Fase 1

Ensayo general en las terrazas de Barcelona

Guillem Tapia

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Los bares y restaurantes de Barcelona bajaron la persiana a mitades de marzo pensando que se tomarían un receso de tan solo dos semanas. No obstante, la realidad que ha deparado el virus ha sido muy distinta, y la hostelería ha tenido que detenerse por completo durante 70 días. Tras más de dos meses de estado de alarma y confinamiento estricto, hoy ha sido el primer día que los bares y restaurantes de la capital catalana han retomado la actividad. La reapertura, eso sí, se ha llevado a cabo bajo fuertes restricciones. De momento solo se puede servir a los clientes en las terrazas -cuya capacidad se reduce al 50%- y siempre respetando las medidas de distanciamiento social.

A pesar de las limitaciones, el trasiego en las mesas exteriores de los bares -acompañado de la reapertura de comercios que se inició la semana pasada- ha contribuido a que el paisaje urbano fuera hoy mucho más reconocible que el de unos días atrás. Se comienza a dibujar la 'nueva normalidad'. “Era importante abrir cuanto antes y que la gente vea que ya estamos aquí. Además, ya empezaba a volverme loco después de tantos días encerrado en casa”, comenta Ramiro, uno de los propietarios del restaurante Nolita. El hostelero cuenta que, para él, esta crisis supone retroceder dos años atrás y volver a la casilla de salida de cuando inició su negocio.

Reapertura general en la fase 2

Según los datos que maneja el Gremi de Restauració de Barcelona, los locales que han apostado por abrir hoy son una minoría.Una encuesta realizada por la asociación de hosteleros indica que tan solo un tercio de los establecimientos con terraza ha levantado hoy la persiana, lo que supone un exiguo 20% del total. Desde la asociación empresarial apuntan que habrá que esperar algunas semanas para ver una reactivación generalizada de la restauración. “Hasta que no entremos en fase 2, y se permita consumir dentro de los locales, muchos negocios permanecerán cerrados”, aputnta Roger Pallerols, presidente del Gremi de Restauració. “No obstante, es muy positivo que empiece a haber una cierta actividad para que los pequeños empresarios comiencen a ver la luz al final del túnel”, añade el empresario.

El Ayuntamiento afirma, por su parte, que finalmente, han abvierto el 40% de las 5.500 terrazas de Barcelona. El distrito con un porcentaje más alto de terrazas abiertas este lunes es Horta-Guinardó (75%), mientras que Sants-Montjuïc y Sarrià-Sant Gervasi (ambos con un 23%) son los que registran un porcentaje más bajo, según un comunicado del consistorio. 

La asociación hostelera también ha celebrado la buena voluntad del Ayuntamiento a la hora de incrementar el espacio de las terrazas para intentar mantener el aforo de las mismas y la reducción de algunas tasas municipales. Todas estas ayudas, sin embargo, no serán suficientes para muchos negocios de la ciudad. El Gremi calcula que los niveles de consumo no se restablecerán hasta la campaña de Semana Santa de 2021. Casi un año de travesía por el desierto -sin turismo y con una pérdida generalizada del poder adquisitivo de las familias- se traducirá en la desaparición del 25% de los bares y restaurantes de la capital catalana.

Reactivación desigual

Reactivación desigual

El retorno a la actividad de los negocios hosteleros, al menos en el primer día de la fase 1, ha sido irregular dependiendo de la zona de la ciudad. De nuevo, y tal como sucedió hace una semana con la reapertura de los comercios, se ha registrado menos movimiento en las zonas más turísticas de Barcelona. Por la mañana solo había algunas mesas repartidas por Las Ramblas, y muchas estaban desocupadas. En la Plaza Real, una zona concurrida casi exclusivamente por turistas antes de que se iniciara la pandemia, tan solo un bar se ha animado a levantar la persiana.

En barrios menos céntricos, como Poblenou, el porcentaje de establecimientos activos ha sido sensiblemente mayor. “Hemos decidido abrir para elevar un poco la moral de los trabajadores, que ya llevaban mucho tiempo de erte. De momento han vuelto cuatro de los doce de la plantilla”, explica Dario, uno de los socios del Blu Bar, un establecimiento situado en la Rambla del Poblenou. A nivel empresarial, su objetivo es conseguir que el negocio “pueda cubrir los costes” y tiene claro que durante las próximas semanas "será complicado ganar dinero".