AYUDA TRAS LA PANDEMIA

Bruselas propone 77.000 millones a fondo perdido para España para combatir la crisis

Ursula von der Leyen da inicio a la reunión de la Comisión Europea, este miércoles.

Ursula von der Leyen da inicio a la reunión de la Comisión Europea, este miércoles. / periodico

Silvia Martinez

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Los países del sur habían reclamado un fondo de recuperación de 1,5 billones de euros con transferencias a fondo perdido. Los del norte uno basado en préstamos con estrictas condiciones. Para contentar a ambos bloques, el plan anticrisis diseñado por la Comisión Europea propone una mezcla de ambos, en línea con el camino marcado por el eje franco-alemán: un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, que se financiará con una emisión de deuda europea sin precedentes en la historia comunitaria y se distribuirá en forma de subsidios no reembolsables y préstamos condicionados a reformas. Según las estimaciones de la Comisión, España podría percibir 77.324 millones en ayudas a fondo perdido y 63.122 millones en forma de préstamos.

De los 750.000 millones de euros del nuevo instrumento, bautizado como ‘Next Generation EU’, 500.000 millones se distribuirán entre los países más golpeados por la pandemia en forma de transferencias –como propusieron París y Berlín- y los restantes 250.000 millones en forma de préstamos. "Estas ayudas son inversiones en nuestro futuro. No tienen nada que ver con las deudas pasadas de los Estados miembros", ha recordado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante la presentación ante el Parlamento Europeo del plan que nace para luchar contra la recesión que provocará el coronavirus y evitar una fragmentación que dinamite el mercado único.

Según la alemana, la proporción de subsidios y préstamos propuesta es la adecuada para responder a la crisis aunque ha admitido que la pelota está ahora en manos de los líderes europeos. "Esta es una crisis excepcional y por eso se necesita una señal única ante la crisis y esta propuesta es un paso en este sentido", ha avisado subrayando que las necesidades de financiación "son enormes" y que es un momento "crucial" para la UE.

España e Italia, satisfechos

Según la clave de reparto utilizada por la Comisión Europea y a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, España e Italia serían los dos países más beneficiados de este nuevo plan de reconstrucción por delante de Francia, Alemania y Polonia. Según estas estimaciones, España podría percibir algo más de 140.000 millones, 77.324 millones en forma de subvenciones a fondo perdido y 63.122 millones en forma de préstamos baratos, mientras que Italia podría obtener cerca de 173.000 millones, 81.807 millones en forma de ayudas y 90.938 millones por medio de préstamos a condiciones favorables gracias a la triple AAA de la que goza la Comisión.

Tanto el Gobierno español como el italiano han acogido positivamente las propuestas. “Acogemos positivamente el paquete financiero presentado por la Comisión Europea, que recoge muchas de las demandas que se han planteado desde España. Es una base para la negociación”, han señalado fuentes de la Moncloa, informa Juan Ruiz Sierra.  “Excelente señal de Bruselas, va en la dirección indicada por Italia”, ha añadido Giussepe Conte que considera “adecuadas” las cifras. 

Tras la pauta de París y Berlín

El fondo sigue la pauta marcada hace una semana por Angela Merkel y Emmanuel Macron, y su plan de medio billón en transferencias. Para pagar el coste del nuevo fondo temporal –que se podrá utilizar hasta finales de 2024- y no aumentar las contribuciones de los Estados miembros, una línea roja para el club de los 'frugales'- Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia-, Bruselas sugiere aumentar el margen fiscal elevando el techo de recursos propios (del 1,2% al 2% del PIB). La idea es utilizar el nuevo margen, de unos 100.000 millones, para captar fondos en los mercados de capitales a partir de una emisión de deuda con largos plazos de vencimientos, a devolver a partir de 2028 y hasta el año 2058.

Para garantizar una financiación suficiente, la Comisión propone además aumentar los recursos propios de la UE con la creación de nuevos impuestos: una tasa a los plásticos de uso único, el sistema de comercio de emisiones, una tasa de ajuste al carbono en frontera así como una nueva tasa digital o un impuesto a las grandes empresas. “Es justo que las empresas que se aprovechan de las ventajas del mercado único contribuyan con un impuesto”, ha justificado el comisario de presupuesto, Johannes Hahn, que al igual que su ‘jefa’ von der Leyen ha insistido en la necesidad de lograr un acuerdo rápido, como muy tarde en julio.

