expansión y diversificación

Joan Escribà lleva su Xiringuito y un obrador de chocolate a Empuriabrava

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Guillem Tapia

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Joan Escribà, propietario y principal responsable del popular Xiringuito de l'Escribà de la playa del Bogatell de Barcelona, ha abierto un nuevo restaurante en Empuriabrava. El establecimiento mantiene el mismo concepto que su hermano barcelonés con el que, de hecho, comparte el nombre. “Mi formación la inicié en La Bisbal, y desde entonces he tenido una relación especial con el Empordà. En Empuriabrava practico alguna de mis principales aficiones -como el vuelo y el paracaidismo-, y además es el lugar en el que me quiero retirar, por lo que me parecía un buen sitio donde empezar este nuevo negocio”, explica el empresario.

Más allá del vínculo emocional, el nuevo establecimiento tiene el objetivo de asegurar el legado de más de 25 años del Xiringuito, cuya continuidad en la capital catalana no está garantizada. La concesión que otorgó el Estado a más de 40 negocios -entre ellos el dirigido por Joan Escribà- en el frente marítimo durante la época preolímpica vence en septiembre y la Administración ya ha anunciado que sacará los locales a subasta. “Nuestra intención es seguir, pero existe el riesgo de que no sea posible”.

Además del nuevo restaurante de Empuriabrava, que se inauguró a principios de julio, Escribà también planea lanzar otro proyecto en la localidad ampurdanense. “En la hostelería me metí por accidente, pero mi verdadero oficio es el de maestro chocolatero”. Bajo esta premisa y tras reflexionar durante los meses de confinamiento, el empresario ha decidido que pondrá en marcha, a principios de 2021, un obrador en la segunda planta del mismo inmueble que ocupa el restaurante de Empuriabrava. “La idea inicial era montar algo pequeño, a modo de hoby, pero durante los meses de cuarentena lo pensé mejor y me animé a hacer algo más ambicioso. Trabajaré la haba de cacao desde cero para crear un producto de altísima calidad y lo venderé principalmente online ”, señala. ¿Esta iniciativa no se solapará con el negocio de la otra rama familiar? “Yo soy chocolatero y mi hermano Christian es pastelero, es distinto”, responde Joan, a lo que añade, “la línea de bombonería de la Pastisseria Escribà la cree yo”.

Freno a la expansión japonesa

El reverso a estas iniciativas empresariales es el frenazo que ha supuesto el coronavirus a los proyectos que ya estaban en marcha. En septiembre de 2018, Joan Escribà abrió una réplica de su Xiringuito en la primera planta de un rascacielos en el barrio de Shibuya de Tokyo. El desembarco en el país nipón se produjo de la mano de Sadahiro Nakamura a través de su compañía Transit, especializada en importar conceptos de restauración internacionales al país del sol naciente. Tras casi dos años de éxito en la capital japonesa, el objetivo era proseguir la expansión por el resto del país con la apertura de 10 nuevos locales, pero los planes se han aplazado debido al covid-19. A nivel local, los tres restaurantes de Joan Escribà en Barcelona -el propio Xiringuito y dos establecimientos en el barrio de Poblenou-, han visto reducida su facturación un 50% en comparación con antes de la pandemia.