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Las ventas en rebajas se desploman hasta un 50% en el centro de Barcelona

La ausencia de turistas y el teletrabajo ha restado actividad comercial en la ciudad

Transeúntes en un paseo de Gràcia casi vacío, a la altura de la Pedrera, el pasado 10 de julio

Transeúntes en un paseo de Gràcia casi vacío, a la altura de la Pedrera, el pasado 10 de julio / periodico

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Las ventas en rebajas en los comercios del centro de Barcelona se han desplomado este año un 50%. La ausencia de turistas motivada por la crisis del coronavirus ha afectado especialmente a los ejes comerciales del paseo de Gràcia y el centro de la ciudad. En declaraciones a Efe, el presidente de la asociación Retail.cat, Joan Carles Calbet, ha calificado de "desastre absoluto" la campaña de rebajas de este verano, que se ha visto muy afectada por la crisis generada por el coronavirus. Aunque la incertidumbre sobre cómo irían las rebajas era generalizada, los comerciantes pensaban que podrían vender un poco más de las existencias que tenían en las tiendas. Sin embargo, "pese a que no ha habido rebrotes ni contagios en los comercios ni en centros comerciales, la experiencia de ir de compras se ha quedado en el aire", dijo Calbet. Aquellos representantes del comercio en contra de abrir los domingos para elevar los ingresos han tenido finalmente razón, pues sin turistas la apertura comercial está siendo deficitaria para los comercios del centro de la ciudad.

Según Calbet, los clientes hacen ahora compras más programadas, van al establecimiento, adquieren lo que necesitan y se van rápidamente. Son los menos los que salen a pasear y a mirar tiendas y, si encuentran algo que les gusta, lo compran. Calbet ha detallado que las ventas han sido bastante desiguales según las zonas: En algunos lugares de Catalunya la caída es de un 20% o un 30 %, pero, en otros, como en Lleida, que ha sufrido restricciones por los rebrotes, ha ido mucho peor.

La misma situación viven las tiendas del centro de Barcelona que, ante la falta de turistas debido a los nuevos brotes que ha habido del coronavirus en Catalunya y a los mensajes lanzados desde la Generalitat para que la gente no saliese de sus casas en Barcelona, han visto caer las ventas hasta en un 50%.

Joaquim de Toca, portavoz de Barcelona Oberta, la asociación que integra a los comercios de varios ejes turísticos de la ciudad, ha asegurado a EFE que las tiendas del centro están vendiendo el 40% menos que el año pasado. El motivo es que los principales clientes de estos establecimientos son los turistas y, en menor medida, la gente que trabaja en los edificios de oficinas y que aprovechaban el mediodía para hacer algunas compras, situación que ahora no se da porque la mayoría están teletrabajando.

Según De Toca, tras la reapertura de fronteras, empezaron a venir turistas a la ciudad, sobre todo franceses, holandeses, belgas e italianos, pero con las noticias que se dieron de que "Barcelona estaba muy mal" se anularon todas las reservas. "Ahora, de vez en cuando aún se ven algunos, pero los han asustado tanto ...", ha lamentado.

Después del confinamiento y ante la incertidumbre de la situación que viviremos en otoño, uno de los sectores que mejor está funcionando en ventas es el del equipamiento del hogar, ya que la gente quiere tener la casa cómoda para trabajar o tener a los niños estudiando ante un posible segundo confinamiento.

Por el contrario, la venta de productos de viaje, como maletas y otros accesorios ha caído en picado, "ya que muchos de ellos los compraban los turistas", ha dicho. Desde las asociaciones de comerciantes se insista a las administraciones a tomar medidas urgentes, como la prolongación de los ertes, como mínimo, hasta finales de año. "La de los erte ha sido la única medida que ha sido efectiva de verdad", ha asegurado Calbet, para quien el resto de ayudas han sido "mínimas y casi simbólicas" y a las que "la mayoría de las empresas no ha podido acogerse".

Por ello, ha pedido que una parte de las ayudas que lleguen de Europa se destinen al comercio, mediante ayudas directas o con algún plan de incentivo para los compradores. Desde Barcelona Oberta también se ha insistido en la rebaja de alquileres y en la reducción del IVA, además de pedir al Ayuntamiento de Barcelona que no cierre calles, ya que muchos clientes no quieren coger el transporte público para ir al centro de la ciudad por el coronavirus y, si no pueden circular por allí, se desmotivan y "no vienen".

Barcelona Comerç alertó en junio de que el 30% de las tiendas de la ciudad podrían cerrar si no se toman decisiones para evitarlo. Pese a la gran incertidumbre que vive el sector, De Toca tiene sus esperanzas puestas en la campaña de Navidad: "Esperemos que, en eso, al menos, sea un año normal", dice.