ALTERNATIVA AL MOBILE

Tech Spirit impulsa el ecosistema start-up de Barcelona

Inauguración del Tech Spirit Barcelona

Inauguración del Tech Spirit Barcelona. / periodico

Eduardo López Alonso

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Barcelona acogerá al menos un millar de reuniones entre más de 450 empresas tecnológicas en solo dos días. Esa fue la primera valoración de la organización de los actos alternativos al cancelado Mobile World Congress en Barcelona esta semana. En torno a 5.000 inscritos en los actos sobrepasaron cualquier estimación y la plaza central de la Llotja de Mar de la Cambra de Barcelona se vió marcada por encuentros informales, pero seria promesa de negocios. Múltiples escenarios, presentaciones y vitalidad increíble fue el resultado de una organización contrarreloj en torno al bautizado como Tech Spirit Barcelona.

La 'consellera' de Empresa, Àngels Chacón, aseguró que ese millar de reuniones son una muestra de los efectos de la colaboración público privada y esa vocación de la ciudad de ser "un sujeto proactivo" y consolidar su posición como principal ciudad de atracción de talento del sur de Europa.

Para Carles Grau, director de la Fundació Mobile World Capital, está será recordada como una verdadera "semana mágica" y "experiencia excepcional de movilización ciudadana" en torno a la capitalidad de Barcelona como ciudad tecnológica en Europa. Grau destacó la capacidad de la ciudad para atraer el apoyo de las instituciones, de las universidades y de las grandes empresas en torno a un proyecto improvisado. "Lo más relevante en estos momentos es que los proyectos impulsados en Barcelona han conseguido pasar de rondas de financiación en torno a los 300.000 euros hace dos años a las rondas actuales en torno a los 1,3 millones", destacó Grau.

Miguel Vicente, presidente de Tech City Barcelona, destacó también esos cambios registrados en el universo emprendedor barcelonés en los últimos años, especialmente en lo que se refiere a la "visión global" de las nuevas 'start-ups', capaces ya de plantearse el tener 3,5 millones de clientes en solo tres años de vida. En esa evolución influirá, según su punto de vista, la capacidad de la ciudad de crear espacios adecuados para la integración vertical del ecosistema empresarial, en el que firmas de distintas especialidades y sectores sean capaces de compartir e intercambiar conocimientos. Vicente reclamó también un marco regulador adecuado, con un trato fiscal que beneficie a las empresas que reinvierten sus beneficios. También auguró que en el futuro se darán más escisiones tecnológicas de grandes empresas.

Para el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona Jaume Collboni, la ciudad está en un proceso de diversificación de la economía y "peleando su capitalidad" por lo que no era admisible que la suspensión de la feria Mobile frenase ese impulso. "No íbamos a permitir que la suspensión del MWC nos robase el liderazgo tecnológico", dijo Collboni.  "Desde el Ayuntamiento de Barcelona lo que hemos de hacer es crear espacios que faciliten la capacidad de crear talento".

Pere Navarro, delegado especial del Estado en la Zona Franca, destacó los esfuerzos de para integrar las iniciativas tecnológicas y las industriales y el papel que tiene la institución, por ejemplo, con la incubadora 3D en el que 34 empresas impulsan sus proyectos con una tecnología de gran futuro. 

El ejemplo de Ferran Adrià

Tras las inauguraciones, los salones medievales de la Llotja escucharon historias de éxito por parte de sus protagonistas. Destacó la conferencia del chef Ferran Adrià, actualmente más involucrado en temas de innovación y liderazgo que atado a fogones. Quiso Adrià frenar la euforia de tanto innovador presente recordando que la verdadera innovación es la excepción y casi siempre fruto de sacrificios y trabajo pocas veces resaltado. "Si hubiera tenido hijos no estaría aquí", explicó Adrià tras recordar que el caso de 'El Bulli' fue el resultado de un trabajo que antepuso la disrupción a cualquier otro factor, incluido el económico. "Tenemos muy idealizada la innovación, pero un restaurante no es Apple. La innovación no la tienen que hacer el 99% de las empresas", aseguró Adrià. En su opinión, lo que tienen que hacer todas las empresas es arriesgar o estar abiertas al cambio, pero no innovar.