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¿En qué puede afectarme el límite de mi tarjeta de crédito?

No hay que olvidar que es una forma de financiación más entre todas las que hay, muy cómoda pero sujeta a una serie de condiciones y tipos de interés que deben ser conocidos y tenerlos presentes antes de su uso.

No hay que olvidar que es una forma de financiación sujeta a una serie de condiciones y tipos de interés que deben ser conocidos y tenerlos presentes antes de su uso.

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María Valero (iAhorro)

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Las tarjetas de crédito son un medio de financiación muy extendido en España, tanto que son más de 37 millones las tarjetas de crédito que hay en circulación en el país, según los datos proporcionados por el Banco de España. Un plástico que se convierte en una herramienta de pago que permite hacer disposiciones de efectivo y realizar pagos sin necesidad de contar con ese dinero en la cuenta corriente, sino que es la entidad financiera la que te proporciona ese dinero a crédito.

Pero efectivamente, no hay que olvidar que es una forma de financiación más entre todas las que hay, muy cómoda pero sujeta a una serie de condiciones y tipos de interés, que se suelen situar en torno al 20%, que deben ser conocidos y tenerlos presentes antes de su uso.

¿Cómo se establece el límite de la tarjeta de crédito?

La tarjeta de crédito tiene un límite de uso en cuanto al importe gastado. Se trata de una cantidad máxima que se puede gastar en un periodo de tiempo. Este límite máximo lo fija la entidad financiera que proporciona la tarjeta y por lo tanto el dinero a crédito. Para establecer el límite estudia el perfil del solicitante y posterior titular de la tarjeta, sus ingresos, su historial crediticio, o su endeudamiento precio entre otros aspectos clave.

Tomando todas estas características la entidad realiza un análisis para comprobar la solvencia del titular y así decidir cuánto dinero como máximo pondrá a su disposición en la tarjeta de crédito. Hay que tener claro que es dinero prestado y que por lo tanto la entidad se debe asegurar de que el dinero será devuelto y minimizar riesgos de impagos con dicho análisis de solvencia. No cabe duda, que cuanto mejor sea el perfil, mayor será el límite de crédito.

¿Y si quiero cambiar el límite?

Cambiar el límite de la tarjeta de crédito es posible, y es viable tanto para reducirlo como para aumentarlo. Cuando se trata de reducir el límite, la entidad no suele poner ninguna objeción, siendo el titular quien lo debe solicitar. La opción de reducir el límite es una buena forma de controlar el gasto con dicha tarjeta.

Si lo que se desea es aumentar el límite de la tarjeta, es decir, disponer de una mayor cantidad de dinero a crédito, será la entidad la que tenga que estudiar la viabilidad de esta operación, ya que se trata de aumentar el crédito y por lo tanto el riesgo que asume la entidad. Será la entidad la que analice de nuevo la solvencia y los riesgos de la operación tanto si esta petición de aumento de límite es de forma permanente o de forma puntual.

¿Puedo sobrepasar el límite? ¿Qué ocurre en ese caso?

Puede darse la circunstancia que se llegue a sobrepasar el límite de la tarjeta de crédito. Ante esta situación podrían ocurrir dos cosas. La primera de ellas es que, en el momento del pago, directamente no se admita el cargo al no haber “fondos” en la línea de crédito y por lo tanto el titular no podrá hacer uso de la tarjeta.

La segunda opción que puede ocurrir es que la entidad financiera, de forma puntual acepte la operación y después sea el titular de la tarjeta el que tenga que volver a negociar con la entidad las condiciones de la tarjeta de crédito aumentando el límite de la tarjeta bien de forma puntual o bien de forma permanente. Podría pasar que sea de una forma puntual y que, después del pago de ese exceso de importe, se vuelva a las condiciones iniciales de la tarjeta de crédito.

Lo ideal en esta situación es que el titular no incurra en impagos ni tampoco que asuma una mayor deuda de la que realmente pueda hacer frente.

María Valero (iAhorro.com)