el mercado de renta variable

La crisis sanitaria hunde el reparto de dividendos en el primer semestre

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Max JIménez Botías

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Las consecuencias económicas de la crisis sanitaria tiene diferentes aristas y hay una que implica directamente a los inversores en la bolsa española. Ya no solo por la caída de las cotizaciones que ha generado el bloqueo económico durante el estado de alarma. La decisión de muchas compañías del suspender el pago de dividendos a sus accionistas mientras que no haya claridad sobre el efecto de la crisis ha supuesto un importante revés para los inversores que han visto como las retribuciones han caído por encima del 70% en el primer semestre de este año, según los datos del servicio de estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME), la sociedad que gestiona las bolsas en España. En el primer trimestre del 2019 se pagaron dividendos por valor de 18.988 millones y en el mismo periodo de este año se han pagado 5.868 millones

"Grandes empresas han decidido suspender la retribución a los accionistas durante este año. O han anulado uno que estaba previsto o han cambiado sus políticas de distribución por un mecanismo de prudencia", explica Javier Garrido, director de área de análisis de BME. Empezaron los bancos, que se vieron obligados a incrementar la prudencia a instancias de los reguladores. Tal como se ve en la actividad económica no parece un buen momento para mantener la retribución. El reparto de dividendos no es demasiado aconsejable. Es preferible reservar dinero y  mantener la estructura del balance más o menos fortalecida o, al menos, no empeorarla, después de muchos años en los que las compañías se han desendeudado y han encontrado una posición de solvencia adecuada. Ese es el razonamiento que se hacen muchas compañías, explica Garrido.

El sector bancario ha sido el más expeditivo a la hora de suspender el reparto de beneficios. El Banco Central Europeo realizó en marzo la recomendación a las entidades supervisadas de que suspendieran el dividendo, la recompra de acciones y que controlaran, asimismo, el pago de los bonos a los directivos del sector, al menos hasta el 1 de octubre de este año. Esa es una práctica que se ha trasladado la compañías de seguros "que han cortado y pegado las disposiciones adoptadas por la banca", afirman fuentes financiera. Añaden que la cosa no se quedará ahí, ya que los bancos esperan que en breve el BCE extienda la recomendación de suspender el dividendo a todo el  2020. "En Europa se escapaban algunos bancos, sobre todos los franceses, que suelen pagar dividendos a partir de octubre, con lo que ampliarán plazo para evitarlo", destaca un ejecutivo del sector bancario.

"No hay decisión perfecta"

“No hay decisión perfecta en política económica. Cada una de ellas tiene ‘pros’y ‘contras’", comentó esta semana el vicepresidente del BCE, el español Luis de Guindos. En este caso, la decisión se adoptó “para intentar mantener el mayor capital en los bancos” y que estos pudieran hacer una mayor contribución para la financiación de la economía. “Somos conscientes del sacrificio” que ello supone para estas entidades, y de que está teniendo “un impacto sobre su valoración”. Pero “es una medida transitoria y extraordinaria sobre la que creemos que las ventajas superan a los inconvenientes”

La recomendación del BCE se produjo el 29 de marzo, con lo que hubo bancos que pagaron dividendos antes de esa fecha;  Sabadell, Bankia, BankinterBBVA, desembolsaron pagos a cuenta, pero el grifo se cerró ahí. Es más, en el mercado se considera que esta restrictiva política puede mantenerse a medio plazo. "Las restricciones se van a alargar hasta el año que viene. Los ciclos de dividendos para un año se consideran cortos", afirma Garrido. "Todavía estamos empezando la primera digestión y yo creo que durante un mínimo de dos años se van a mantener estas medidas de prudencia, porque no habrá capacidad para prever, salvo en el caso de las empresas anticíclicas, los efectos", agrega.

Empresas anticíclicas

Precisamente, la empresas menos afectadas por el ciclo son las únicas cotizadas que siguen repartiendo beneficios. "El movimiento ha sido claro en el sentido de que se prioriza mantener una solvencia y liquidez adecuada. No tiene sentido exponerte a salida de caja por el pago de dividendo cuando no tienes visibilidad sobre cual va a ser el impacto final del covid-19", comenta Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta4.

¿Cuáles se han permitido el lujo de mantener el dividendo? Las que tiene visibilidad de 'cash-flow'. Las eléctricas, compañías de servicios y farmacéuticas. De hecho, la sociedad de bolsa tiene una cartera de inversión basada en empresas que ofrecen retribución al accionista. Está compuesta por Almirall, Enagas, Grifols, Iberdorlas, REE y Telefónica. Esas cotizadas no ha renunciado a pagar.

Alguna otra compañía, más expuesta al ciclo,  como Repsol, lo que han hecho es confirmar el pago de lo que han podido a corto plazo. El dividendo de ahora que va de junio a julio lo paga y de cara a diciembre, que también  tiene comprometido otro pago, ya se verá. "Se impone la prudencia entre estas compañías", comenta Aguirre.

"BME es una empresa que sus ingresos dependen del ciclo, nuestras cuentas soportan mejor una crisis, somos una empresa que puede seguir pagando, como las eléctricas", asegura Garrido y agrega que, en muchos casos se intenta mantener las señas de identidad: "Los accionistas esperan esos dividendos para ajustar sus programas de inversión. No creo que se apunten a quitar los dividendos más allá de que planteen programas de inversión importantes que justifiquen la suspensión", agrega.

Una tradición de rentabilidad que alcanza el 4%

La historia que jalona las empresas de la bolsa española es muy proclive a retribuir al accionista. Y aunque ahora parece que puede diluirse, volverá, con la forma que sea, según consideran los responsables del mercado español. Las grandes empresas entienden que mantener esa política es una forma de fidelizar al accionistas, incluso algunos de estos, los grandes inversores, condicionan su entrada en el capital de las cotizadas a las políticas de 'pay-out'. Son empresas que prefieren a mantener una política clara de cara al accionista y la recuperarán en cuanto sea posible.