Coronavirus

La gran industria pide tiempo al Gobierno para parar su actividad

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros extraordinario de este domingo.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros extraordinario de este domingo. / periodico

Sara Ledo

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El Gobierno impuso este domingo el cierre de toda la actividad productiva de aquellos sectores no esenciales con el objetivo de reducir la movilidad en España. Fue una decisión de última hora –el decreto se publicó a media noche después de que el Consejo de Ministros le diese luz verde a media mañana— pero era un escenario que estuvo encima de la mesa durante toda la semana pasada. Si bien, al final se optó por la opción más restrictiva de todas las planteadas, por lo que algunas industrias piden "tiempo" al Ejecutivo para poder "parar" su actividad.

Es el caso del sector siderúrgico, aluminio o cerámico. "Hay instalaciones críticas que no pueden parar, no paran nunca, y no están recogidas en el decreto-ley, aunque sí en borradores anteriores, y las que tienen que parar con menos de 24 horas no da tiempo", explica en un video el presidente de la patronal del metal, Unesid, Andrés Barceló. La asociación, que incluye a empresas como Arcelor Mittal o Acerinox, advierte que para parar su actividad deben "hacer planes seguros para la industria y para los trabajadores" que no se pueden poner en marcha de un día para otro.

En caso de 'cierre' es necesario "un mantenimiento mínimo", según explica Barceló. Por ejemplo, es "imprescindible" contar con seguridad en las instalaciones aunque estén cerradas. Además, el presidente de la patronal también recllama al Gobierno "un sistema urgente extraordinario para que ese material pueda entrar y salir de las fábricas" porque hay barcos cargueros que tienen previsto traer o llevar material en los próximos días. En una situación parecida se encuentra el sector cerámico que apunta en la misma dirección que metal y aluminio. En su caso, concretan, las fábricas necesitan hasta la medianoche del 1 de abril para detener la actividad productiva "con garantías de seguridad para las instalaciones y para los trabajadores".  

Paralización "razonable"

El ministerio de Industria no ha querido hacer ningún comentario y se remiten al real decreto-ley dictado por el Gobierno, pero los sindicatos reconocen que se está trabajando con el Gobierno y la patronal para que "no haya ningún problema en ninguna industria". Desde CCOO Industria aseguran que la paralización se hará de forma "razonable" para cumplir con el decreto y, al mismo tiempo, mantener la viabilidad futura de las industrias. Es decir, en algunos casos la actividad no se parará, sino que se mantendrá al "mínimo necesario", como ocurre en las jornadas de huelga.

"El real decreto da margen para adecuar las actividades, no se trata de cerrar todo sino de que la gente no se mueva (...), se permite recepcionar un camión si es necesario o bajar la temperatura de un horno para que no explote", explica el secretario general de CCOO Industria, Agustín Martín. En el caso de la siderurgia o la cerámica son dos industrias con procesos productivos de alta temperatura que necesitan una "adaptación paulatina de las instalaciones" y así se hará, según explica. "Parar no es cerrar una empresa ni pasar de 100 km por hora a cero, sino de hacerlo de manera razonable para mantener la actividad al ralentí", expuso Martín. 

Alcoa no cierra

Una de las grandes dudas este lunes era Alcoa. La multinacional con fábrica en Lugo produce aluminio por un proceso de electrolisis que necesitaría alrededor de dos meses para hacer una parada que no supusiera un "daño irreparable", según explica el presidente del Comité de Empresa. El año pasado se estimó que un rearranque de la electrolisis tras su parón supondría un gasto de 20 millones de euros. Además, se trata de una empresa electrointensiva –alto consumo de energía— que si redujese su actividad de forma drástica podría tensionar el sistema eléctrico. Fuentes de la multinacional de aluminio aseguraban a primera hora de la tarde que "confíaban" en ser considerados como un servicio esencial. Y así ha sido: el aluminio es necesario para dos sectores esenciales como son el suministro farmacéutico y la alimentación, confirmaban al final de la tarde. 

En el caso de Alu Ibérica, las otras dos fábricas que Alcoa tenía en España y que vendió a Parter, la de A Coruña está parada desde que se detectó un primer caso de coronavirus hace unas semanas y la de Avilés está procediendo al cierre, pero en su caso la electrolisis lleva parada desde hace un año, cuando se procedió a la venta de las fábricas.