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"Locura" y "hecatombe": CEOE estalla contra el Gobierno por retomar la contrarreforma laboral

Patronal y sindicatos coinciden en exigir al Gobierno que los Presupuestos no enturbien sus negociaciones en esta materia

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Gabriel Ubieto

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Los planes del Gobierno de reiniciar y dar un acelerón a su contrarreforma laboral han despertado un rechazo frontal entre la patronal española. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha calificado de "locura" y "hecatombe para la confianza" empresarial el anuncio del Ejecutivo de pretender abordar cuestiones como la subcontratación, la ultraactividad o la prevalencia del convenio sectorial antes de finalizar el año. Los sindicatos, por su parte, han aplaudido que Pedro Sánchez rescate en su agenda una derogación -que pasará más bien por una nueva reforma- que llevan desde la pasada legislatura esperando.

"Tiene poco sentido sentarnos a hablar de estas cosas en un momento extraordinario como el que vivimos", ha afirmado Garamendi en los micrófonos de Onda Cero. La gran patronal española replica en lo que a la contrarreforma laboral se refiere un argumentario parecido a las subidas de impuestos o a la ley del teletrabajo. Tiene poco sentido abordar cuestiones estructurales en momentos de emergencia; es el mensaje de fondo que lanza la organización empresarial.

El parecer contrario manifiestan los sindicatos, que consideran más urgente que nunca abordar estas cuestiones para que evitar que las empresas tiren de la herencia laboral del PP para ajustar mediante devaluaciones salariales sus balances. "Hay que hacerlo ahora, porque sino en la última parte del año los salarios en nuestro van a caer de una forma importante", ha señalado el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en una entrevista en TVE.

En lo que están de acuerdo patronal y sindicatos es que la lógica partidista y parlamentaria amenaza con enturbiar las negociaciones del diálogo social. El último episodio entre el <strong>PSOE y Bildu</strong> en el Congreso todavía está reciente en la memoria. "Si no influyera la política en esto, estoy seguro que llegaríamos a acuerdos incluso en la reforma laboral", ha afirmado Garamendi. "Habría que desligarlo de los Presupuestos", señaló Sordo. "La reforma del 2012 se hizo por real decreto y sin consultar con nadie, ahora por lo menos va a haber un proceso de diálogo", ha afirmado, por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.

El objetivo del Gobierno es abordar su contrarreforma laboral con el consenso de la CEOE. Consenso que hasta ahora ha conseguido en todas las grandes bazas que ha ido jugando, desde las recientes prórrogas de los ertes, hasta la última subida del salario mínimo interprofesional a 950 euros o a la derogación del despido por encadenar bajas médicas. La contrarreforma laboral puede ser el primer gran desencuentro entre el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos y la patronal. "Si la mayoría de ciudadanos de este país de manera amplia han votado programas políticos que confluyen, de una manera u otra, en más o menos intensidad, en que hay que hacer un cambio profundo en el sistema de relaciones laborales, yo creo que se tiene que hacer", ha afirmado el líder de UGT.

Ultraactividad y prevalencia del convenio sectorial

Las primeras cuestiones que abordará el Ministerio de Trabajo de su nueva reforma laboral serán aquellas que conciernen a los "equilibrios", como gusta de calificar a Yolanda Díaz, a la negociación colectiva. Recuperar la ultraactividad y la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa son las dos cuestiones que tiene en agenda a este respecto el Gobierno.

La ultraactividad es garantizar que un convenio no decae cuando se agota la vigencia del mismo. Y, por lo tanto, permite a los sindicatos negociar siempre al alza. Porque si no aceptan las nuevas condiciones, siempre pueden mantenerse en las actuales. El Gobierno puede, no obstante, volver a la ultraactividad indefinida (como antes del 2012) o ampliar la vigencia de la existente, que dura un año.

La prevalencia del convenio sectorial sobre el de la empresa va en la línea de reforzar el poder negociador de los sindicatos. Pues ello evita que una empresa decida crear su propio convenio, con unas condiciones inferiores a las negociadas para todo el sector. Algo que habilitó la ex ministra del PP Fátima Báñez, hoy asesora de la CEOE.

Limitar la subcontratación

La propuesta incial para limitar la subcontratación que el Gobierno ya comunicó antes de la pandemia a la CEOE inquieta mucho a la patronal. "El tema de las externalizaciones es la clave de la economía", ha sostenido Garamendi. Y es que Trabajo pretende evitar que las empresas abaraten costes derivando determinadas actividades a otras empresas, con condiciones inferiores a las de la empresa principal. Este era el planteamiento que estaba en juego antes de llegar el virus y que puede solventarse vetando las externalizaciones, equiparando todas las condiciones laborales de las subcontratas a los de la empresa principal o solo algunas, como los salarios; entre otros.

Modificación unilateral de las condiciones

La modificación unilateral de las condiciones de trabajo por parte de la empresa será otro de los elementos en liza. Actualmente una compañía, si aduce razones económicas, organizativas o de producción, puede modificar la jornada laboral, el horario y la distribución del mismo o los sistemas de remuneración, entre otros.

Asuntos pendientes para una segunda fase

Los puntos que el Gobierno ha rescatado esta semana para su agenda legislativa del 2020 no son todos los que figuran en el acuerdo del Gobierno de coalición. Cuestiones como la reforma del sistema de protección por desempleo o el coste y sistema de las indemnizaciones por despido son dos melones que pendiente de abrir el Ministerio de Trabajo con los agentes sociales.