ECONOMÍA DE CRISIS

La Fed se reinventa ante el coronavirus

El banco central de EEUU, que mantiene los tipos a cero, crea programas directos para grandes empresas, estados y municipios

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Idoya Noain

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Hay herramientas e ideas económicas que la Reserva Federal de Estados Unidos durante décadas no habría tocado “ni con un palo”, usando la gráfica imagen que ha empleado en 'The Wall Street Journal' Adam Tooze, un profesor de historia de la Universidad de Columbia que escribe sobre crisis financieras y guerra. El impacto del coronavirus, no obstante, también sacude al banco central estadounidense, que está cambiando su manual y reinventándose para una crisis desconocida, un movimiento no sin alto riesgo social y político.

En meras cinco semanas más de 26 millones de personas se han quedado en EEUU sin empleo. Antes de que la crisis estallara en toda su dimensión, en el primer trimestre, el PIB cayó un 4.8% y se anticipa que en el segundo la contracción económica puede ser del 30 o hasta el 35%. Y la Fed tiene <strong>desplegadas desde marzo sus armas tradicionales</strong>, con los tipos de interés prácticamente a cero y el estímulo a través de varios programas de compra masiva de bonos, campos en los que no ha anunciado novedades este miércoles.

Tras la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto, el  comunicado de la Fed ha reconocido las "tremendas dificultades humanas y económicas" que está provocando la pandemia, ha anunciado que los tipos se mantendrán prácticamente a cero hasta que la Fed "tenga confianza en que la economía ha capeado los recientes acontecimientos". Asimismo, se mantiene también el compromiso con los programas de compras de bonos, activos hipotecarios y repos.

Como en la Gran Depresión

La Fed, no obstante, ha sumado y va a sumar nuevas armas a su arsenal. En coordinación con el Congreso y el Tesoro, la Fed tiene preparados varios programas para ayudar directamente a empresas, algo que no sucedía desde la Gran Depresión. En el denominado Programa de Préstamo a Main Street, dotado con 600.000 millones, ofrecerá a través de bancos préstamos de hasta cuatro años a empresas demasiado grandes para aplicar a ayudas de la Administración de Pequeños Negocios pero no lo suficiente como para emitir deuda en Wall Street.

Ese programa está aún en desarrollo pero antes, "bastante pronto" según ha anunciado este miércoles en rueda de prensa el presidente de la Fed, Jerome Powell, el organismo pondrá en marcha otro programa para ayudar a grandes empresas a través de compra de deuda. La potencial bomba de relojería social es que esas grandes compañías estarán exentas de normas que limitan, por ejemplo, dividendos, compensación de directivos o recompra de acciones o no forzándoles a mantener determinados niveles de empleo.

También tiene un elemento de dinamita, pero política, la incursión de la Fed en la financiación de gobiernos estatales y locales, asfixiados por la caída en picado de los ingresos de impuestos, a los que ayudará con compra de bonos municipales. Los fantasmas de potenciales bancarrotas sobrevuelan el ambiente. Y también en el ‘Journal’ Scott Alvarez, que fue el principal abogado de la Fed entre 2004 y 2017, ha recordado que “la Fed no quiere estar en una posición en la que tenga que instruir a subir impuestos o a cortar salarios de policías o bomberos, una de las razones por las que no se hicieron préstamos directos a municipalidades en 2008”.

En total, los economistas proyectan que la Fed acumulará entre bonos, préstamos y programas un portafolio de entre ocho y 11 billones de dólares, frente al de menos de 4 billones que tenía el año pasado y con lo que se doblarían las dimensiones de los estímulos establecidos entre 2007 y 2009 para tratar de paliar la gran recesión provocada por la última crisis financiera.

"Necesidad de más

En su rueda de prensa Powell ha asegurado que la Fed va a seguir actuando "con fuerza, proactiva y agresivamente", y "por el tiempo que haga falta". Ha defendido que los apoyos directos "pueden marcar una diferencia a la hora de evitar un daño duradero a la economía". Ha reclamado también acciones que escapan a su autoridad, como medidas fiscales. Y ha dejado claro que la situación, severa, está lejos de acabar. "¿Habrá necesidad de más? Creo que la respuesta es sí", ha dicho. "Puede que la economía necesite más apoyos, de todos, para que la recuperación sea robusta".