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El pánico al coronavirus sigue haciendo estragos en las bolsas mundiales

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P. Allendesalazar

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El pánico al coronavirus sigue haciendo estragos en las bolsas. Las medidas de estímulo que han empezado a tomar las autoridades económicas y las llamadas a la calma de las sanitarias no están sirviendo para tranquilizar a unos inversores que están descontando un escenario de propagación de la enfermedad e impacto en la economía global mucho peor que el actual. El Ibex 35 ha cerrado este viernes con un nuevo desplome del 3,54%, hasta los 8.374,6 puntos, con lo que ha perdido el 3,98% en las últimas cinco sesiones y un 17% desde los máximos que marcó hace apenas unas semanas.

"A medida que el coronavirus se globaliza, los mercados se han internado en un territorio de crisis y temen que sus efectos económicos obstaculicen el crecimiento mundial a largo plazo. Las noticias que se publican actualmente sobre las cadenas de transmisión del virus desconocido, las advertencias sobre los beneficios de las empresas y las cancelaciones de eventos han aumentado la ansiedad del público y el nerviosismo del mercado, lo que ha dado lugar a una fuerte volatilidad", ha apuntado Daniel Seiler, de Vontobel Asset Management.

Caída general

La caída del selectivo bursátil español ha estado esta vez en línea con las del alemán (3,37%), el inglés (3,62%), el francés (4,14%) y el italiano (3,5%). El Eurostoxx 50, que reúne a las mayores cotizadas del continente, se ha dejado el 3,78%, mientras que las bolsas estadounidenses registraban caídas superiores al 2% al cierre de los mercados europeos pese a los positivos datos de empleo de febrero.

Paralelamente, los valores refugio siguen recibiendo capitales: el interés del bono alemán ha llegado a caer a en torno el -0,74% y el oro ha tocado los 1.687 dólares la onza, en zona de máximos del 2012. El petróleo 'brent', por su parte, ha caído un 7%, hasta los 46 dólares por barril, por el desacuerdo entre la OPEP y Rusia para reducir la producción ante la caída de la demanda.

Incertidumbre

A falta de conocer la extensión real que alcanzará el coronavirus, su efecto en la economía es todavía una incógnita. El Banco Asiático de Desarrollo ha estimado este viernes que tendrá un "impacto significativo" en la actividad mundial y que las pérdidas oscilarán entre el 0,1% y el 0,4% del PIB (entre 68.000 y 306.000 millones de euros). "Casi el 30% de la economía mundial (China, Corea del Sur, Italia, Japón, Irán y Singapur) está ahora directamente afectada. Hay muchas cosas que no sabemos y la incertidumbre se cierne sobre nosotros", ha destacado Hans Bevers, de Bank Degroof Petercam.

Para este experto, el virus tendrá un gran impacto en el crecimiento global del primer semestre, que "posiblemente incluso caiga por debajo del 0% en el primer trimestre", pero su escenario central sigue siendo que las economías se recuperen "una vez se desvanezca la incertidumbre". El problema es que la falta de visibilidad es enorme. El índice IESE de incertidumbre económica aumentó 33 puntos en febrero, hasta los 101 puntos en una escala de 0 a 200, un nivel que no alcanzaba desde el referéndum del 'brexit' en el 2016. "Muy posiblemente la incertidumbre económica se mantendrá mientras no se disipe el horizonte de la epidemia y su impacto en el crecimiento económico todavía no se pueda calibrar", ha apuntado Miguel Ángel Ariño, profesor de la escuela de negocio.

Respuesta pública

Los analistas todavía confían en que las medidas económicas que tomen las autoridades, con todo, sirvan para suavizar el golpe. "La respuesta monetaria y fiscal no evitará el 'shock' de la demanda en el primer semestre, pero puede ayudar a minimizar los efectos permanentes en el lado de la demanda y asegurarse de que los problemas de liquidez de las empresas no se convierten en problemas de solvencia", han mantenido desde Bank of America. 

Con todo, hay dudas sobre la capacidad del Banco Central Europeo (BCE) para tomar medidas efectivas. "La política fiscal debería ser más eficaz. Esto puede que lleve un poco de tiempo y los esfuerzos de coordinación resultarán difíciles, pero, al final, marcarán una diferencia significativa", ha sostenido el experto de Bank Degroof Petercam.