En Catalunya

Los despidos por ere se disparan el 32% durante la pandemia, pese a las restricciones

Un total de 4.278 personas han sido despedidas mediante un expediente de extinción entre marzo y agosto en Catalunya

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Gabriel Ubieto

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AccionaBoschSaint GobainComdataAludyne Automotive o Abertis son solo algunos de los nombres que se han sumado, desde que estalló la pandemia, a la lista de empresas que han presentado un expediente de regulación de empleo (ERE). Lista que cada mes va sumando más nombres. Un total de 4.278 personas se han visto afectadas hasta la fecha por un despido colectivo en Catalunya entre marzo y agosto, el 32,2% más que en el mismo periodo del año anterior. Así lo constatan los últimos datos publicados por el Departament de Treball de la Generalitat esta semana, que constatan una escalada de los ceses colectivos pese a las restricciones al despido habilitadas por el Ministerio de Trabajo desde los primeros compases de la pandemia.

Eclipsados por la avalancha de ertes, por definición transitorios, de los últimos meses, el volumen de expedientes de extinción se ha disparado en los últimos meses. Intensificando una tendencia que antes de la llegada del virus ya iba al alza. Pues el 2019 cerró como un año de transición, entre la calma de los años anteriores de crecimiento y la expectativa un nuevo ciclo de repuntes, ante la desaceleración en la que ya transitaba la economía catalana (y española) antes de la llegada del virus. La pandemia ha distorsionado ese ciclo, pero los datos revelan que el volumen de despidos colectivos continúa subiendo.

En los ocho primeros meses del 2020 la cifra de afectados por un cese colectivo suma 4.493 puestos de trabajo destruidos. Casi la mitad se concentran en la comarca del Barcelonés y el sector más afectado, de momento, es el de las oficinas (con 1.092 despedidos concentrados en el centro de atención telefónica que cerró Airbnb en la capital catalana). Aunque el momento crítico para el empleo, a nivel de eres, viene ahora. Los despidos colectivos suelen concentrarse en los últimos meses del año, hasta el punto que en el ejercicio anterior entre septiembre y diciembre se concentraron casi la mitad de todos los cesados.

A lo que cabe sumar el posible efecto rebote de las empresas actualmente acogidas en erte, pero que ya llegaron al mismo tocadas. Lo que en jerga laboral se conoce como 'empresas zombie', pues solo se mantienen en pie por las ayudas públicas que hasta ahora les ha ido inyectando el Estado. ¿Cuántos de los actuales ertes se acabarán convirtiendo en eres? Eso es algo que se comenzará a entrever a partir de septiembre u octubre, condicionada a su vez por las condiciones con las que se cierre la cuarta prorroga de los mismos. Algo que actualmente negocian el Gobierno, la patronal y los sindicatos. En junio, el colegio de gestores administrativos estimó que 300.000 personas en toda España podían perder su puesto de trabajo por un despido de este tipo.