Los grandes hoteleros ponen en marcha la clausura de sus establecimientos

El turismo está completamente parado en España. Museos, teatros, bares y restaurantes están cerrados en todo el país desde el pasado  fin de semana, mientras muchos establecimientos hoteleros seguían abiertos. El motivo no es otro que no verse obligados a echar a la calle a miles de turistas, pero las grandes cadenas como Meliá, Barceló, Iberostar y RIU ya han empezado a poner en marcha la clausura masiva de sus hoteles. 

La casuística hotelera es muy variopinta. Hay establecimientos que sirven de vivienda habitual para personas desplazadas a una ciudad determinada por motivos laborales, es decir, en algunos casos se trata de alojamientos que prestan servicios esenciales como carácter excepcional y, por tanto, no han podido cerrar. Pero también hay otros vacacionales, que se encontraban llenos de gente cuando se dictó el estado de alarma en España, sobre todo en las zonas más costeras y con menos contagios; y otros más pequeños que cerraron incluso antes de decretarse la alerta sanitaria por baja afluencia y alto riesgo.

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Esas diferencias justifican que el Gobierno no obligara al cierre de estos establecimientos. Pero este lunes los más grandes, pertenecientes a las principales cadenas hoteleras, han empezado a poner en marcha las clausuras. Aunque la primera cadena en anunciar un cierre la semana pasada fue Room Mate. Algunos de los hoteles madrileños de la cadena que dirige Kike Sarasola (Laura, Mario y Macarena) anunciaron el miércoles la suspensión de su actividad, mientras esta semana ha empezado la cascada nacional, incluida toda la red estatal de Paradores.

El grupo Meliá, dirigido por Gabriel Escarrer, anunció el lunes el cierre de medio centenar de establecimientos "inicialmente" hasta el 31 de marzo. La mayoría de los establecimientos, más de 40, están radicados en España, pero la medida también afecta a hoteles en Italia, Alemania, República Checa, Vietnam y China. Los sindicatos CCOO y UGT han denunciado que la cadena ha despedido desde principios del mes de marzo a cerca de 230 empleados alegando baja ocupación por la crisis del covid-19.

Barceló también ha procedido al cierre de la totalidad de los hoteles que tiene en Europa y Cuenca Mediterránea, en total 253, de los que 66 están en España. Según fuentes de la empresa, los cierres se están llevando a cabo "escalonadamente" para que los clientes puedan regresar a sus casas de manera ordenada y segura a sus casas. La idea es que el cierre total se haga en los próximos días.

Iberostar anunció el lunes el cierre temporal de sus 38 hoteles en España, una medida que "previsiblemente" extenderá en breve a otros países, y que supondrá una "suspensión temporal de la actividad laboral" a escala global. La hotelera mallorquina cuenta con 120 hoteles en todo el mundo y 34.000 empleados que se verán afectados por la nueva situación. También RIU, cadena 28 establecimientos en España, ha comenzado este martes con los cierres. El plan diseñado por la hotelera, similar al de las otras cadenas, pasa por mantener abiertos un mínimo de hoteles por destino para atender a los huéspedes que todavía están en los hoteles. El cierre será escalonado a medida que vayan saliendo los últimos turistas.

Aunque Meliá, Barceló, Iberostar  y RIU son cuatro de los principales hoteleros españoles, su porcentaje de hoteles respecto al total de establecimientos en España es ínfimo por el elevado reparto que existe en este país. A la espera de conocer las medidas laborales que pondrá en marcha el Consejo de Ministros este martes para aplicar en esta situación de estado de alarma, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) ha solicitado al Gobierno que recoja en el decreto aprobado el sábado un nuevo anexo donde se dicte un "cierre ordenado y escalonado" de los establecimientos de alojamiento turístico ante la excepcionalidad de la situación.