debacle en los mercados por el coronavirus

Oro, bonos, criptomonedas... Por qué no están funcionando como refugio para los inversores

Generalmente, cuando se producen descensos abruptos en las bolsas, los inversores tienden a buscar refugio en algunos activos: oro, bonos, divisas y, en los últimos tiempos, criptodivisas. Esta tendencia ha quedado completamente fulminada con el estallido de la pandemia del coronavirus. Los escudos no están funcionando. ¿Cuál es la causa?

Generalmente, cuando se producen descensos abruptos en las bolsas, los inversores tienden a buscar refugio en algunos activos: oro, bonos, divisas y, en los últimos tiempos, criptodivisas. Esta tendencia ha quedado fulminada con el coronavirus

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Coronavirus / economia

Héctor Chamizo

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Ni el oro, ni los bonos, ni el bitcoin… Nada. Los tradicionales activos que se utilizan de paraguas han perdido una media en los mercados de más del 25%. En línea, más o menos, con lo que se observa en las acciones de la bolsa. ¿Es normal lo que estamos presenciando?

Habitualmente cuando se produce una ola de ventas global como la que se ha vivido en las bolsas, es poco probable ver buen comportamiento en los activos cotizados. En esta crisis estos activos no están funcionando como refugio porque en momentos de pánico generalizado lo que sucede es que “hay un shock de oferta y demanda y se busca liquidez”, comienza explicando Rafael Ojeda, analista macro de Fortage Funds. Traducido a un lenguaje más coloquial sería algo así como que los inversores venden todo para no comprar nada.

En este sentido, Gisela Turazzini, CEO de Blackbird Bank, expone que ante circunstancias como las actuales lo normal es que todo caiga y que las únicas oportunidades son “o bien bajistas o en el mercado de divisas”. 

Cuando se habla de activos refugio se entiende en entornos de normalidad, cuando las aguas vuelven a su cauce. Pero en medio de un crash, argumenta Turazzini, no se pueden encontrar “argumentos lógicos”. Las cotizaciones deben recuperar su aspecto habitual marcando “precios más realistas”. 

Además, para Ojeda en esos momentos no están operando como activos para protegerse contra la tormenta por la sencilla razón de que “actualmente el único activo que está funcionando es la liquidez”. 

Esto se traduce en tener dinero líquido. Y es que normalmente en un estadio como el que estamos en el que no hay inflación, prácticamente nuestro capital no va a perder valor si lo tenemos en la cuenta. Mientras, si compramos, estamos “asumiendo el riesgo de o tener una importante subida o una tremenda caída”, advierte Ojeda. 

Es decir, que a medida que el mercado asuma la pandemia del coronavirus y entienda las medidas fiscales y monetarias, irá devolviendo al mercado “dónde se merece”, afirma la experta. Desde allí, se adaptará de nuevo a la normalidad y a las noticias. Siendo la bolsa lo que es, un indicador adelantado de la economía.

El efecto en el oro

Una de las causas por las que el oro ha mostrado una mayor volatilidad es por su correlación con el dólar. Los precios de las materias primas en el mercado internacional se establecen en la divisa norteamericana. Si el dólar sube, comprar oro es más caro en el resto de las divisas, por lo que la demanda baja y el precio también. Si se incrementa la diferencia con el resto de monedas, significa que se fortalece frente a ellas, mientras que, si se reduce, se debilita. 

Tomás Epeldegui, director en España de Degussa, en esta situación, los inversores también “adquieren dólares en detrimento del metal precioso”. En cambio, si el dólar está débil, se produce la situación contraria, “aumenta la demanda de oro y el precio sube”. Algo que quizá sí se pueda ver en los próximos meses. 

Impacto en los bonos

En el mercado de deuda ha pasado exactamente lo mismo. ¿A qué se debe esta situación? Philippe Lespinard, responsable de renta fija de Schroders dice que parte de la respuesta es que las reservas de los bancos centrales “se mantienen principalmente en bonos soberanos”. Por tanto, en este momento, como muchos de ellos están preparando líneas de apoyo de liquidez, tienen que “vender bonos para conseguir efectivo”. De ahí a la caída tan desmesurada.

El consumo está cayendo rápidamente, añadiendo un shock de demanda al shock de oferta ya existente debido al cierre de fábricas chinas, tal y como describe el experto. En esta línea, los recortes de los tipos de interés son relativamente “ineficaces para hacer frente a estos desafíos”, bajo su punto de vista. Por lo tanto, tenemos una gran cantidad de gasto fiscal por delante y medidas más directas a nivel micro para “apoyar a las empresas, como las garantías de préstamos del gobierno, que permiten a las empresas tener descubiertos importantes”, concluye.