DIGITALIZACIÓN Y TELETRABAJO EN PYMES

Pymes tras la pandemia: condenadas a digitalizarse o morir

El cierre obligado durante el Estado de Alarma ha obligado a muchas empresas a digitalizarse y sobre todo, a incluir el teletrabajo en su plantilla para poder sobrevivir

El cierre obligado durante el Estado de Alarma ha obligado a muchas empresas a digitalizarse y sobre todo, a incluir el teletrabajo en su plantilla para poder sobrevivir.

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Lidia Álvarez Vellido

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Según el Índice de Economía y Sociedad Digital 2019 (DESI) España mejoró su puntuación 2,9 puntos situándose en la posición número 11 de entre los 28 Estados Miembros en cuanto a digitalización.

A pesar de estos avances, la llegada de la COVID-19 y su consecuente confinamiento han pillado por sorpresa a muchas pequeñas empresas y autónomos. Sin ir más lejos, el 30,2% de las empresas con menos de diez empleados no tenían una página web todavía, sólo el 5,8% realizaron ventas online y un 17,5% compras

“Hace dos meses vivíamos en la tierra y ahora de repente vivimos en Marte. Los empresarios de pequeños negocios tienen que adaptarse a la nueva situación porque sino se quedarán atrás”.

Así lo asegura en una entrevista a BYZness Ismael Teijón, emprendedor en serie y creador de Social WoW, una agencia de marketing y digitalización de pymes que ha nacido durante la cuarentena para ayudar a las pequeñas empresas a adaptarse a estas “nuevas reglas del juego”.

Problemas de adaptación que se agravan en el ámbito rural

Uno de las principales barreras que ve el emprendedor en el tejido empresarial español es el miedo al cambio.

“Esto es una barrera difícil de superar porque vivimos en un país que no tiene una cultura de adaptación al cambio, algo que es un verdadero problema porque vivimos en un mundo que cambia a gran velocidad”.

Asimismo, destaca la existencia de un problema mayor en las áreas rurales, donde la digitalización es mucho menor.

“Nos encontramos que en Madrid nos piden gestión de redes o estrategias para conseguir clientes. Cuando vamos a zonas más rurales vemos que su digitalización significa hacer un logotipo, una página web o abrirles un correo electrónico”.

Durante estos meses de confinamiento, la startup ha lanzado al mercado 15 paquetes de productos dirigidos a pequeños negocios para solucionar sus necesidades y ser más eficientes a través de la tecnología. 

Entregas a domicilio o reservas para restaurantes, petición de citas, tiendas online, gestión de personal o de redes sociales; son algunos de los servicios estrella de la agencia.

“Estamos consiguiendo que empresas que dedicaban un 80% a la gestión de negocio y un 20% a producir; ahora lo hagan al revés, algo que hace que tengan más control del negocio”, destaca Teijón.

Además, el emprendedor ha contado todo el proceso de principio a fin a través del proyecto en Youtube "Unicornio en cuarentena".

Desde el estudio de mercado, la competencia y el modelo de negocio; hasta la facturación que ha tenido, las personas que ha "fichado" y la estrategia que ha llevado a cabo; así como el camino que ha llevado para facturar 18.000 euros en ventas con una inversión de 259 euros, algo "poco habitual pero que es muy necesario".

El teletrabajo ha llegado para quedarse

Hasta el momento, las pocas pymes que habían comenzado a digitalizarse se habían centrado en otros aspectos y herramientas enfocadas a los procesos o la comunicación con el empleado para ser más eficientes, pero al teletrabajo “casi nada o muy poco”.

Así lo asegura David Padilla, CEO de Kenjo, una reciente plataforma con sede en Berlín y Madrid que acaba de recaudar 1,7 millones de euros en su nueva ronda de financiación con el objetivo de ayudar a las pymes a implementar el teletrabajo.

“No sólo ayudamos a incluir esta herramienta de trabajo en las empresas, sino que también las ayudamos a trabajar en bases a objetivos para dar la posibilidad a sus empleados de flexibilizar y conciliar de una mejor forma su vida laboral y personal”, explica Padilla.

En este sentido, uno de los problemas que se han encontrado las empresas ante este periodo obligado de teletrabajo es que muchos de sus trabajadores han reducido su producción debido a que se han visto obligados a compaginar lo laboral con el cuidado de los niños.

Para solucionar esto, el consejero delegado recomienda dejar a un lado la jornada laboral por horas, basarse en objetivos y confiar en el empleado.

A pesar de esto, Padilla está convencido de que esta forma de trabajar “se va a quedar” ya que este único inconveniente que encuentra el experto relacionado con la conciliación se resolverá con la “nueva normalidad” y los niños ya no pasen tanto tiempo en casa.

“Aunque el trabajo en la oficina y la relación con los compañeros es importante, el presencialismo estaba demasiado arraigado en España y en este sentido nos encontrábamos a la cola del resto de Europa, algo que tras la pandemia creo que acabará”.