PREVISIONES ECONÓMICAS

La Comisión Europea eleva el desplome de la economía española al 9,4% en el 2020

Ursula von der Leyen y Charles Michel en una rueda de prensa en Bruselas.

Ursula von der Leyen y Charles Michel en una rueda de prensa en Bruselas. / periodico

Silvia Martinez

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La crisis del coronavirus y las estrictas medidas de confinamiento puestas en marcha por España para frenar la propagación de la pandemia provocarán, según la Comisión Europea, un desplome brutal de la economía española cuyo Producto Interior Bruto registrará en el 2020 una caída del 9,4%, dos décimas peor de lo anunciado por el Gobierno español la semana pasada. Este mayor pesimismo en el 2020 se compensará en el 2021 con una recuperación algo mayor, del PIB del 7% frente al 6,8% del Gobierno, aunque insuficiente para recuperar el terreno perdido. 

Las nuevas previsiones económicas de primavera -con fecha de corte en el 23 de abril- reconocen que la economía española "estaba en una senda de crecimiento moderado" antes del estallido de la pandemia del covid-19, con un crecimiento del PIB del 2% en el 2019, una previsión para el 2020 del 1,6% y unos indicadores de enero y febrero sin cambios respecto al ritmo previsto. Una situación que estalló a principios de marzo. El brote severo de la pandemia llevó a las autoridades españolas a imponer estrictas medidas de confinamiento que culminaron en la suspensión de todos actividades esenciales durante dos semanas.

Estas restricciones tendrán "un efecto sin precedentes en la actividad económica, con un impacto particularmente severo en el sector servicios" y "un impacto profundamente negativo" en las finanzas públicas debido a una fuerte contracción de la recaudación fiscal y un aumento del gasto por desempleo, las transferencias sociales y el gasto en atención médica. Todo esto, junto con los aumentos ya aprobados en las pensiones y el salario de los funcionarios, dispararán el déficit hasta alrededor del 10% del PIB en el 2020. El agujero en las cuentas públicas se reducirá en el 2021 pero sin cambios en la política económica el déficit será del 6,7% del PIB en el 2021, muy por encima del 3% de límite que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Como consecuencia de esta brecha fiscal y el hundimiento del PIB, el ratio entre deuda y PIB aumentará unos veinte puntos y llegará en el 2020 al 115,6% antes de disminuir al 113,7% en el 2021.

Gentiloni anima a España a "gastar"

"España obviamente es uno de los tres o cuatro países más afectados en Europa por este brote. Necesita nuestra solidaridad y necesita que el Gobierno adopte decisiones potentes y rápidas", ha indicado el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, eludiendo pronunciarse sobre cuándo deberá acometer ajustes el Gobierno de Pedro Sánchez. "No es habitual que el comisario de asuntos económicos invite a los gobiernos a gastar, pero así es. Las consecuencias de no gastar, de no intervenir, y no juzgo la calidad de las intervenciones, habrían sido peores que las consecuencuias que tendremos por alto déficit y deuda", ha explicado.

"Tendremos un período para recuperar el camino adecuado. Pero para hacer frente a la crisis, y particularmente el riesgo de perder puestos de trabajo en España, es absolutamente necesario", ha añadido Gentiloni sobre la necesidad de inyectar fondos en la economía. Según el análisis de la Comisión, España será junto con Grecia (-9,7%) e Italia (-9,5%) el país que registrará este año la mayor contracción económica pero también caerán con fuerza Francia (-8,2%) o Irlanda (-7,9). El impacto, no obstante, será generalizado, con una caída récord en la Eurozona (-7,7%) y la UE (-7,4%) aunque países como Alemania (-6,5%) conseguirán limitar la caída.

