LOS PRECIOS SE HAN DUPLICADO

Las pescaderías de Girona, al límite por el cierre de lonjas

La facturación del mayorista Peces Puignau cae un 90% por el cierre de restaurantes y explora nuevas fórmulas de negocio

En primer término, una pescadería cerrada del Mercat del Lleó y, al fondo, pescaderías atendiendo a un cliente.

En primer término, una pescadería cerrada del Mercat del Lleó y, al fondo, pescaderías atendiendo a un cliente. / periodico

ACN

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El cierre de lonjas y la reducción del número de barcas que salen a pescar a lo largo del litoral catalán impacta de lleno en las pescaderías gerundenses. Según han explicado varios pescaderos a la agencia ACN, cuesta mucho encontrar pescado y marisco de proximidad y, a la escasez del producto, se suma que los precios se han disparado. "Yo nunca había visto precios tan altos, estamos hablando de prácticamente el doble", explicó Rafa Bodoque, de Pescados Carmen en el Mercado del León de Girona. La declaración del estado de alarma por el coronavirus también ha afectado a los mayoristas del sector. El 90% de los clientes de Peces Puignau son restaurantes y bares que ahora están cerrados. Por ello, han presentado un erte y buscan nuevas fórmulas de negocio, tales como bandejas a domicilio.

El cierre de lonjas en Catalunya ha sido un duro golpe para las pescaderías gerundenses. En el Mercat del Lleó, los clientes buscan mayoritariamente pescado y marisco de proximidad, especialmente de la Costa Brava. La crisis del coronavirus tiene prácticamente parada la flota catalana. Hay cofradías como las de Barcelona, Tarragona o Blanes que han optado por cerrar, mientras que las lonjas que continúan la actividad han reducido el número de barcas que salen a pescar. "Lo notamos mucho porque no salen tantas barcas, hay muchos puertos cerrados y eso hace que el poco pescado que llega sea mucho más caro", detalla Bodoque, que subraya que algunos precios se han doblado.

La pescadilla pequeña, de 16 a 26 euros

A modo de ejemplo, expone que antes la pescadilla pequeña se podía vender a 16 euros el kilo y actualmente el precio se sitúa entre 26 y 28 euros.  "No había visto nunca el pescado tan caro, ni en Navidad", añade.

La única opción que tienen los pescaderos es vender pescado que llega de otros lugares, pero no es lo que demandan más los clientes. "El precio es más bajo, aquí en el mercado ha bajado mucho el trabajo en general, pero es que también hay mucha gente que no puede permitirse gastarse tanto dentro en pescado", lamenta.

Pedidos a domicilio

Para intentar paliar el golpe que supone el descenso de ventas por el descenso de clientes que van al mercado y por el incremento de precios, Pescados Carmen ha organizado para llevar pedidos a domicilio. "Antes ya lo hacíamos pero era para pocos clientes, ahora ha aumentado mucho", explica Rafa Bodoque. Eso sí, a la hora de hacer los repartos extreman las medidas de seguridad y, también, prevén facilitar el pago con tarjeta para que muchos clientes lo prefieren así.

Unos metros más allá, está la pescadería conocida popularmente como la parada de las gemelas, por las hermanas que la regentan. Una de las responsables, Juani Rodríguez, ha explicado que el pescado de proximidad que venden ahora proviene mayoritariamente de las lonjas del Alt Empordà de Roses, el Port de la Selva y Llançà.

También han detectado, sin embargo, que llega menos producto que antes. Según Rodríguez, hay menos clientela pero los que van a comprar suelen coger más cantidad: "Hay gente que viene a comprar también para los abuelos para evitar que salgan a la calle". La pescadera espera, sin embargo, que algunas barcas continúen saliendo a pescar para poder servir producto fresco de proximidad a los compradores. "Si van saliendo, tendremos pescado, aunque sea más caro", apunta.

Tanto Juani Rodríguez como Rafa Bodoque exponen que, para sus negocios y para el conjunto de la ciudadanía, es importante seguir contando con pescado de la costa catalana. "Si ya no salieran a pescar ni las más pequeñas nos afectaría mucho, deberíamos vender pescado de fuera o del norte, pero no es el pescado que gusta a la gente que viene al mercado", dice Rodríguez. En la misma línea, Bodoque destaca que la pescadería es un negocio familiar y que necesitan que les llegue producto para mantener la actividad abierta.

Pescadería de barrio

Unas calles alejada del Mercat del Lleó está la pescadería Frutos del Mar, una tienda de barrio que también ha notado, y mucho, los problemas para encontrar pescado de la Costa Brava. Antonia Rodríguez remarca que vende prácticamente en exclusiva producto de proximidad: "En primer lugar porque creo, pero también porque es lo que me piden los clientes". "Entiendo que los pescadores también les tienen que salir los números para continuar pescando pero ahora nos encontramos que el poco pescado que llega es a precios muy excesivos", afirma. Antonia Rodríguez, que ha reducido la jornada y solo abre por las mañanas, también concreta que en algunos tipos de pescado el precio se ha doblado. 

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