Foment calcula en 30.000 millones las necesidades de liquidez empresarial

La patronal catalana Foment del Treball considera que la parálisis económica derivada de las medidas para atajar el brote de coronavirus "deben centrarse especialmente en el ámbito de dotar de la liquidez que esta situación exige, a fin de preservar la salud de nuestra economía". En concreto, la patronal aboga por el establecimiento de un plan de garantías ilimitado pero que sería de un mínimo de 30.000 millones de euros.

"Hay que facilitar que las empresas con pocas ventas durante semanas e incluso meses, tengan propuestas de liquidez, que pasan por disponer de la garantía del Estado en su financiación, durante la afectación de este periodo de contingencia sanitaria", explica la patronal en un comunicado.  

Con "total apoyo" a las decisiones del Gobierno, Foment considera que cualquiera de las medidas que se vayan tomando "pasan inexorablemente por salvaguardar la cadena de pagos de la economía (dadas las particularidades de la crisis), y para ayudar a enfrentar las pérdidas de los agentes económicos y sectores afectados". El objetivo último El objetivo, según Foment, "es evitar efectos multiplicadores de destrucción de empleo y del tejido empresarial que incluso también pudieran darse con carácter exponencial". La patronal espera que el Consejo de Ministros plantee un segundo paquete de medidas para dotar de liquidez al sistema y amortiguar o evitar los despidos tras el cierre temporal de muchas empresas. 

La patronal aconseja "ayudar a las empresas pequeñas y grandes a soportar los gastos fijos que tengan en los próximos tres meses, mediante un préstamo a siete años con falta de dos años y con la garantía del ICO al 80%". Esta garantía debería ser otorgada por el ICO en igualdad de condiciones y sin costes del aval.

Para permitir el desbloqueo de la cadena de cobros y pagos pendientes en las empresas, "sería imprescindible otorgar líneas de 'confirming' por un importe equivalente al 50% de la partida contable de la cuenta de proveedores, también con la garantía del ICO del 80%", propone Foment. Esta garantía sería otorgada por el ICO sin costes del aval, por un plazo de un año, prorrogable un mes en función de las necesidades de la empresa.

La idea fundamental y urgente es evitar que se rompa la cadena de pagos y permitir que las potenciales pérdidas que emergerán se financien en un plazo razonable de tiempo. A efectos de las finanzas públicas, este esquema de garantías debería poderse aplicar en fases o de manera progresiva, a lo largo del tiempo, en los Presupuestos Generales del Estado.

Adicionalmente, Foment defiende agilizar las devoluciones de los impuestos, para inyectar liquidez y de manera especial en el caso del IVA, y de manera prioritaria para aquellos que disponen del régimen de exportadores, que suelen ser los que tienen significativas devoluciones.