Crisis del coronavirus

El permiso retribuido de Semana Santa no frena la cascada de ertes

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Gabriel Ubieto

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En circunstancias normales Semana Santa es sinónimo del arranque de la temporada turística y con ella de la activación de uno de los principales generadores de riqueza y empleo de la economía española: el turismo. En el 2020 estas festividades llegan en plena pandemia, con una cascada de ertes que no cesa y unas estimaciones que auguran una caída de hasta el 9% del PIB para el ejercicio. Al filo de finalizar los 15 días de permiso retribuido recuperable decretado por el Gobierno para aquellos sectores que todavía no hubieran cerrado por el covid-19, sindicatos y patronales coinciden en señalar que dicha medida no ha acabado de funcionar. Y que en su lugar se ha prolongado la vía de los ertes.

Alrededor de tres millones de trabajadores se han visto afectados por un expediente de suspensión desde que comenzó el estado de alarma, según datos facilitados por CCOO y UGT el pasado viernes, tras poner cifras en común con el Ministerio de Trabajo. En Catalunya el Departament de Treball de la Generalitat, que actualiza diariamente el dato, ha dado cuenta este sábado de un total de 657.014 ocupados en erte y 89.101 expedientes. Es decir, uno de cada cuatro asalariados en Catalunya está afectado por un erte; cruzando las cifras con los últimos datos de afiliación facilitados por la Seguridad Social. Un número sin precedentes y que ya es casi el doble de la suma de todos los afectados por erte en Catalunya desde el 1997 (primeros datos estadísticos disponibles).

Dicho balance constata que en las dos últimas semanas la cascada de ertes no ha cesado, por más que el Ejecutivo habilitara la posibilidad a las compañías de mandar a casa a sus trabajadores y recuperar las horas más adelante. Más de 100.000 asalariados suspendidos de empleo y sueldo han pasado a engrosar los registros del Departament de Treball entre el 31 de marzo y el 11 de abril. Una realidad que se ha reproducido en todo el Estado, tal como señalan desde CCOO y UGT. "El flujo de ertes tendría que ir a la baja tras tres semanas de confinamiento, pero vemos que no cesa", apunta la secretaria de acción sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente. "No hay predisposición por parte de las empresas para aplicar el permiso retribuido", coincide su homólogo de UGT, Gonzalo Pino.

Cuestión de costes y de calendario

Entre registrar un erte por causa de fuerza mayor (lo que permite a las compañías ahorrarse entre el 75% y el 100% de las cotizaciones y dejar de pagar sueldos) o bien adelantar 15 días de salarios a sus trabajadores y tener que reorganizar el calendario; las compañías han optando mayoritariamente por lo primero. Desde la patronal de las pequeñas y medianas empresas catalanas, Pimec, se arguye el plazo de recuperación de los días como el principal escollo. Pues este vence el 31 de diciembre, según estipulo el Gobierno. Solo una de cada tres pymes que han podido aplicar dicho permiso ven posible recuperar las horas antes de acabar el año, según un informe de Pimec publicado el pasado jueves.

No obstante, desde la bancada sindical ven más en el ahorro de costes que no en los plazos el escaso éxito del permiso retribuido. Las diferencias entre patronales y sindicatos sobre este concepto quedaron patentes en Catalunya el pasado viernes, cuando CCOO y UGT fueron incapaces de pactar con Foment del Treball y Pimec una serie de recomendaciones marco que trasladar posteriormente a empresas y trabajadores de cara a pactar el cómo recuperar esas horas.

Pérdidas multimillonarias

Una de las principales fuentes de alimentación de las estadísticas de los ertes es el turismo, la hostelería y sus diferentes derivadas. Negocios cerrados en su gran mayoría a cal y canto desde la declaración del estado de alarma y que han visto pasar la Semana Santa con las persianas bajadas. En Catalunya, uno de cada seis afectados por erte está empleado en una empresa de ‘servicios de comida y bebida’. Las pérdidas ante el parón son multimillonarias para el sector y en todo el país. Concretamente en Catalunya, la Cambra de Comerç estima que las compañías dedicadas al turismo, el ocio y el comercio han dejado de ingresar 5.600 millones de euros en lo que va de confinamiento.

La pérdida es más acuciada en dichos sectores, pero es transversal en toda la economía. La patronal Pimec cifra en entre 32.000 y 34.000 millones de euros el lucro cesante perdido por las pymes en lo que va de emergencia santiaria. Y la CEOE, a nivel de toda España, ha estimado que el PIB español caerá este 2020 entre el 5 y el 9%. Unas previsiones y cálculos que han ido mutando estas últimas semanas y cuya materialización final dependerá de como evolucione la pandemia en las próximas semanas y meses.