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Catalunya afronta la peor caída del PIB en 80 años

El vicepresident Aragonès, en la rueda de prensa para anunciar la movilización de 1.000 millones de euros para dotar de liquidez a las empresas afectadas por el coronavirus y mantener los puestos de trabajo

El vicepresident Aragonès, en la rueda de prensa para anunciar la movilización de 1.000 millones de euros para dotar de liquidez a las empresas afectadas por el coronavirus y mantener los puestos de trabajo / periodico

Agustí Sala

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Catalunya padecerá este año la peor caída de actividad desde la guerra civil, según las estimaciones del Govern. Al descenso del 10% en el producto interior bruto (PIB) este año, que el 'vicepresident' y 'conseller' de Economia, Pere Aragonès, adelantó en una entrevista con EL PERIÓDICO, añade un nuevo escenario que podría situar el descenso en el 12% si se agrava la crisis sanitaria. En ambos casos, los registros carecen de precedentes en más de 80 años, sewgún admiten en la Conselleria de Economia.   

Tanto en la mejor como en la peor de las estimaciones, la economia catalana recuperaría parte de lo perdido el año que viene, con un alza del 7,7% en la previsión más positiva y del 4,5% en la peor, que no permitiría recuperar el nivel precrisis al menos hasta dentro de dos años. En la entrevista con este diario, Aragonès remarcó que no se ha producido un descenso tan abrupto del PIB desde la etapa de la guerra civil.  

Consumo e inversión

La Conselleria de Economia ha revisado las previsiones que realizó en abril pasado, con un descenso entre el 7,6% y el 8,8%,  ante el deterioro de la situación que se ha vivido en la parte central del verano. Según estos cálculos, el PIB experimentó un desplome del 16,9% en el periodo abril-junio, con respecto al primer trimestre.  Y todo ello a pesar de que en mayor empezaron a levantarse las restricciones y limitaciones a la actividad, que finalizaron en junio. En el tercer trimestre se registró una progresiva recuperación de la actividad, "que ha perdido intensidad a partir del mes de agosto", según las estimaciones de la Conselleria. 

En conjunto, las previsiones macroeconómicas para la economía catalana mantienen un escenario de recuperación "que será progresiva". El descenso de la actividad más pronunciado de lo previsto se debe esencialmente al desplome de la demanda interna (consumo de las familias e inversión privada).

En el caso del consumo -el componente de mayor peso en el PIB-, la estimación de caída para el ejercicio oscila entre el 11,3% y el 13,1%; y en el de la inversión, entre, el 17,8% y el 20,1%. El consumo de las administracioness juega un papel estabilizador, con alzas entre el 5,9% y el 6,2%. De hecho, la consigna actual, que viene no solo de la Comisión Europea sino de insitituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), consiste en no poner límites al gasto público hasta que se supere la crisis.

La demanda externa, por su parte, que ha actuado como mnotor en la salida del anterior crisis que comenzó en el 2008, restará 1,8 puntos al crecimiento conjunto, aunque puede llegar a detraer 2,5 puntos en el peor de los escenarios con los que trabaja el Govern. Los decensos de las exportaciones supweran el 20%, mientras que las importaciones oscilan entre caídas del 18,9% y el 21,6%.  

Por su parte, la tasa de paro se mov erá este año entre el 15,4% y el 16,1% en la peor de las estimaciones y entre el 15% y el 16,2% el año que viene, según los cálculos de la Conselleria. En sus previsiones estima que se registrará "una caída destacada" del empleo equivalente a tiempo completo, con retrocesos entre el 8,2% y el 9,5%. El impacto de la crisis es importante, "pero desigual por ramas de actividad". Los segmentos más afectados son la hostelería, la restauración y el ocio, así como el comercio y el transporte