"Una vez que la pandemia esté controlada y las medidas de contención puedan ser progresivamente levantadas la economía debería empezar a recuperarse en la segunda mitad del año", sostiene Gentiloni. El pronóstico de Bruselas es que la Eurozona crecerá un 6,3% en 2021 y un 6,1% en la UE en 2021 aunque los números dependerán de la severidad de la pandemia y de la recuperación de los sectores más golpeados, lo que podría llevar a una recuperación a varias velocidades en función de la capacidad de los gobiernos para adoptar medidas. De momento, las estimaciones de Bruselas apuntan que para finales del próximo año solo Alemania, Austria, Polonia, Eslovaquia y Croacia habrán recuperado el nivel previo a la crisis del coronavirus.

Supervivencia del turismo

En el caso español, el diagnóstico comunitario apunta que la industria reanudará su actividad con mayor rapidez que el sector servicios, donde las restricciones se mantendrán más tiempo lo que afectará al comercio minorista, al turismo, el transporte, la alimentación y los hoteles. Aún así, "las interrupciones en la cadena de valor mundial y una demanda más débil puede impedir una normalización de la industria", alerta el Ejecutivo comunitario.

El rebote a partir del 2021 dependerá del grado de normalización de las distintas actividades. "Si a principios del 2021 se levantan todas las restricciones productivas, la actividad debería experimentar cierto repunte durante la primera mitad del año y luego moderarse gradualmente, pero permanecer por encima del potencial en la segunda mitad", sostiene la Comisión. En cuanto al turismo, un sector clave en toda la ribera mediterránea, Gentiloni se ha comprometido a trabajar "para garantizar" su supervivencia este verano. 

El paro rozará el 19%

En cuanto a la situación del empleo, Bruselas espera que los ERTEs ayuden a limitar el número de despidos y sirvan para garantizar unos ingresos mínimos mientras dure la recesión. Aún así admite que la tasa de desempleo en España se disparará rápidamente (al 18,9% enel  2020), amplificando el impacto en la economía aunque las pérdidas de empleo deberían reabsorberse en parte a medida que la actividad se recupere nuevamente. 

Una recuperación, sin embargo, que será mucho más lenta debido a la gran incertidumbre y al desproporcionado impacto de la crisis en sectores intensivos de mano de obra como el comercio minorista y la hostelería. Hasta el punto de que la tasa de desempleo seguirá a finales del 2021 en el 17%. Una situación que también se reflejará en el consumo privado que registrará una "fuerte contracción" durante el primer semestre de este año seguido de un cierto repunte. Esta caída, sin embargo, "superará a la de los ingresos disponibles de los hogares, lo que dará como resultado un aumento considerable en la tasa de ahorro".

Incertidumbre global

La nueva radiografía de Bruselas también sostiene que las medidas introducidas para apoyar al sector empresarial pueden ayudar a reducir el número de quiebras pero la débil demanda, la elevada incertidumbre, la escasez de liquidez y el deterioro de la rentabilidad se traducirán en una fuerte contracción de la inversión. Los efectos del coronavirus también se dejarán sentir en las exportaciones que retrocederán con fuerza en el 2020 debido a las fuertes caídas en los mercados de exportación, las restricciones de producción y el grave impacto de la crisis en el sector turístico. 

De cara al 2021, las previsiones auguran a una recuperación de las exportaciones de bienes "pero se prevé que la recuperación del sector turístico sea más lenta debido a restricciones más duraderas en la actividad y posiblemente a una mayor aversión a los viajes". También es probable que las importaciones se contraigan fuertemente este año y se recuperen en el 2021, en línea con la demanda final.

Por todo ello, la contribución de las exportaciones netas al crecimiento debería ser ligeramente negativa este año, y volverse positiva en el 2021. Debido a la marcada caída en los precios del petróleo, el superávit en cuenta corriente se ampliará, mientras que se espera que la inflación general disminuya del 0,7% en el 2019 a 0% este año, antes repuntar hasta 1,0% en el 2021. Bruselas admite, no obstante, en sus previsiones que si hay nuevos brotes o una segunda olegada en otoño en otoño o invierno el escenario será peor.