Naturgy revisará las inversiones de su plan estratégico sin tocar el dividendo

Naturgy revisará "lo antes posible" su plan estratégico 2018-2022 para adaptarlo a la "tormenta" provocada por el coronavirus, pero sin modificar "lo más importante, que es el dividendo". Así lo ha anunciado este martes su presidente, Francisco Reynés, durante la junta de accionistas de la compañía, celebrada por primera vez de forma telemática. El ejecutivo ha argumentado que la pandemia ha provocado "caídas nunca antes vistas" de la demanda y los precios energéticos (59% del petróleo, 33% del gas y 41% de la electricidad en lo que va de año), con lo que será necesario "adecuar la inversión" a ese nuevo escenario.

Con todo, ha sostenido que es demasiado pronto para dar cifras porque tanto el "tamaño del problema económico" provocado por la enfermedad como la "velocidad y profundidad de la salida" de la crisis son inciertos. "Estamos en medio de la tormenta. Tenemos una dirección, pero tenemos que ver si llegaremos al puerto antes o después. No estamos en un momento de revisar los números a largo plazo, sino de capear el temporal", ha justificado.

Reynés, adicionalmente, ha presentado una revolución en el organigrama de la alta dirección de la empresa. Así, ha creado tres nuevas grandes unidades de negocio que dependerán directamente de él y para las que ha fichado a tres directivos externos. Se trata de Pedro Larrea (exalto cargo de Endesa y actual consejero delegado de la británica Ferroglobe), Jorge Barredo (presidente de X Elio y de la patronal fotovoltaica UNEF) y Carlos Vecino (exjefe de 'marketing' en Vodafone y actual consejero delegado de República Móvil). Los responsables de las unidades que existían hasta ahora pasarán a depender de Larrea. 

Renegociaciones y ahorros

El presidente sí que ha precisado que, entre los objetivos de la segunda parte del plan estratégico, estará la renegociación de sus contratos de suministros de gas anunciada hace unas semanas para adaptarlos al nuevo entorno de precios y demanda desplomados. No ha descartado tener que acabar en un arbitraje, pero ha sostenido que sería "en último extremo" y que el objetivo principal es cerrar "negociaciones rápidas" con los proveedores, que se encuentran en países como Argelia, Omán, Nigeria, Noruega, Rusia o Egipto.

La estrategia, ha continuado, también se centrará en seguir variando la composición de sus activos para tener más plantas de energías renovables y en países con monedas fuertes, establecer "relaciones win-win" con los reguladores (tras conflictos como el del año pasado con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), y avanzar en la "optimización y automatización" y en la "adaptación a nuevas formas de trabajo". La compañía prevé obtener unos ahorros de costes adicionales este año de al menos 120 millones de euros, pero Reynés ha descartado lanzar ningún ERE o ERTE y ha asegurado que las salidas seguirán siendo negociadas de forma individual.

Recompras paralizadas

Naturgy ha ratificado su objetivo de pagar este año 1,44 euros por acción como dividendo, un 5% más que el año pasado. Lo que sigue paralizado es su programa de recompra de acciones, otra forma de remunerar al accionista, que quedó suspendido hace unas semanas por la pandemia cuando todavía quedaban por ejecutarse adquisiciones y amortizaciones por valor de 102 millones de euros, tras haber realizado unos 700 millones desde el 2018. "Para siempre es demasiado tiempo, ya veremos qué ocurre en el futuro teniendo en cuenta la evolución de la economía", ha aseverado su presidente.

Reynés también ha dejado la puerta abierta a hacer compras gracias a sus más de 10.000 millones de euros de liquidez, pero ha precisado que a corto plazo la prioridad es mantener la fortaleza financiera. "Nos proporcionan tickets para bailar, aunque eso no significa que vayamos a bailar seguro ni con alguien en concreto. Seguro que van a surgir oportunidades. Participaremos en ellas, pero siempre cumpliendo nuestra religión, que entre otras cosas es priorizar la creación de valor al tamaño", ha asegurado. Asimismo, ha apuntado que la compañía ha aprobado 125.000 aplazamientos en el pago de la factura por el coronavirus.