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El Santander prevé cerrar el año 2020 con pérdidas contables

La entidad contabiliza un resultado negativo de 10.798 millones en el primer semestre por la actualización de fondos de comercio por el efecto del covid-19

Ana Botín

Ana Botín

Max Jiménez Botías

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El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha reconocido este miércoles que la entidad, como consecuencia de una "crisis global sin precedentes",  finalizará el ejercicio 2020 con pérdidas contables, pese a que su resultado recurrente ordinario será positivo trimestre a trimestre.

El banco ha realizado una actualización del valor del fondo de comercio y los activos fiscales diferidos (DTA) en los países en los que opera, que genera un cargo extraordinario sin efecto en caja por valor de 12.600 millones, de los que 10.100 millones corresponden a los fondo de comercio (el 45% del total del fondo de comercio del grupo) y 2.500 millones a los activos fiscales. "Aunque esta actualización da como resultado una pérdida atribuida para el primer semestre de 10.798 millones de euros, este deterioro no tiene efecto en caja ni impacto en la liquidez, en el riesgo de crédito ni en el capital CET1", destaca la entidad financiera.

"Estamos ante una crisis muy diferente a otras, que ha afectado de forma global y ha llevado a una situación sin precedentes en los resultados y en el efecto sobre las valoraciones de los activos", ha reconocido José Antonio Álvarez,  quien ha subrayado que este ejercicio solo se hará una vez, pero al mismo tiempo ha reconocido que la generación de resultados en lo que queda de ejercicio previsiblemente no podrá compensar las pérdidas contables registradas, pese a que el segundo semestre puede superar al primero.  Es previsible, por tanto, que el banco acabe el año con pérdidas, lo que supondría el primer ejercicio con 'números rojos' para la entidad que preside Ana Botín.

Con respecto a la reducción del valor del fondo de comercio, 6.101 millones corresponden al negocio en Reino Unido, 2.330 millones a Estados Unidos, 1.192 millones a Polonia y 477 millones a Santander Consumer Finance. Este ajuste no cambia la importancia estratégica de los mercados ni de los negocios del grupo. El banco seguirá invirtiendo y acelerando sus planes de transformación, y mantiene total confianza en el potencial de generación de valor a largo plazo de sus regiones y mercados. sin embargo asumen que esos mercados va a aportar menos de lo que la entidad preveía, como consecuencia de la crisis sanitaria y sus efectos sobre la economía.

Pago de dividendos

Pese a los resultados, el banco mantendrá sus planes relativos a los dividendos. "Cumplimos las recomendaciones del BCE", comentó Álvarez. Incluso comentó que espera que el Banco Central Europeo (BCE) haga una mayor discriminación entre entidades a la hora de recomendar que los bancos no distribuyan dividendos en efectivo, en función de la situación y capacidad de generar resultados que tenga cada una.

"Espero que haya una mayor discriminación en función de la situación de las entidades y la capacidad de generar resultados que tengan; esto no puede ser café para todos", ha defendido el consejero delegado de Santander, entidad que ha devengado unos 400 millones de euros para pagar dividendos en efectivo con cargo a los resultados del 2020 cuando los reguladores lo permitan.

El consejero delegado de Santander entiende que el BCE, desde su perspectiva de regulador prudencial frente a una crisis de dimensión incierta, haya decidido recomendar que los bancos no paguen dividendos en efectivo, pero ha advertido del perjuicio que supone para la cotización de las entidades, al elevar el coste del capital.

Evolución del negocio

El Banco Santander obtuvo un beneficio ordinario de 1.908 millones de euros en el primer semestre de 2020, un 48% menos que en el mismo periodo del año anterior, por las mayores provisiones relacionadas con la pandemia de la covid-19. La entidad destaca en un comunicado a la CNMV que aunque la pandemia ha afectado a la actividad, se mantiene un buen resultado ordinario gracias a los ingresos de clientes, una reducción de costes por encima de lo esperado, una sólida calidad crediticia y la generación orgánica de capital.

Por lo que se refiere al negocio, el margen de intereses y los ingresos de clientes se mantuvieron estables, en 16.202 y 21.338 millones de euros, respectivamente, impulsados por el crecimiento de ingresos en Latinoamérica, Santander Corporate & Investment Banking (SCIB) y Wealth Management & Insurance. Esto y el control de costes permitieron aumentar un 2% el margen neto, hasta 11.865 millones de euros.

“Los últimos seis meses nos han planteado uno de los mayores desafíos de nuestra historia. El impacto de la pandemia nos ha puesto a todos a prueba y estoy muy orgullosa de la respuesta que ha dado el banco", ha comentado la presidenta del banco, Ana Botín en la nota remitida a la CNMV. "Hemos dado 1.600 millones de euros diarios de media en préstamos, atendido con normalidad a nuestros clientes y priorizado la salud de nuestros empleados. Además, hemos destinado 100 millones de euros a iniciativas solidarias para combatir la pandemia", ha subrayado.

Por otra parte, el plan de reducción de costes va más rápido de lo previsto. Europa logró más de 300 millones de ahorros en el primer semestre, es decir, un 75% de su objetivo para todo el año 2020. Los gastos operativos cayeron un 2%, un 5% sin inflación.

El banco destaca que ha seguido apoyando a sus clientes durante la pandemia con la concesión de 1.600 millones de euros diarios de media en nuevos préstamos en el segundo trimestre y dando moratorias a más de cinco millones de clientes. Además, ha mantenido el servicio con normalidad mientras mantenía unas medidas de seguridad adecuadas tanto para los empleados como para los clientes. Alrededor del 90% de las oficinas están actualmente abiertas y prácticamente la totalidad de los 40.000 cajeros del grupo están en funcionamiento.

Evolución del crédito

El crédito y los depósitos crecieron con fuerza, un 6% y un 9%, respectivamente. En el segundo trimestre, se aprecian mejoras del crédito a particulares, mientras que el de pymes, empresas y SCIB vuelven a la normalidad tras el pico de abril. La calidad crediticia se mantuvo estable, con una tasa de mora que se redujo en 25 puntos básicos en los últimos 12 meses, hasta el 3,26%, mientras que la ratio de cobertura, que mide la capacidad de absorber posibles pérdidas derivadas de la morosidad, aumentó hasta el 72%.

El coste del crédito, es decir, lo que el banco provisiona cuando concede un préstamo, aumentó 28 puntos básicos, hasta el 1,26%, debido al crecimiento de un 78% de las provisiones, hasta 7.027 millones de euros, por la crisis. El banco mantiene en el segundo trimestre su previsión de crecimiento del coste del crédito, del 1,4 al 1,5% al final de añoEn una parte significativa esas provisiones van asociadas a los créditos ICO.

La ratio de capital CET1 aumentó en 26 puntos básicos en el trimestre, hasta el 11,84%, es decir, en la parte alta del objetivo a medio plazo del 11-12% que se ha fijado el grupo. La buena evolución del beneficio antes de provisiones permitió una fuerte generación orgánica de capital (+28 puntos básicos). El banco aumentó su capital otros puntos básicos gracias a los cambios en el Reglamento de Requerimientos de Capital (CRR, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, aunque esta partida queda neutralizada por el impacto de operaciones corporativas.