proceso de concentración

La duplicidad territorial de las oficinas de CaixaBank y Bankia

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Max Jiménez Botías

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CaixaBank y Bankia reflejan en su red oficinas el rastro de la concentración del sector bancario español en la crisis financiera. Los dos bancos han llegado a su tamaño actual gracias a la integración de 18 de las antiguas cajas de ahorros. Una circunstancia que se ve perfectamente reflejada en la distribución de su red de oficinas en España. Bankia, pese a diferentes ajustes realizados desde la integración suma las redes de Cajamadrid, Bancaja,  Laietana, las cajas de Ávila, Segovia, La Rioja, parte de Penedès, además de Caja Murcia, Caja Granada y Sa Nostra. CaixaBank suma a la red de La Caixa, la estructura de Caixa Girona, Burgos, Canaria, Banca Cívica, Cajasol y Caja Guadalajara.

Entre ambas entidades suman una red de 6.477 sucursales en toda España, según los datos oficiales ofrecidos por Bankia hasta junio, y hasta diciembre del 2019 por CaixaBank. Desde entonces ambos bancos han cerrado más de 100 sucursales cada uno dentro los procesos de ajuste que llevan a cabo de forma permanente, lo que supone que las cifras oficiales son ligermente inferiores. Cerca del 42% de la red bancaria de la fusión se concentran en Catalunya, Madrid y Valencia. Sin embargo eso no quiere decir que las mayores duplicidades coincidan con las provincias que constituyen esas tres comunidades. En muchas zonas, el grueso del negocio de los bancos en proceso de fusión aún coincide con el origen territorial de las cajas que se integraron en las fusiones de la crisis financiera.

El caso de Granada ilustra esta relación. Entre Caixabank y Bankia suman 247 oficinas, una cifra relativamente elevada para la población de esa provincia. Pero es que Bankia suma 176 oficinas, en su mayor parte procedentes de Caja Granada, una de las entidades que se integraron en BMN y que posteriormente fueron absorbidas por Bankia. De hecho, cuenta con cerca de 898 trabajadores en la provincia, más de la mitad de la plantilla andaluza. Además, la ciudad de Granada es la sede del banco en Andalucía. Se suman las 71 oficinas que CaixaBank tiene fruto de su propia expansión, la adquisición del Banco de Granada y Jerez y Cajasol. "Tenemos cerca de 300 trabajadores en Granada", señalan fuentes sindicales.

Red y complementariedad

Catalunya es la comunidad que tendrá más oficinas y plantilla en el grupo resultante. Pero la complementaria también parece mayor. A las 683 sucursales de CaixaBank en Barcelona solos se suman 113 de Bankia, herencia, sobre todos, de Caja Madrid, y Caixa Laietana. En Girona, la entidad que dirige Gonzalo Gortázar, suma 135 oficinas--en gran parte heredadas en la absorción de Caixa Girona-- frente a las 15 de Bankia. El solapamiento, sin duda es mucho menor que en Madrid, donde el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri cuenta con 629 sucursales y CaixaBank tiene 415. Aunque la aspiración de la entidad de origen catalán siempre ha sido crecer en Madrid todo parece indicar que el solapamiento tendrá que reducirse. Algo parecido ocurre en la Comunitat Valenciana: 400 oficinas Bankia por 341 CaixaBank.

En Navarra arrasa la proporción de CaixaBank (152 oficinas frente a tres), producto de la absorción de Banca Cívica. La complementariedad no puede ser mayor. Por su parte Caja Segovia y Caja Ávila dan una extensa presencia --incluso la sede territorial de Castilla y León-- a Bankia, con 47 y 42 oficinas, mientras que en Burgos, CaixaBank domina con 103 sucursales procedentes de la integración de Caja de Burgos en Banca Cívica.

Estructura laboral

Las dos entidades suman una plantilla de 44.000 trabajadores incluyendo los servicios centrales --las cifras de CaixaBank en el gráfico solo inlcuye al personal de oficinas --, aunque los datos oficiales dados a conocer por el nuevo grupo la semana pasada se eleva hasta 51.500 trabajadores aproximadamente. En este número se incluye la plantilla del BPI portugués y sociedades participadas como Vidacaixa.

La fusión de los dos bancos procedentes de las cajas de ahorros tiene como objetivo mejorar sustancialmente los márgenes de la entidad resultante, lo que supondrá unos costes de 3.400 millones, pero sinergias de 5.000 millones.  Esa mejora está estrechamente relacionada con el ajuste de estructura que se lleve a cabo, en el que los directivos del banco resultante no han querido entrar todavía. Tampoco los sindicatos dan sus estimaciones más allá de constatar que se han publicado números tan dispares que van desde los 4.000 a los 12.000 trabajadores sobrantes. "Lo importante" --afirman-- " es que cualquier solución que se alcance parta de la voluntariedad de las bajas  y que se establezca un periodo adecuado para las salidas", destacan. Es verdad --agregan-- que entre los dos bancos hay un grupo de 7.000 trabajadores que podría entrar en la edad de 54 años en el periodo que va hasta el 2022. Esa es la edad que se ha utilizado para fijar las condiciones del último ere de Bankia.

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