Inversiones y reformas

El grueso del nuevo fondo, 560.000 millones, estará destinado a la Facilidad para la Resiliencia y Recuperación, a la que podrán acudir de forma voluntaria los Estados miembros a cambio de planes nacionales de inversión y reformas en base a las prioridades identificadas en el semestre europeo, las recomendaciones de la UE por país y las prioridades europeas en materia de transición verde y digital. A esto se suma la iniciativa 'ReactEU' para apoyar con 55.000 millones a la política de cohesión, que podría estar disponible este mismo año y que se distribuirá según una clave de reparto que tendrá en cuenta el impacto del covid19.

El segundo pilar incluye dos instrumentos para incentivar las inversiones: uno con 31.000 millones para movilizar inversiones de hasta 300.000 millones para garantizar la solvencia de empresas sanas así como una facilidad para apoyar a sectores y tecnologías estratégicas, como la industria farmacéutica, a partir de un presupuesto de 15.000 millones que pretende movilizar 150.000 millones e total. El último pilar incluye la creación de un programa sanitario dotado de 9.400 millones para reforzar la seguridad sanitaria así como 2.000 millones para mejorar el mecanismo de protección civil de la UE. A esto se suman otros 16.500 millones para fortalecer la acción exterior y 40.000 millones del fondo de transición para apoyar a los países en la transición ecológica. 

Presupuesto 2021-2027

Junto al plan Bruselas ha propuesto el nuevo marco financiero plurianual para el período 2021-2027, con un volumen de 1,1 billones de euros y que junto al nuevo fondo elevan la potencia de fuego del nuevo presupuesto hasta los 1,850 billones. El intento de cerrar un acuerdo en febrero terminó en fracaso, por las discrepancias norte y sur y la incorporación del nuevo elemento podría complicar todavía más el pacto que debe ser refrendado por unanimidad. Otro problema adicional es el aumento del techo de gasto que también debe ser ratificado por los parlamentos nacionales. Los líderes de la UE abordarán las propuestas en su reunión del 19 de junio.

Triple red de seguridad

El nuevo fondo se sumará al plan de créditos de 540.000 millones aprobado el pasado 9 de abril por el Eurogrupo y avalado por los líderes de la UE el pasado 23 de abril. Un plan de emergencia a corto plazo basado en tres pilares: una línea de crédito de 240.000 millones de euros del Fondo de rescate europeo (MEDE) a disposición de los gobiernos con problemas de financiación, un instrumento de 100.000 millones para apoyar el mantenimiento del empleo (SURE) y una nueva línea de 100.000 millones en garantías del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar a las pymes y aprobada este pasado martes.

Rechazo de los ‘frugales’

Los planes chocan frontalmente con las aspiraciones del club de los ‘países frugales’, formado por Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia. Los cuatro remitieron el sábado un documento en el que apoyan la creación de un fondo temporal de emergencia pero basado en "préstamos por préstamos", sin ningún tipo de mutualización de la deuda y reformas. "Creemos que no es razonable que la UE se endeude para desembolsar cantidades de dinero tan grandes como estas de las que estamos tratando", ha avisado el ministro de asuntos europeos, Hans Dahlgren, en la radio pública suceca. “Las posiciones están muy alejadas y este es un expediente por unanimidad así que las negociaciones van a llegar tiempo”, apuntan fuentes diplomáticas holandesas.

Satisfacción en la Eurocámara

Tanto el presidente de la Eurocámara, David Sassoli, como la mayoría de los grupos políticos se han mostrado a priori satisfechos con los planes de Bruselas para el nuevo fondo de recuperación, porque recogen buena parte de sus peticiones, son un salto relevante y van en la buena dirección, aunque ahora esperan que se concrete en un acuerdo ambicioso lo antes posible. "Estamos en un punto de inflexión para tener políticas basadas en la responsabilidad y no la austeridad", ha valorado Sassoli que ha reclamado recursos propios para "ser autosuficientes" y que la UE disponga de medios con los que financiarse al margen de las transferencias nacionales. "Es una prioridad", ha dicho.