Entrevista

Pacheco: "La dirección de Nissan está dividida sobre el cierre y tenemos que aprovecharlo"

El secretario general de CCOO de Catalunya ve evitable la salida de la firma japonesa de sus plantas en Barcelona

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Gabriel Ubieto

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Javier Pacheco Serradilla (Barcelona, 1970) entró hace 29 años como operario en la Nissan, cuando en Zona Franca los modelos que salían de la cadena de montaje eran furgonetas Vanette y todoterrenos Patrol. Estos días, como secretario general de CCOO de Catalunya, multiplica esfuerzos para evitar que la firma japonesa haga efectivo su anuncio de marcharse.

¿Era inevitable que Nissan optara por el cierre?

No, y hemos trabajado todos juntos [Administración y sindicatos] para poder conseguir que no se produjera. Y también hemos conseguido que todavía haya dentro del consejo de administración del Japón serias diferencias sobre la decisión tomada. Parte de la dirección apostaba por mantener la continuidad de la planta en Barcelona y dentro de la Unión Europea. Esas contradicciones podrán llevarse también a la junta de accionistas cuando vayan a rubricar el plan de reestructuración. Es una chispa de esperanza que todavía tenemos y debemos aprovecharla.

¿Es evitable el cierre?

Sí. La propuesta que le hemos hecho a la empresa es de sentido común, en el sentido económico de la palabra. No es solo una esperanza, pero tampoco vamos a dar falsas expectativas a la gente. Esto es muy difícil, es muy duro, pero hay que trabajar para revertir esa decisión. Dentro de la estrategia de la alianza Nissan-Renault. Renault tiene que entender que no tiene sentido, ahora que se gobernará las decisiones en Europa, abandonar una de las dos principales capitales europeas, junto a París, donde todavía tiene presencia.

Le queda Sunderland…

Sería un error, porque con el ‘brexit’ tiene cerrado el grifo de todo el plan de inversiones que se están planteando ahora para acompañar la reactivación económica de la Unión Europea. Estamos hablando de 750.000 millones a disposición de los Estados, más otros 100.000 millones que se está hablando para ese ‘new green deal’. Y una parte importantísima de estos tiene que ir a transformar la movilidad hacia una movilidad sostenible, donde será clave el sector de la automoción. Confío además que las dificultades para llevar a cabo una decisión así les convenzan para que vean que les sale más rentable mantener la planta que no cerrarla.

¿La Administración ha estado hasta ahora a la altura?

Creo que sí. Hemos conseguido por una vez participar todos juntos y de manera concertada y hemos conseguido poner en contradicciones a la empresa. Si al final han decidido irse ha sido por motivos de política interna de la marca. No porque no se haya trabajado con ellos una alternativa real. No tengo ningún reproche hacia ninguna de las administraciones. Y todavía tienen por delante mucho trabajo, pese al ruido político que planteen algunos. Institucionalmente tienen las cosas bastante claras. Y si los sindicatos hemos de hacer de pegamento, seguiremos haciéndolo. Hemos de saber mostrar esa imagen de un país unido convencido de que hay una alternativa.

¿Qué es necesario para que Nissan reconsidere su decisión?

Hemos de aprovechar la nueva configuración empresarial de la Alianza Nissan-Renault para hacer valer el papel de la Unión Europea y que tenga sentido y recorrido una estrategia de reconversión hacia un hub de la movilidad sostenible. En una ciudad que tiene una apuesta muy clara de transformación en este sentido y que podría ser referencia de las diferentes plantas de Renault y de Nissan en el continente europeo.

Nissan ha recibido en los últimos años 125 millones y ello no ha impedido que decida cerrar, ¿es esta estrategia de ayudas inteligente?

No, nosotros ya lo veníamos denunciando desde hace años. En la política industrial la Administración tiene que marcar las reglas, no puede ser una hucha para estas empresas. Esto es algo hay que coordinarlo a nivel de la UE, no puede ser que haya una Europa a dos o tres velocidades. Y España, que es la cuarta economía de Europa y el segundo mayor productor de coches, no puede ser un invitado de piedra en la UE. Hemos perdido soberanía industrial y tenemos que recuperarla. Todas esas inversiones que puedan venir de Europa y ligadas a ese ‘new green deal’ hemos de darles salida con la condición de recuperar parte de esa soberanía.

¿Es la nacionalización de empresas una manera de recuperar esa soberanía industrial?

Yo diferenciaría mucho entre lo que es nacionalizar una empresa y recuperar soberanía industrial. Hay muchos países que tienen soberanía industrial sin tener nacionalizadas las empresas. Alemania no ha nacionalizado empresas, pero sí ha impulsado estrategias para que determinados sectores no se marchen; con política económica y política industrial. Otra cosa es que determinados elementos sí necesiten una intervención directa, total o parcial, del Estado. La situación de Alcoa, por ejemplo, sí creo que se resuelve con un proceso de participación directa del Estado. Porque lo que fabrican allí solo se fabrica allí en toda España. Puedo entender que ante la dureza de la decisión de Nissan haya algunos que quieren una decisión inmediata y rápida. Pero, una vez nacionalizada, ¿qué venderemos, en un mercado globalizado como el del auto?

¿Para hacer esa política industrial es necesario subir impuestos? ¿Ahora, en plena crisis?

Sí, sino no será posible. Si no tenemos capacidad de ingresos quien podrá tener capacidad de reactivar la economía ante la covid-19. La propuesta de la UE es muy importante, pero también muy insuficiente. No llegará a cubrir el gasto público que se está necesitando para hacer frente a esta crisis. Y sobre todo si queremos cambiar sistémicamente algunas carencias que está ha dejado al descubierto. Las condiciones de vida de algunos cada vez son peores. Esta crisis ha demostrado que algunos sectores han podido parar y la vida ha seguido y otros que no se pueden parar y están cobrando una mierda. La gente que ha salido a aplaudir a las ocho de la tarde a los balcones tiene que hacer una reflexión y pensar cuales deben ser a partir de ahora las prioridades.

Nissan ya llegaba tocada a la crisis de la covid-19 y su erte pretende convertirlo en ere, ¿será este el panorama después del verano?

Ya lo estamos viendo en algunas empresas. Hemos de encontrar todos los recursos necesarios, reactivar la economía y parar el golpe. Aquí lo que no se entiende es la falta de velocidad de las administraciones. En Catalunya todavía no tenemos ninguna mesa de trabajo específica para hablar de la reactivación económica y el otro día el Govern nos plantea un calendario para tener un primer borrador para el 30 de julio. Cada mes se están perdiendo en Catalunya de manera estructural más de 100.000 empleos. Si nos esperamos al 30 de julio, habremos perdido más de 200.000 empleos antes de empezar a tomar ninguna medida. No podemos aceptarlo y las patronales tienen la misma preocupación. No podemos perder ni un minuto más.

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