer busto de una mujer civil que se expuso en las calles de Barcelona.

Un sindicato para una trabajadora del hogar se le hace tan necesario como de difícil acceso. Pues el hecho de que una gran mayoría ejerza en negro, sean de orígenes migrantes diversos o trabajen en casas particulares, no todas juntas en un mismo punto, dificulta su organización. No existe un cálculo depurado de cuántas mujeres pueden ejercer en dichas condiciones. En la Seguridad Social están dadas de alta un total de 374.395 trabajadoras del hogar, según datos del mes de septiembre. Mientras que el INE registra unas 580.500 empleadas de este tipo. Desde Sindillar hablan de medio millón de "invisibles".

Las asistentes este sábado al encuentro organizado por Sindillar han planteado a la Administración la creación de un convenio colectivo en el que se reconozca "ante el Estado y la sociedad el trabajo que estamos haciendo las mujeres migrantes con las personas mayores". También han exigido cursos de formación específicos para su colectivo y que las administraciones pongan en marcha campañas de sensibilización y dignificación sobre su oficio.

Contra las externalizaciones

El SAD, por su parte, nace bajo un esquema parecido al de Las Kellys. Su planteamiento es el de combatir las prácticas de la externalización y su uso por parte de las empresas para abaratar costes y condiciones laborales mediante esta praxis. "Los ayuntamientos han dejado en manos de subcontratas ilegales los cuidados esenciales a personas y las vidas de las trabajadoras. Devaluando la dignidad de los ciudadanos asistidos y trabajadoras", han declarado en su acto fundacional.

Las organizaciones sindicales más tradicionales también tratan de evolucionar para dar cabida a estos colectivos bajo sus siglas. También este mismo sábado CCOO de Catalunya ha presentado su nueva área sindical para dar cobertura a este colectivo y sus 200 afiliadas. La central ha abierto un servicio de asesoramiento especializado, con dos puntos de atención presencial, en Barcelona y Hospitalet de Llobregat.