EFECTOS DEL COVID EN EL COMERCIO

El desplome de las ventas se agrava en verano para el pequeño comercio catalán

Tiendas de barrio cerradas en una calle del centro de Barcelona, el pasado 31 de marzo

Tiendas de barrio cerradas en una calle del centro de Barcelona, el pasado 31 de marzo / periodico

Eduardo López Alonso

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Las ventas de los establecimientos adheridos a la asociación comercial catalana Comertia cayeron el 16% este agosto en comparación con el mismo mes del año pasado. A pesar de repuntar ligeramente dos puntos respecto de julio, las ventas están en mínimos y los consumidores se muestran selectivos a la hora de abordar sus compras. El pronóstico de la organización es cerrar el año con una disminución de las ventas del 25,6%, como consecuencia del tremendo impacto que supuso el confinamiento, el cierre obligado y la restricción de las decisiones de compra por parte de los consumidores. 

Según esta organización de comercios, "antes de la pandemia, las ventas de Comertia iban muy en línea con el resto de indicadores de comercio minorista de Catalunya y de España. A partir del mes de marzo, en el indicador de 'retail', Comertia observa que las empresas familiares catalanas, a pesar de mantener la tendencia de la curva, han disminuido mucho más sus ventas. Esto se explica principalmente por la afectación de la falta del turismo en el comercio y la restauración". Comertia agrupa a más de 60 empresas del sector minorista, que suman más de 4.000 puntos de venta y facturan conjuntamente unos 4.000 millones de euros anuales, dando empleo a más de 35.000 personas.

Un 69% de las empresas asociadas confiesan que han vendido menos que en el mismo mes del año pasado, mientras que un 31% las han aumentado. Sin contar el efecto del sector de la alimentación, la caída de ventas sería del 18,8%. Por otra parte, en los centros comerciales el efecto de la pandemia ha sido más fuerte, con una disminución en julio y en agosto de las ventas del 30,4% respecto del mismo periodo del año pasado. En cuanto al empleo, el 77% de las empresas de Comertia mantienen algún tipo de expediente temporal de regulación de empleo (erte) para mitigar los efectos de la caída de los ingresos.

Según la organización, un 28% de las compañías planea reducir plantilla en septiembre, un 62% la mantendrá estable y un 10% la aumentará. En función de la actividad, las empresas han recuperado más o menos trabajadores para la plantilla. Un 17% de los comercios, la mayoría vinculados al turismo, mantienen más del 40% de la plantilla en erte. Un 13% de las empresas tienen entre el 20% y el 40% de los trabajadores en un expediente y el 30% tienen solo un 10% de los asalariados en esta situación. Alargar los expedientes hasta que sea necesario se ha convertido en una de las exigencias básicas para capear la situación de crisis que vive el comercio catalán, especialmente en los nodos comerciales que dependían del turismo.

De acuerdo con Comertia, la mitad de las empresas adheridas a la organización cobran en efectivo entre un 40% y un 60% de las ventas y el empeoramiento del servicio de los bancos está afectando directamente su operativa, con evidentes riesgos en el manejo diario de ese efectivo. Una de cada cuatro empresas sitúa el pago en efectivo por debajo del 20% de ventas. En cuanto a los sectores, las ventas en equipamiento del hogar suben un 12,3% y las de alimentación un 6,7%. En cambio, cae un 45,2% en el ocio y la cultura y un 35% la restauración.

Las ventas 'on line' siguen subiendo, casi el doble este agosto que el pasado año en el sector de la alimentación, que crece un 218%. La moda 'on line' sube también un 140% las ventas. En cuanto a la previsión de ventas para el mes de septiembre, los empresarios siguen confiando en una recuperación gradual, pero pronostican un resultado negativo del 13%.