prácticas bancarias

Fe de vida para poder cobrar la pensión

Algunos bancos vuelven a reclamar a los pensionistas que acrediten su estado de salud para pagar la jubilación

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Max Jiménez Botías

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Algunas entidades financieras vuelven a pedir a las personas que cobran una pensión pública a través del banco que den fe de vida en la oficina para seguir cobrando la jubilación. Se trata de una práctica que antes de las crisis sanitaria estaba bastante generalizada en el sistema financiero español, pero que durante la pandemia se eliminó para evitar que los pensionistas --clasificados como grupo de riesgo sanitario, que se ha visto particularmente afectado por el covid-19-- tuvieran presencia física en las sucursales, que, por otra parte, trabajaban a la mitad o menos de su capacidad. Los bancos establecieron protocolos para avanzar el pago de la mensualidad y fomentar el uso del cajero.

Tras superar el estado de alarma, algunas entidades vuelven ahora a la normalidad anterior. Entidades como el Banc Sabadell y otros, que habían anticipado el cobro de la pensión durante el confinamiento, "con la vuelta de los empleados a las oficinas han retomado las prácticas precovid", señalan. No todas las entidades han puesto en marcha los mismo procedimientos. "Todavía no pedimos a los pensionistas que den fe de vida", afirman fuentes de CaixaBank. la entidad mantiene los protocolos de la crisis sanitaria y, según explica, trabaja en el desarrollo de sistemas tecnológicos --"un algoritmo", dice-- para conocer el estado de salud de sus clientes a partir de los movimientos bancarios.

Otros bancos prefieren aún  mantener a los clientes alejados de las oficinas por una cuestión de eficiencia. Incluso muestran cierta sorpresa cuando usuarios que se habían adaptado a realizar las operaciones a través de la app del banco, vuelven ahora a la oficina para realizar las mismas transacciones que hacían por medios digitales durante el confinamiento. Con todo, no han abandonado el control de vida de sus clientes. "Cada dos años ponemos en marcha una campaña para mantener contacto directo con el cliente", explican fuentes de Bankia. "Y eso no ha cambiado", agregan.

Control de la Seguridad Social

Además de los bancos, la Seguridad Social también intenta conocer el estado de salud de sus pensionistas. El INSS controla el fallecimiento de los pensionistas fundamentalmente a través de un cruce automático entre la base de datos de pensiones y el fichero diario de fallecidos que recibe del Ministerio de Justicia. Este control da lugar a la baja automática (sin intervención de un funcionario) del 85% de las pensiones. El resto de bajas, que no pueden darse de forma automática al no estar aún informatizados todos los registros civiles, tienen lugar de manera manual por las direcciones provinciales con la información que obtienen de la comunicación del fallecimiento por parte de los familiares, de los tanatorios, etc. 

Tras esta manera de proceder se persigue, particularmente, evitar el fraude, que es más frecuente de lo que cabe pensar.  La Policía Nacional destapo recientemente un fraude de más de seis millones de euros por el cobro de pensiones de personas fallecidas y detuvo a 11 personas -una de ellas un empleado de banca- como presuntas responsables de delitos contra la Seguridad Social, estafa, falsedad documental y apropiación indebida.

Durante la operación, que se desarrolló durante 2019 en 21 provincias, se analizaron 12.586 abonos indebidos, 75 cuentas bancarias, 23 casos con más de 100.000 euros defraudados y 40 pensiones cobradas durante más de 10 años. Entre los casos investigados, 22 habían fallecido hace dos décadas y 11 de los fallecidos eran pensionistas españoles en el extranjero.