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Calviño deja en manos de Sánchez ser candidata a presidir el Eurogrupo

La coruñesa Nadia Calviño, ministra de Economía

La coruñesa Nadia Calviño, ministra de Economía / periodico

Silvia Martinez

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La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, considera positivo “que se esté hablando de un candidato español” para ocupar la presidencia del Eurogrupo, que dejará vacante el próximo 12 de julio el portugués Mário Centeno. Un hecho que esconde, en su opinión, “una clara señal de confianza” en España y en el papel que ha jugado en los últimos meses en la respuesta a la crisis del coronavirus. Aún así, de momento no aclara si el Gobierno español dará el paso y formalizará oficialmente su candidatura. La decisión la tomará el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en los “próximos días”.

“No voy a especular. Esta tarde vamos a conocer cuál es el procedimiento, analizaremos en los próximos días las alternativas y el presidente del Gobierno tomará la decisión oportuna teniendo en cuenta el interés publico y cual es la mejor decisión para España”, ha señalado en una comparecencia previa al Eurogrupo en el que Centeno, que ha ocupado durante los últimos dos años y medio el cargo, ha lanzado oficialmente el procedimiento de selección. Según ha explicado tras la reunión el portugués, los candidatos tienen hasta el 25 de junio para presentar candidaturas, acompañada de una carta de motivación, y la elección tendrá lugar a principios de julio. 

“Todos los medios internacionales a la hora de hablar de las distintas alternativas presentan a España como uno de los candidatos al puesto y eso demuestra un reconocimiento y una confianza en nuestro país y debe ser valorado positivamente por lo que dice de nuestro papel en el ámbito europeo e internacional”, ha reiterado Calviño que pese a la media docena de intentos ha eludido confirmar si el puesto le interesa o si España ha empezado a realizar gestiones informales con el resto de socios europeos para ver los apoyos con los que cuenta.

La elección se realiza por mayoría simple, lo que significa que un candidato necesita al menos 10 de los 19 votos para lograr un mandato de dos años y medio renovable y que, según las reglas internas de funcionamiento del Eurogrupo, debe recaer en un ministro nacional de finanzas con expediencia en el Eurogrupo y con conocimientos en cuestiones de unión económica y monetaria. “La decisión sobre esta cuestión compete al presidente del Gobierno y es el quien en los próximos días tendrá que definir cual es la posición de nuestro país teniendo en cuenta el interés general que debe guiar la actuación de España en las instituciones europeas y el ámbito internacional en general”, se ha limitado a reiterar. 

Trío de potenciales candidatos

Todas las quinielas, sin embargo, la sitúan como una de las grandes favoritas. A su favor juega su perfil técnico, trayectoria profesional y su experiencia en la esfera europea, donde ha ocupado cargos de máximo nivel en el Ejecutivo comunitario incluido el de directora general de presupuestos, además de que pertenece a una familia política que aspira a mantener el puesto en manos de un socialdemócrata europeo. Su nombre, sin embargo, no es el único que suena.

En la terna, según han confirmado fuentes europeas, también figuran el liberal luxemburgués Pierre Gramegna y el conservador irlandés, Paschal Donohoe. Fuentes europeas destacan de ambos su capacidad en la búsqueda de consensos, una cualidad que también destacan de Calviño. Centeno no ha querido valorar la posibilidad de que Calviño le suceda en el cargo y ha dicho que todo los ministros del Eurogrupo tienen calidad suficiente para el puesto. "Intentaremos encontrar el equilibrio en todas las dimensiones pero con una idea en mente, elegir un presidente que pueda cumplir todos los objetivos y desafíos difíciles que tiene la Eurozona", ha dicho tras la reunión.

Equilibrios necesarios

Aunque ni el luxemburgués ni el irlandés han confirmado su interés por el puesto, Gramegna, uno de los más veteranos del Eurogrupo donde se sienta desde 2013, ya compitió por el puesto en diciembre de 2017, cuando fue elegido Centeno, aunque por aquel entonces con un hándicap importante: el también luxemburgués Jean-Claude Juncker presidía la Comisión Europea lo que hacía inviable una segunda presidencia para un luxemburgués porque hubiera roto el equilibrio geográfico en el reparto del altos cargos.

Un juego de equilibrios que, sin duda, tendrá presente Sánchez a la hora de decidir si apuesta o no por la presidencia del Eurogrupo. Y es que el socialista español, Josep Borrell, ocupa uno de los llamados ‘top jobs’ de la UE, la jefatura de la diplomacia europea, y hay otros dos ministros españoles que su suenan para presidir otros dos organismos internacionales: la ministra de exteriores, Arancha González-Laya, para la Organización Mundial del Comercio, y el ministro de ciencia, Pedro Duque, para la Agencia Espacial Europea. “Siempre es un orgullo que haya candidatos tan cualificados para puestos tan importantes”, decía el pasado fin de semana Sánchez. Suya será la decisión.