Reconstrucción

Las pymes piden paso para subirse al tren de los fondos europeos

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Gabriel Ubieto / Eduardo López Alonso

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Las pymes también levantan la mano para participar de la oportunidad de inversión sin precedentes que representan los 140.000 millones de los fondos europeos para la reconstrucción pos covid. Los economistas, a través del Grupo de Expertos para la Reactivación de la Economía Catalana (GEREC), impulsado por el Col·legi de Economistes y Pimec, revindican que las pymes participen de los fondos europeos de acuerdo con su peso económico. Un centenar de estas ya han presentado proyectos a través de la patronal Pimec para acceder a parte de esos recursos que llegarán de Europa durante los próximos cinco años.

Clúster IAQ: Higienizar el aire

Para evitar que sea la gran empresa la que acabe capitalizando en solitario las inversiones, 25 pymes se han unido en el Clúster IAQ y hacer valer el dicho de "la unión hace la fuerza". Esta alianza de compañías esta especializada en el tratamiento del aire y la instalación de sistemas de climatización, un sector que ha agarrado especial relevancia desde la irrupción del virus y cuyo desarrollo esperan acelerar con esa inyección de capital europeo. "Los fondos europeos nos permitirán condensar 10 años de inversiones en uno", así lo explica uno de sus miembros, Pau Pallàs.

Las firmas del Clúster IAQ trabajan especialmente con sectores como el farmacéutico o el sanitario. Uno de los últimos proyectos que ha realizado Engitecsa, la empresa en la que trabaja Pallàs, es el conocido como “salas blancas”. Estas consisten en instalar un sistema de filtrado de partículas en el aire para impedir pasar virus y generar zonas estériles, algo especialmente útil en laboratorios o quirófanos, pero aplicable a las necesidades de cualquier entorno cerrado. En el Clúster IAQ cohabitan desde empresas mercantiles hasta los centros tecnológicos de universidades como la UB, la UPC o la Universidad de Navarra.

Los fondos europeos están anunciados, pero todavía pendientes de comenzarse a asignar. Pallàs reconoce que desde el Clúster ya tienen varios proyectos perfilados para postular a los mimos, aunque rechaza dar más detalles. La competencia que se prevé es grande, tanto desde otros países de la UE, como desde otros territorios dentro de España. Ahí las alianzas institucionales son claves y el Clúster IAQ se apoya en la patronal Pimec y en el Ayuntamiento de Barcelona. "Hemos de luchar para que no todos los fondos se concentren en Madrid", apunta Pallàs.

UPB Genetic World: Valorizar los purines

UPB Genetic World es una de las empresas que aspira a captar financiación europea para modernizarse. Está especializada en la producción y mejora genética de ganado porcino. Fundada en 1976, desde el 2011 es distribuidora en exclusiva para España y Portugal de Choice Genetics, líder global en genética porcina, que opera en los cuatro continentes con soluciones para incrementar la eficiencia, el rendimiento y el valor de las explotaciones porcinas.

El director gerente de la firma, David Coll, explica que el proyecto presentado pretende la valorización de los purines generados por la explotación que la empresa tiene en el Berguedà, compuesta por un millar de cerdas reproductoras.

Se han pedido un total de 600.000 euros, que permitirían la implementación de un sistema para el tratamiento de purines y la reducción de emisiones. No hay ninguna granja que utilice ese sistema en Catalunya, según Coll, lo que aportaría una gran eficiencia con la venta de subproductos en forma de biofertilizantes comercializables. El sistema, conocido como ammoneva, consiste en la recuperación de nitrógeno amoniacal, en forma de agua, basado en el proceso de evaporación al vacío y absorción, aplicable en zonas excedentarias de nutrientes y con el fin de valorizar el nitrógeno excedentario. En la práctica permite transformar las heces porcinas en nitrato, fósforo y potasa, más agua sin olores que puede reutilizarse para labores de limpieza.

El resultado es una granja porcina con un 80% menos de emisiones y mejores condiciones para los animales y los trabajadores. La inversión se amortizaría en un plazo de entre ocho y 10 años.

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