INVERSIÓN SEGURA

La pandemia catapulta al oro como valor refugio

Lingotes de Oro.

Lingotes de Oro. / periodico

Carles Planas Bou

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En tiempos de incertidumbre los inversores se refugian en el oro, un valor seguro. Lo hemos visto en anteriores crisis y se aprecia especialmente ahora, en medio de la pandemia vírica del covid-19. Así, las dudas sobre el panorama actual han desatado un furor por el preciado metal dorado que ha llevado a una revalorización de su precio de alrededor al 30%.

El pasado 6 de agosto el oro se situó en 2.051 dólares por onza, superando por primera vez en la historia la barrera psicológica de los 2.000 dólares y llegando a su precio más alto desde agosto del 2011, cuando alcanzó los 1.888 dólares. Este hito culminaba una tendencia alcista iniciada en junio, cuando su valor era de “tan sólo” 1.670 dólares.

Este auge del precio del oro se debe a las turbulencias sociales y económicas generadas por la pandemia. El impacto de la crisis del covid-19, que hundió las bolsas a mediados de marzo, llevó a inversores de todo el mundo a buscar refugio en valores seguros, menos susceptibles a los altibajos del mercado. La deuda a corto plazo, los depósitos bancarios y los bonos estadounidenses también fueron sus apuestas, pero, a diferencia del oro, estas conllevan un posible riesgo de impago y no proporcionan cobertura contra la caída del sistema fiduciario.

COTIZACIÓN ELEVADA

En las últimas semanas, la subida de las bolsas y la ligera recuperación de algunas economías ha hecho rebajar el precio máximo del oro alcanzado ahora hace dos semanas. Conscientes de esa mejora, los inversores han empezado a deshacerse de sus títulos en valores refugio como el oro, que ha retrocedido hasta un 3,4%. La reciente corrección del valor va acorde con su espectacular auge.

Aún así, la cotización del oro se mantiene en cifras muy elevadas, en torno a los 1.950 dólares por onza, casi 300 dólares más que a principios del verano. Algunos expertos auguran que el metal seguirá siendo un atractivo valor refugio y que en los próximos meses podría volver a rebasar los 2.000 dólares por onza y alcanzar un nuevo máximo.

CAUSAS Y CONSECUENCIAS

Según señala el Market Report de Degussa, el ascenso del precio del oro sería una consecuencia de las medidas masivas de estímulo impulsadas por los bancos centrales para hacer frente a la crisis sanitaria, por un lado, y de la reducción de los tipos de interés para reactivar el crecimiento de producción y empleo, por el otro. “No parece que sea el final de la apreciación del valor del oro”, remarca el informe, que calcula que pueda llegar a un nivel de alrededor de 2.550 dólares por onza a mediados de 2021.

Sin embargo, otros creen que a medio-largo plazo, con la recuperación de las economías mundiales, el precio del oro decaerá. Para Carsten Menke, experto del banco privado suizo Julius Baer, la revalorización del oro refleja el debilitamiento del dólar, algo que cree que es “más cíclica que estructural”. "Los EEUU están lidiando peor que Europa con la crisis del coronavirus, por lo que el dólar está abajo frente al euro", apunta en un informe. En julio el dólar cayó casi un 5%, el peor descenso mensual en una década. Desde marzo se ha depreciado alrededor de un 10%. “(El oro) está siendo respaldado por la continua debilidad del dólar y, a medida que los tipos de interés reales descienden, los inversores buscan una cobertura ante la inflación”, añade Adam Vettese, analista de mercado en el informe de eToro.

Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM, coincide con que la actuación de la Reserva Federal de EEUU está perjudicando el dólar. “El aumento (del precio del oro) es sólo una manifestación de preocupación por la situación de EEUU”, señala en el estudio del banco de inversión francés Natixis.