Propuesta empresarial

La Cambra avala el fin de los peajes y defiende el pago anual por uso de autopistas

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Eduardo López Alonso

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La Cambra de Comerç de Barcelona ha defendido este martes el modelo de pago por uso en la red viaria catalana como alternativa al modelo de peajes. La organización empresarial defiende el denominado sistema de viñeta propuesto por la Generalitat y que consiste en el pago anual por mantenimiento de las autopistas a todos los residentes y el pago para vehículos de paso, utilizado por ejemplo en Suiza.

El organismo, cuyo presidente es Joan Canadell, asegura que la fin de las concesiones de las autopistas entre el 2019 y el 2021 es una "oportunidad" para hacer la transición del actual modelo de peajes hacia un modelo "único para toda la red viaria del Estado" y basado en el pago por uso.

Ingresos

Además de pedir el traspaso a la Generalitat de las carreteras titularidad del Estado que están en esta comunidad, la Cambra destaca que los 1.000 millones de euros anuales de ingresos que aportaría la "viñeta catalana" permitirían "asumir todas las necesidades del modelo, incluso los gastos transitorios y los saldos de compensación pendientes a favor de las actuales empresas concesionarias".

Según la Cambra, "la base de este nuevo sistema debería ser el pago tarifario por uso a partir del principio de que 'quien usa paga y quien contamina paga', tal y como emana de las directivas europeas, y debería aplicarse tanto a vehículos ligeros como pesados". Para la Cambra, la actual coexistencia de peajes

directos, peajes indirectos y vías libres de peaje en la red viaria "es fuente de desequilibrios territoriales y de ineficiencias funcionales y financieras".

Pago de 1.700 euros anuales por camión

Según las estimaciones preliminares del Govern, la tarifa anual para residentes para un turismo se situaría entre los 60 y los 70 euros, mientras que para los camiones más grandes, de más de 10 toneladas de carga, se situaría entre los 1.275 y los 1.700 euros. La viñeta catalana supondría del orden de 1.000 millones de euros anuales de ingresos, de los cuales el tráfico exterior aportaría hasta un 30%. "Esta cifra permitiría asumir todas las necesidades del modelo, incluidos los gastos transitorios y los saldos de compensación pendientes a favor de las actuales empresas concesionarias", calcula el servicio de estudios de la Cambra.

La Cambra defiende que "cualquier nuevo esquema de tarificación debería aplicarse, como mínimo, a toda la red viaria de altas prestaciones y vías alternativas, independientemente de su titularidad". De ser así, sería imprescindible la colaboración entre la Generalitat y el Estado para la racionalidad global del modelo y para la gestión de la transitoriedad, que considere el traspaso de las carreteras de titularidad estatal en el Gobierno, siguiendo el ejemplo del País Vasco. La Cambra reclama la independencia para la red viaria catalana. 

Pago por mantenimiento

"Resultaría más eficiente tender hacia un modelo de pago por uso por distancia recorrida y tarifa variable en función de la congestión", opina la Cambra, algo oportuno en unos momentos en los que se augura un incremento importante de la deuda pública. "También con carácter finalista, la finalidad del impuesto debería ser únicamente el mantenimiento y la mejora de la infraestructura de las vías de altas prestaciones de Catalunya, lo que reduciría considerablemente el importe del impuesto".

Modelo único para el Estado

La Cambra propone que el sistema de viñeta no se aplique solo a Catalunya, sino que sea la base de un modelo "único y equitativo para todo el Estado" que elimine los desequilibrios territoriales actuales.  La red viaria catalana suma alrededor de 12.000 km, de los cuales aproximadamente un 13% (1.648 km) corresponden a vías de altas prestaciones. El 46% de estas vías se encuentra en manos de la Generalitat, el 52% del Estado, y el 2% restante de las administraciones locales. El 60% de las vías de altas prestaciones (más de 1.000 km) están explotadas bajo concesión, lo que conlleva que la gestión y el mantenimiento queden condicionados a relaciones contractuales entre el sector público y terceros.

Unos 546 km de autopistas catalanas habrán finalizado su concesión el año 2021 y el resto lo harán entre el período 2037 hasta 2042. Esto debería llevar el debate inminente el conjunto de las Administraciones Públicas sobre cuál debería ser la financiación a seguir para la red viaria.