Mercado laboral

Demorar o no la jubilación: nueva brecha en el Gobierno entre Escrivá y Díaz

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Gabriel Ubieto

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La jubilación y su encaje entre unas tensionadas arcas de la Seguridad Social y un mercado laboral envejecido se erige como un nuevo punto de disenso en el seno del Gobierno de coalición. Así lo ha reconocido este lunes públicamente la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que difiere de su colega en Seguridad Social, José Luís Escrivá, en lo que respecta a eliminar incentivos para los retiros tempranos y dar facilidades a los tardíos. Este difícil encaje de bolillos entre las competencias e intereses de Trabajo y Seguridad Social, que conviven por primera vez en décadas en ministerios separados, evidencia de nuevo las diferentes concepciones económicas que cohabitan en el mismo Ejecutivo.

El plan de Escrivá para apuntalar la sostenibilidad financiera de la Seguridad Social no gusta en los despachos de Trabajo. El titular de Inclusión pretende un endurecimiento gradual de las jubilaciones anticipadas para acercar la edad efectiva de jubilación (65,1 años) a la legal (66,5 años). También dar incentivos a los trabajadores que voluntariamente quieran alargar sus carreras profesionales más allá de la segunda. "El reto de nuestro país es incorporar a los jóvenes al mercado de trabajo, […]  propiciar que alarguemos y además incentivemos la edad de jubilación más allá de la edad legal yo creo que entorpece la capacidad de incorporar jóvenes", ha declarado Díaz en una entrevista en TVE.

El drama que señala la titular de Trabajo es irrefutable, pues la tasa de paro juvenil escaló este segundo trimestre al 37,6% y consolida a España como el estado miembro de la UE con mayor desempleo entre ‘juniors’. No obstante, el argumento pone de manifiesto un desencuentro en el Gobierno y despierta el rechazo de parte de la comunidad académica.  

"No hay una correlación clara entre retrasar la salida de un senior y que ello favorezca la entrada de un joven", afirma el director de economía pública de Funcas, Eduardo Bandrés. "Están pensando en la cadena de montaje fija, donde quitas una pieza y metes a otra y estas son perfectamente sustituibles. Y el mundo del trabajo del siglo XXI no es así", afirma el profesor de economía de la UPF e investigador de Fedea, Sergi Jiménez.

El concepto puede parecer contradictorio, pero es perfectamente compatible en términos económicos, pues el perfil del trabajador que se retira no necesariamente puede encontrar sustituto inmediato en el mercado laboral o la propia empresa puede decidir prescindir de dicho puesto. O bien este puede desaparecer fruto de la automatización. No es aplicable tampoco, según señala el profesor de economía de la UB Raúl Ramos, a todos los sectores de igual forma. “Un sector que depende mucho del impulso tecnológico y de las habilidades que se encuentran más fácilmente entre las nuevas generaciones puede verse perjudicada por un endurecimiento de las jubilaciones anticipadas”, afirma.  

Dos lecturas, un mismo origen

Pese al desencuentro entre ambos ministerios, sus planteamientos, no obstante, nacen del mismo punto negro para el empleo: el paro de los trabajadores ‘senior’. España tiene una de las tasas de ocupación más bajas en la Unión Europea entre los trabajadores veteranos. Solo el 53,9% de las personas de entre 55 y 64 años tiene un empleo. El resto o está en paro, o está inactivo. En Suecia dicho porcentaje es del 76,6%, en Alemania el 72,7% o en Dinamarca el 71,1%.  

"Las denominadas prejubilaciones son un mecanismo de salida del mercado laboral a través del desempleo, primero, y por lo general de una jubilación anticipada, después", señala Bandrés. Es decir, la gran mayoría de gente que abandona prematuramente el mercado de trabajo no lo hace por voluntad propia, sino porque se ven expulsados de sus empleos. "Los jóvenes no ocupan los mismos puestos de trabajo porque no se les permite", afirma la secretaria de políticas sociales de UGT, Mari Carmen Barrera

Las centrales son más partidarias de atajar el problema con una fórmula a caballo entre amblos planteamientos: el contrato de relevo. "Mantener a los mayores cotizando hasta su edad legal de jubilación permite no perder cotizaciones, ni hay jubilaciones anticipadas que pagamos entre todos", añade Barrera. Una fórmula sin explotar hasta la fecha en España, que exige de una implicación y planificación activa por parte de las empresas y con escasos referentes en Europa. "Hay una negociación abierta entre Unidas Podemos y el PSOE", ha aseverado Díaz. Esta semana, no obstante, los esfuerzos están centrados en la cuarta renovación de los ertes, en los que Escrivá y Díaz comparten bancada frente a los agentes sociales.

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