tendencias de los internautas españoles

Bipolares con la tecnología: nos da miedo pero no podemos vivir sin ella

El análisis a las tendencias tecnológicas en España muestra dos realidades: estamos cada vez más entregados a la tecnología mientras que nos preocupa cada vez más que nos espíen desde el móvil.

El análisis deas tendencias tecnológicas en España muestra dos realidades: estamos cada vez más entregados a la tecnología mientras que nos preocupa cada vez más que nos espíen desde el móvil.

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María Refojos

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Esta semana se ha publicado el 22 estudio de la AIMC sobre ‘Navegantes en la red’. Esta encuesta, que suele entregar una imagen detallada de los ‘heavy users’ en Internet y los ‘early adopters’ de tendencias tecnológicas, muestra dos realidades. Por una parte estamos cada vez más entregados a la tecnología y por otra, nos preocupa cada vez más que nos espíen o que hagan mal uso de nuestros datos.         

Para empezar, nos encontramos con que estar conectados representa una de las principales necesidades de las cerca de 20.000 personas entrevistadas. El 46,3% de los usuarios accede a Internet “casi constantemente”, lo que tiene como resultado que en líneas generales, estemos conectados varias horas al día. 

En concreto, el 40,9% se pasa conectado más de 4 horas diarias, mientras que otro 26,9% navega entre 2 y 4 horas.

El móvil, siempre a mano

El móvil es el dispositivo predilecto para acceder a la Red: lo eligen el 91,5% de los encuestados, bastante por delante del ordenador o la tablet. Es más, el 75,4% asegura que les resultaría muy difícil pasar sin su teléfono y el 50,5% asegura que “no podría vivir sin Internet en el móvil”. 

“Lo que nos ha demostrado la tendencia, y aquí los datos son aplastantes, es que esto que llevamos el bolsillo permanentemente y que es individual es lo que realmente ha eclosionado el medio, junto con la infraestructura tecnológica”, indica Carlos Lozano, presidente ejecutivo de Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC).

Un cambio de hábitos patente y creciente que refleja otra estadística: cerca de la mitad de los navegantes, el 43,1%, afirma que puede hacer todo lo que necesita en Internet con sus smartphones. 

Así, entre las tendencias tecnológicas detectadas destaca el crecimiento de la gestión del dinero a través del teléfono. Ya no solo consultamos el estado de nuestras cuentas, sino que con más frecuencia realizamos transacciones y operamos con nuestros bancos, también entre usuarios con apps como Bizum o Twyp o pagamos directamente con el móvil, como si fuera una tarjeta, mediante la tecnología NFC.

También elegimos el móvil en una mayor medida para mantenernos informados o para comprar. De hecho, el 47,5% de los usuarios reconoce que los smartphones han cambiado su forma de hacer compras. 

Pero no sólo el móvil

En paralelo a este amor intenso por nuestros teléfonos, hay otros dispositivos que se están haciendo un hueco en nuestros corazones y en nuestros hogares, ayudados por la mejora de conectividad IoT.

El constante despliegue de soluciones innovadoras en domótica o en el sector del automóvil favorece que por ejemplo los altavoces inteligentes sean el segundo medio para interactuar con nuestro asistente de voz -el primero es el móvil-, con una penetración del 29%, y que el coche conectado se cuele en el quinto puesto con una penetración del 10,4%.

Y con ellos, ¿de qué hablamos? En general, la principal utilidad de los asistentes virtuales es responder a nuestras búsquedas o preguntas, mientras que el 48,4% de los usuarios acude a Siri, Asistente de Google o Alexa para el parte meteorológico, el 46,8% escucha música o radio, el 45,2% programa y activa alertas y recordatorios, y el 38,4% realiza llamadas. 

Dualidades

Así pues, cedemos cada vez más protagonismo a la tecnología, pero a la vez nos topamos con la barrera de la protección. En concreto, la seguridad es un problema para el 44,2% de los internautas, mientras que la falta de privacidad y confidencialidad lo es para el 36,9%.

Por ejemplo, uno de los factores que nos preocupa cada vez más es que nos espíen con el móvil y los dispositivos IoT. El informe de AIMC muestra que existe una “cierta sensación” acerca de que el móvil escucha las conversaciones que realizamos. Al menos, así lo creen el 50,9% de los internautas encuestados, mientras que otro 31,3% está muy convencido de ello. 

Algo parecido sucede con los altavoces inteligentes: los entrevistados temen que a través de estos dispositivos se escuchen o graben las conversaciones. Así lo señalan tres de cada cuatro usuarios de Internet, el 75,1%, mientras que más de la mitad (el 54,1%) muestra un alto nivel de preocupación. 

La recopilación y análisis de datos por parte de las compañías, a las que se los cedemos voluntaria o involuntariamente, también genera preocupación entre los navegantes. Y el 58,7% de los internautas se siente muy vigilados en Internet. 

Sin embargo, el 86% tiene el WiFi siempre o casi siempre conectado y otro 52% tiene el GPS activado siempre o casi siempre. “Son servicios muy útiles para el navegante y no solo lo tienen activo, si no que además quieren interrelacionarse con otros dispositivos que pueden estar en la vía pública o, por ejemplo, en un centro comercial”, indica Pablo Alonso, director general técnico de AIMC. 

Es decir, ante la vulnerabilidad que genera el estar conectados a la red de manera constante o ante la sangría de datos que transferimos de manera pasiva a través de apps, buscadores, asistentes, etcétera, suele primar la comodidad.

Más bipolaridad

Otra dualidad: la mayoría de los internautas (el 66,4%) se siente perseguido por los anuncios y percibe el exceso de publicidad como un problema, a la vez que otro 62,4% agradece que los anuncios estén cada vez “más dirigidos” a sus gustos y necesidades. 

“El año pasado sí que vimos que había una incidencia en determinadas variables, como por ejemplo en que el uso de antivirus o de bloqueadores de publicidad creció, pero este año no. Sí que es cierto que aunque puede haber una preocupación, no limita”, precisa Pablo Alonso. 

En efecto, ante la cuestión de cómo gestionan las cookies los usuarios, el 27,7% asegura que acepta todas las cookies, mientras que el 42,9% tiene una configuración permisiva, es decir, que generalmente las acepta todas. Preguntados sobre qué hacer con las cookies, más de la mitad cree que las webs siempre deberían pedir permiso para su uso, mientras que el 18,7% considera suficiente con que les avisen de que se están utilizando. 

Según analiza Pablo Alonso, lo que se desprende de los datos del estudio es que, fundamentalmente, la alerta de los internautas está en aquello que no pueden gestionar de forma consciente. Se contrapone por un lado la idea de que “alguien me puede estar mirando mientras yo no estoy haciendo nada con Internet”, que sí genera temor, frente al concepto de que “sé dónde navego y lo que estoy haciendo y no me importa mucho que alguien me pueda monitorizar”.

“Para aquellas cosas que pueden controlar, como navegar de manera incógnita o no admitir cookies… Los internautas pueden estar más o menos preocupados, pero saben que tienen el control. Lo que les preocupa mucho es aquello sobre lo que no tienen control”, explica el director general técnico de AIMC.